Aquí les dejo un especial de Maddox y Jojo.
Espero que lo disfruten 🧡- ¡Jojo! - exclamó él con todas sus fuerzas. - ¡Jojo, amor! ¡Estás bien!
Maddox Cassady no dudó en bajarse de la camioneta para correr a toda prisa hacia la mujer de sus sueños dispuesto a envolverla en sus brazos para hacerle comprender cuánto la había echado de menos. Se sentía tan agradecido de que Dios le hubiera dado la oportunidad de volver a verla, y de embriagarse otra vez de su perfume y de ese aceite de argán al que era adicto, que hubiera estado dispuesto a hacer cualquier cosa por mostrarle su gratitud. Estos días sin Joanne Jones habían sido una completa tortura, era como estar bajo un cielo sin nubes o ante un bosque sin árboles, y ese pensamiento depresivo le hizo preguntarse cómo se las iba a ingeniar para seguir adelante si no tenía planeado a corto plazo confesarle sus sentimientos.
Ni este amor que latía dentro de él.
Y quería nacer.
- ¡Estás bien! - repitió tras inspeccionarla mejor. - ¡Cuánto me alegro, amor!
- Sí, estoy bien. - respondió ella, y se las apañó para deshacerse de su abrazo.
¿Es que seguía molesta con él?
- Sígueme, Maddox. - le ordenó. Emprendiendo el paso de vuelta a la casa de los Moore. - Démosle a los tortolitos algo de privacidad.
Maddox accedió a seguirla a pesar de que los nervios revoloteaban en la boca de su estómago liderando la mayor parte de sus acciones. Ahora mismo estaba entre aferrarse a ella con la mayor desesperación del mundo o esconder la cabeza bajo tierra para siempre. El oficial no podía evitar preocuparse por la actitud que había tenido Joanne al verlo, pues no lo había recibido con esa ternura a la que ella acostumbraba a obsequiarle, y que lo emborrachaba de amor. Por eso, Maddox tuvo que preguntarse si no había sido un error venir en su busca, cuando, en realidad, él no tenía ningún derecho a reclamarla. A exigirle que volviera a Jackson Creek. Tampoco a decirle que llorar por Patrick Sorensen era un absoluto desperdicio, y que él se ocuparía de volver a llenar su vida de color. Si tan sólo le permitiera acercarse a ella de manera más íntima, con un par de besos y caricias de por medio, él se haría cargo de convertirla en la mujer más amada del mundo.
- ¿Estás bien, amor?
- Sí, te he dicho que estoy bien. - la sonrisa forzada que ella le dedicó lo volvió más inseguro.
¿Es que le molestaba que la llamara "amor"?
- La llamada de antes... - sacó a relucir al ver que Joanne se detuvo para tomar asiento en uno de los bancos del jardín. - ...¿qué pasó?
- Fue Sunshine quien marcó tu número, pero fui yo quien terminó cortando la llamada. - le respondió sin una pizca de pudor en sus palabras. - No estaba preparada para hablar contigo. Y creo que sigo sin estarlo.
Una simple frase, y ella podía marchitarlo como una maldita flor de invernadero.
- ¿Por qué no me miras?
Espera, ¿había dicho eso en voz alta?
- No es posible. - Joanne bajó la cabeza para centrar la mirada en el jugueteo nervioso de sus manos. - Parece que fuera superior a mí. ¿Por qué no puedo mirarte a la cara? Eso mismo me he preguntado desde que te he visto. Incluso cuando te pillé husmeando por el jardín... - Maddox fijó su atención en ella ante tal revelación. - ...mi primera reacción fue esconderme de ti.
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#1 Hacerte mía, otra vez. (Trilogía Jackson Creek)✔️
RomanceElla tiene su orgullo. Él tiene su corazón. Sunshine Moore se enamoró de aquel demonio de ojos azules a primera vista. Sin importar que fuera diez años mayor que ella, y que todo Jackson Creek renegara de su amor a las espaldas. Sin embargo, las hab...