Capítulo II

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<<Nota : esta historia no pretende fomentar la drogadiccion, hay mejores soluciones para salir de los problemas, todas las personas son importantes, cuidate>>







El propósito que me hice para estar limpia por dos semanas, se fue a la mierda cuando la mujer canosa de ya grande edad, que impartía la asignatura de historia me prohibió hacer el examen a menos que mis padres vengan hablar con ella. Tal parece que el no entrar a su clase el día de ayer le molesto

Suspire pesadamente dejándome caer sobre el pasto verde, del campo donde me encontraba. Lo bueno era que solo faltaba hacer los proyectos de artes, matemáticas y español.

Tomé con pesadez el joint que desde hace un rato se encontraba en mi mano, para ponerlo sobre mis labios; tomé el encendedor prendiendo el churro de marihuana dándole una calada, manteniendo el humo un rato en mis pulmones para después expulsarlo por la boca, di una calada más haciendo el mismo procedimiento de antes. Fue cuestión de segundos para que mi cuerpo se empezará a relajar, la tensión en mi cuerpo se esfumó completamente. Después de cuatro caladas más, me sumergí en un mundo completamente distinto, pareciera que el tiempo se había detenido, no sentía preocupación y en ese momento mis problemas me causaban risa.

Me enderece quedando sentada sobre el pastizal, busqué mi mochila para sacar mis libretas y cosas de dibujo. Comencé a dar trazos que se convertirían en mi proyecto.

Dibuje un paisaje ¿por qué? Por qué era lo que tenía justo enfrente que parecía cuerdo. No hiba a dibujar al elefante verde que se encontraba bailando con un dragon amarillo. En primera ¿Qué título le pondría? Segundo, cuando me pregunten la razón del por qué dibuje a un elefante bailando con un dragon, no les diría que fue porque me encontraba drogada.

Trate de hacer el dibujo lo más parecido posible, dando trazos desde diferentes ángulos para que se viera realista y no como si un niño de 5 años lo pintara. Tarde alrededor de 2 horas en terminar mi obra maestra, no me había quedado nada mal a mi parecer. Una vez que di los toques finales, guarde todo en la mochila y me dedique a buscar el último joint que tenia. Aunque solo pude conseguir dos de emergencia, me consolaba que el sábado conseguiría más. Cuando por fin encontré la cajita metálica, mi celular comenzó a sonar, volte a ver la pantalla, la cual tenia como nombre de llamaba entrante "Nathaniel" y justo en ese momento recordé que casualmente ahora es mi compañero de clase. Ya que su maestra estaba de incapacitación por su embarazo, había quedado conmigo para hacer el trabajo juntos.

Me olvide por completo del joint para tomar el celular y contestar la llamada.

— Si, ahí nos vemos — dije antes de colgar. Tome la mochila dirigiendome hasta el lugar dicho.

En el camino me puse gotas para quitar lo rojizo de mis ojos y compré algo que comer. Unas galletas de chocolate, amaba las galletas de chocolate; si bien antes me sentía mal, ahora estaba muy feliz.

Antes de llegar confirme que el olor a cannabis se había ido y efectivamente, la media botella de perfume lo había dispersado. Llegué a la mesa donde se encontraba el castaño y tomé asiento para observar como dibujaba y que era.

Un paisaje montañoso con una cabaña rodeada de árboles, pinos y demasiadas flores; se veía tan hermoso que sin duda mi trabajo a comparación del suyo era basura.

— ¿Quieres pedir algo? — observe un poco más su dibujo, si lo comprábamos con mi laguna y árboles, el suyo sin duda era una obra de arte — ¿entonces?

— Ha, si un café helado — le respondí, viendo a la camarera anotarlo en el papel.

— ¿Ya hiciste tu proyecto visual? — asentí con la cabeza.

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