Aquí os dejo un extra un poco, bastante largo, pero, espero que el esfuerzo merezca la pena y lo disfrutéis🤗
—¿Crees que debería apuntarme al gimnasio, Jojo?
La señora Cassady desvió la atención de su teléfono para enfocarse en ella, de inmediato, negó con la cabeza y le regaló una mirada que decía: "No sé qué se te está pasando por la cabeza, pero, chica, suelta esa pesada carga. Sin embargo, Sunshine no podía dejarlo estar, hace unos meses que había dado a luz a su tercer hijo, Jax, y se estaba haciendo cada vez más consciente de las huellas que sus embarazos habían dejado en su cuerpo, y eso la tenía hundida en el pozo de las miserias más miserables.
—Es malo mirarse tanto al espejo.
—¿Crees que podríamos hacer algo con estas estrías? —le preguntó, al ver las líneas en su estómago. Esta blusa también enfatizaba demasiado un michelin en la parte inferior de su vientre, así que, se deshizo de ella rápidamente y entró en el probador. —Debería deshacerme de esta tripa, mejor. Hunter, los niños y yo iremos a California este verano, y me apetece usar bikini. No un bañador. O terminaré de enterrar a la Sunshine que solía ser para siempre.
—Nena, has tenido tres hijos.
Tres maravillosos hijos con el hombre de sus sueños.
Eso era indiscutible.
—No puedes pretender que tu cuerpo siga siendo el de una chica virginal después de eso. —replicó Jojo desde afuera. Desde que sus hijos empezaron a ir a la guardería, tenían algo más de tiempo libre y lo aprovechaban paseando o yendo de compras. —Yo también tengo lo mío, al fin y al cabo, he tenido dos hijos. Pero intento no obsesionarme y no mirarme tanto al espejo. Dicen que es malo.
—No lo sé, chica.
Sunshine salió del probador completamente vestida, su jersey celeste y sus leggins eran sus armas de confianza para esconder lo que no le gustaba de su cuerpo de mamá, echó un vistazo a Jax para asegurarse de que seguía durmiendo en su cochecito y después tomó asiento al lado de su amiga que la rodeó con el brazo casi de inmediato.
—Convenceme un poco más.
—Lo de las estrías y algo de tripita son el menor de tus problemas. ¿Por qué no te enfocas en cómo tus pechos han aumentado un par de tallas, o incluso en cómo ha crecido tu trasero? —le preguntó. Lo cierto es que ella había aumentado un par de tallas de sujetador después de amamantar a tres hijos, y su trasero había crecido lo suficiente como para que el señor Brooks no pudiera resistirse a darle una nalgada cada vez que llegaba a casa. —Tienes que pensar en positivo, Sunny. El sol sale cada mañana, ¿cierto? Y no llora porque la luna lo sustituya cuando llega la noche. ¡Sé positiva!
—¿De dónde te has sacado eso?
—Vale, me he ido. Pero, Sunny, no te obsesiones con tu cuerpo. Si quieres hacer algo de ejercicio, hazlo, beneficiará a tu salud igualmente. —respondió. Su amiga estaba de un buen humor insoportable, y eso que era ella la que tenía que estar constantemente invocando a su razón y también despejando toda sospecha que tuviera con alguna mujer que osaba acercarse a su marido. —Podríamos apuntarnos, e ir un par de veces por semana. Quizás algún día no me sea posible porque tengo que acudir al Jojo's Café, pero, puedes contar conmigo. Prometido.
—¡Gracias, Jojo!
Sunshine se lanzó a los brazos de su amiga sellando su hermandad por décimo quinta vez este año.
La vida no las trataba mal.
Ambas tenían estupendos trabajos que las hacían sentir satisfechas y realizadas, habían formado unas hermosas familias con los hombres de sus vidas, aun así, nada las libraba de lidiar con las realidades propias de un matrimonio convencional.
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#1 Hacerte mía, otra vez. (Trilogía Jackson Creek)✔️
RomanceElla tiene su orgullo. Él tiene su corazón. Sunshine Moore se enamoró de aquel demonio de ojos azules a primera vista. Sin importar que fuera diez años mayor que ella, y que todo Jackson Creek renegara de su amor a las espaldas. Sin embargo, las hab...