Capítulo IV

7 2 4
                                    





Mi vista estaba borrosa, me sentía mareada y con dolor de cabeza. Y por primera vez no era por drogarme. El ataque de ansiedad que tenia en estos momentos se debía a la mujer frente mío y en no poder decirle nada.

— Yo ya no puedo estarla soportando, señorita directora, siempre se anda durmiendo en mis clases, no me respeta, ya hasta ni siquiera entra a mis clases y cuando le llamo la atención me ignora y me responde de forma altanera y grosera.

Las tres mujeres dirigieron su vista hacia mi, esperando una explicación y yo ya quería que la tierra me tragase. "dios si me hibas a poner todo en contra, me hubieras dado aunque sea más paciencia" la cual en este instantes se había esfumado.

— ¿O la ignoro o le respondo? decidase — conteste lo más calmado que puede, para que no sonará tan mal. Aunque debo admitir que me costó demasiado poder contenerme — es cierto que me he dormido en sus clases y eso se debe a que me he empezado a desvelar con los proyectos, fuera de eso no es verdad.

— ¡¿Piensas negarlo después de que contestas así?!

— Calmese, maestra. — observe como aquella mujer canosa, se puso tensa al escuchar el regaño de la directora.

Me empecé a inquietar más de lo que ya estaba, faltaba poco para que me empezará a faltar la respiración y ya me comenzaba a marear.

— Alleine, esa no es forma de contestar — advirtió mirándome a los ojos. Asentí dando entender que no lo haria, pero con la poca paciencia que tengo lo dudo.

— Lo siento, me exalte un poco, porque me está haciendo quedar mal con mi madre y usted con cosas que no he hecho — pose mi mirada directamente a los ojos de la directora sin vacilar — creo que es normal de un adolescente el desvelarse, y admito que es mi error dormirme en su clase. Pero siempre le entrego los trabajos.

— ¿En donde esta mi proyecto final?, no tengo los trabajos de la semana pasada — me interrumpió obteniendo la vista mía y de mi madre. Por su lado la directora abrió la carpeta que tenía sobre su escritorio, donde la maestra Yuliana tenía todos los registros.

— Es verdad, no has entregado los trabajos de las últimas semanas.

Sentí la mirada penetrante de mi madre sobre mi espalda. Y si era verdad que la última semana no he entregado nada. Pero es por que no me ha dejado entrar a clase.

— Eso es porque no me los había querido recibir, y el que me haya saltado sus clases no era porque no quisiera entrar. Me restringió la entrada hasta que vinieran mis padres.

— Señora directora, es cierto que es mi responsabilidad ver de mi hija y no lo quiero poner como escusa, pero mi trabajo es muy agotador y apenas me da tiempo. Yo sigo la vida laboral sabiendo que cuidan de mi hija, ¿como es que debería reaccionar ante esto? Se que es mi culpa el no venir, pero creo que no es correcto prohibirle la entrada a un alumno. - la directora asintió.

—me sorprende mucho verla aquí señorita, por que siempre me han hablado bien de usted sus maestros - no me esperaba que la directora dijiera algo como esto y menos ver como mi madre pelea con una maestra. Era algo completamente nuevo.

Al parecer no hibamos a llegar a nada si la situación seguía así, la maestra se quedaba sin argumentos y al parecer la directora se empezaba a impacientar con todo esto. Más cuando aunque mi madre se calmara, Yuliana levantara la voz. Ocasionando varias llamadas de atención por parte de la directora.

— debido a que entregaste todos tus trabajos, como siempre bien echos, te dejaré la calificacion de 9.5 ya qué la maestra te cancelo el examen - tanto mi madre como yo a sentimos, se llegó el acuerdo de que me cambiaria de clase, ahora tenía que estar una hora más en la escuela, para tomar historia con la maestra Rosa. Al menos ya no tenía que ver a la miss Yuliana, así que acepte.

Existencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora