- Como pensaba, a la gente no le interesan los malditos sentimientos de los demás. - gruñó su amiga mientras tomaba asiento en el sillón.
Y otra vez, ese osito de peluche, fue la gran víctima en el hogar de los Jones.
- ¿Qué ha ocurrido ahora?
- Nada. - respondió, no sin antes cruzarse de brazos poniendo una barrera entre ella y el mundo. Pero Sunshine la conocía lo suficientemente bien como para saber que sólo tendría que esperar unos segundos hasta que su amiga se convirtiera en la misma bomba atómica. - Estoy harta del amor. - declaró. Y Sunshine aprovechó para rescatar al osito de una asfixia segura. - ¡Estoy harta de los hombres! De que siempre quieran anteponer sus ambiciones sobre todo lo demás. ¿Y qué se supone que debemos hacer nosotras? - a Sunshine le estaba costando seguir el hilo de la conversación, y por más que se esforzó en encajar todas las piezas, lo único que consiguió fue que la indignación de su amiga se le contagiara. - Debemos dejar nuestros sueños a un lado para que ellos hagan realidad los suyos, mientras le mantenemos la cama caliente y damos luz a sus hijos. ¡Pues no me da la gana!
- Jojo...- Sunshine aprovechó el momento para acercarse a ella. - ¿Qué ha hecho Patrick ahora?
- Resulta que quiere postular para ser senador del estado de Washington. - a diferencia de lo que Jojo podía creer, la noticia no le supuso ninguna novedad a Sunshine. Patrick era el tipo de hombre que no se conformaría toda la vida con ser abogado en un pueblo perdido de la mano de Dios, tenía aspiraciones, y como acababa de comprobar éstas ascendían hasta el Capitolio. - Quiere entrar en la élite, chica. - ahora comprendía el origen del malestar de su amiga. - Y quiere que eche el cierre a mi cafetería para cambiar mi delantal por un par de perlas y cenas de sociedad.
- ¿Y eso es tan malo?
La pregunta de Sunshine cayó en saco roto cuando recordó lo mucho que significaba Jojo's Café para este pueblo, y para su dueña.
- No me hagas caso. - Sunshine depositó lentamente la cabeza sobre el hombro de su amiga queriendo brindarle todo su apoyo. En este momento, era lo único que podía hacer por ella. - Qué te ha dicho Patrick exactamente.
- Que quiere cumplir su sueño, y también que desea hacerlo a mi lado. - respondió. Pero Joanne no se veía de ningún modo conmovida ante tal declaración de amor. - Él sabe lo que significa esa cafetería para mí, Sunny. ¡Es lo único que me queda de mis padres!
Además, abandonar Jackson Creek no sólo supondría echar el cierre a Jojo's Café, sino también separarse de Tate. Y ese era un asunto que Joanne no estaba dispuesta a negociar, no cuando ella aún veía a su hermano como el niño pequeño que aún tenía el deber de proteger y cuidar, y que no abandonaría hasta conseguir que este formara la familia que a ellos le fue arrebatada.
- Y yo creyendo que tenía problemas. - murmuró Sunshine.
- También los tienes. - afirmó Jojo, y señaló con el dedo índice hacia la ventana. - Uno muy grande que lleva aparcado frente a mi casa desde hace más de una hora.
- No hablas en serio.
La mujer se acercó a toda prisa hacia la ventana para descubrir la camioneta de Hunter Brooks aparcada frente a la casa, lo que de inmediato la hizo esconderse tras la cortina para continuar espiándolo sin correr el riesgo de que él la pillara.
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#1 Hacerte mía, otra vez. (Trilogía Jackson Creek)✔️
RomanceElla tiene su orgullo. Él tiene su corazón. Sunshine Moore se enamoró de aquel demonio de ojos azules a primera vista. Sin importar que fuera diez años mayor que ella, y que todo Jackson Creek renegara de su amor a las espaldas. Sin embargo, las hab...