Capítulo XVI

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Nota: su nombre completo es: Allen Alleine Schneider Suárez y se pronuncia; Halán Alaina snaida Suárez





Música. Nunca me puse a pensar qué sería de mi vida sin ella. No hay día, ni minuto qué no la escuche.

Diría que soy tan fan de la música, que cada que sale una canción de mis artistas favoritos, me aprendo la letra en cuestión de minutos. Soy tan fastidiosa con una canción que gusta al grado de ponerla más de 100 veces al día.

Pero aprenderme coreografías nunca fue lo mío, después de todo el rock no tenía tales. Ver al chico moverse tan bien y con los mismos pasos qué MV me parecía fabuloso.

En la media hora que llevábamos ensayando, veía el paso, lo repetía, me colocaba en mi lugar y a la hora de hacer el paso, mi cabeza se receteaba y se quedaba sin sistema. No podía recordar lo que hace menos de un minuto había visto.

- es que por dios, ¿como se supone que haga eso? - mi vista no se apartaba del teléfono e intentaba acomodar mi cuerpo a como hiba los los movimientos, pero a la hora de dar el siguente paso, mis manos y el cuerpo en general se trababa y no sabía que hacer.

- solo mueve tus manos de esta forma - se aposiciono a un lado mio e hiba imitando los movimientos tratando de hacer lo mismo, pero a la hora de hacerme para atrás y hacer un tipo salto con la mitad del cuerpo superior me trababa, el parecía hacerlo tan fácil y yo no podía hacer lo bien.

- bien, bien, descansemos un rato. Ya me mareé - una carcajada y un sentimiento de cabeza fueron su respuesta.

- lo estas haciendo bien - mi rostro pinto una sonrisa dejándome caer sobre el pasto.

- No mientas soy pésima en esto - mi vista se quedo fija en el cielo, esta totalmente nublado y agradezco que así sea, si no ya me hubiese desmayado desde hace tiempo.

- No miento, lo intentas a pesar de que no sabes, solo te estoy alentando para que no te rindas. -

- ¿por que haces eso? - la pregunta salio de mis labios antes de procesarla.

-¿qué cosa?, ¿alentarte? - su semblante sorprendido me alarmó más que ni siquiera procese todo -¿tus amigos no te trata así?

Sonreí

- no - solté. Su rostro empalecio y quise reírme por eso.

Me cuesta trabajo hacer esto. Cuidar mis palabras para no lastimarlo.

- no tengo amigos - me puse en posición de loto.

Mi vida no era normal como la de cualquier adolescente, el simple hecho de que necesite de drogas para olvidarme de mis problemas me hace diferente.

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