School luv affair ♡ YoonTae

Lección final

El proceso para convencer a los padres del menor es tedioso, en especial a Woobin, que opina que su pequeño trozo de cielo es joven para ir a vivir con su novio, pero lo consiguen al final, SeooJon ayuda en el proceso.

No tardan mucho más de dos meses en encontrar una casa que se ajuste a lo que necesiten, con un pequeño jardín para los cachorros, tiene tres cuartos, uno de dormitorio común, otro para Taehyung para pintar y otro para Yoongi para corregir exámenes y trabajos.

Además de un cuarto de baño y una cocina bastante grandes, perfecto para una pareja que lleva pocos meses de relación y quiere formar un ambiente tranquilo y relajado.

Independientemente de lo que Yoongi quiera o no, la casa la ambientan conforme a Taehyung le gusta, con colores vivos, llena de pequeños detalles, algún que otro peluche de Kumamon, hay algunas plantas y, sobre todo, muchísimas luces.

Yoongi ha tenido suspiros de derrota frente a todas y cada una de las cosas que excesivamente llamativas que han colocado, pero sólo ha asentido, siendo deslumbrado por la sonrisa de su menor.

Hoy definitivamente se mudan ahí, y el mayor, por hacer la gracia quiere hacerlo al estilo nupcial, Taehyung muerto de vergüenza accede y se deja coger en brazos, entrando los dos por la puerta cómo si fuese su noche de bodas, aunque en realidad es casi como si lo fuese.

El pelinegro tiene cristalino cuál es su siguiente objetivo y cómo se celebran las verdaderas noches de este tipo, así que no se piensa ni un segundo el llevar a su menor al cuarto, guiñándole un ojo a Holly que se queda en la puerta, antes de cerrarla.

Se sienta con Taehyung en la cama, dejándolo sobre su regazo y sonriéndole con cariño, apartando algunos mechones azabaches de su rostro, el cual tiene ahora unos ricitos hermosos.

- Bienvenido a casa, amor – Le susurra, mirándole divertido.

- Igualmente, Yoonie – Sonríe, con el corazón latiéndole con muchísima fuerza.

Ambos se quedan unos momentos así, perdiéndose en la mirada del contrario, reviviendo cada parte de su historia juntos.

Yoongi recuerda con claridad cuándo lo vio entrar a clase por primera vez, le maravilló ese aura tierna que tenía, el leve sonrojo en sus mejillas, cómo pasaba totalmente desapercibido en el aula, no se juntaba en el aire y solía tener la mirada perdida.

Taehyung rememora en el momento en el que el mayor le llamó la atención en clase y le miro con esos ojos dominantes antes de decirle que fuera a su despacho después, jamás podrá arrepentirse de haberse distraído, de haber sido el niño obediente que era e ir corriendo a disculparse con su profesor.

Porque gracias a todo eso, ahí estaban, comenzando una nueva vida juntos que esperaban compartir para siempre.

La distancia se corta, uniendo sus labios en un beso que, aunque debiera ser tierno, se torna salvaje en un segundo, las lenguas se enredan y se saborean mutuamente, recibiéndose nostálgicas como si no se hubieran encontrado en demasiado tiempo.

Poco a poco lo pone sobre la cama, poniéndose lentamente entre sus piernas acariciando por debajo de su camiseta, deleitándose en la piel tersa de su menor, erizándole con cada toque.

- Amor, date la vuelta ¿Quieres? – Pregunta meloso, obteniendo un asentimiento.

Taehyung se voltea, quitándose la camiseta por el camino, estremeciéndose cuando su ropa inferior es bajada con prisa. Yoongi baja por su espalda, besando cada vertebra de su columna, llegando a su trasero, el cual abre y lame.

Se retuerce ante la lengua experta del mayor, que lame con gula y burla el principio de su cavidad, haciéndole gemir en alto, encantado por lo bien que se siente. La traviesa sin hueso intenta penetrar dentro, dilatándolo con premura, quiere enterrarse ahí cuanto antes, pero quiere disfrutar primero.

Un dedo largo y blanco se introduce feroz en ella, viendo el dueño de éste maravillado como se lo traga sin esfuerzo ninguno, añadiéndole un segundo acompañado por su lengua que no se ha detenido en ningún momento.

- Profesor Min ~ Ah ~ - El castaño gime retorciéndose.

Sonríe e introduce un tercer dedo, aumentando la velocidad de sus dígitos y de su lengua, arrancando exquisitos gemidos que nublan su cerebro, con los sentidos disparados por verle tan sumiso, tan excitado, tan sometido por él.

La mano libre que tiene se cierra sobre una de las nalgas del menor, sonándose la cachetada por toda la habitación, a compas con el precioso gemido de placer que sale de lo más profundo de la garganta de Taehyung.

- Eres exquisito, angelito – Ronronea, alejando su lengua de la cavidad – ¿Empezamos?

- S-Sí... Mmgh ~ - Taehyung se retuerce.

Yoongi saca los dedos, posicionando su miembro alineando su entrada, enterrándose con un gruñido casi de victoria por la intromisión, estampando con rudeza a Taehyung contra la cama por el vaivén violento de embestidas que emplea contra la cavidad de su novio, disfrutando de estrenar así su nueva vivienda.

El duro agarre en sus caderas deja los dígitos del mayor, grabados a fuego en su piel acaramelada, más las brutales embestidas a las que está siendo sometido hacen que se agarre con fuerza a las sábanas, apretando mucho su entrada al hacerlo, que rodea aún mejor a la polla del mayor, que sigue penetrando sin parar.

Yoongi sube una de sus manos a los rizos de su novio, tirando de ellos hacia arriba y atrayendo los labios de Taehyung a su boca en una posición tan incómoda como caliente.

El ritmo de las embestidas se sincroniza con el de las lenguas, subiendo la temperatura de la habitación.

Yoongi aprieta ambos agarres y muerde el labio inferior de Taehyung, embistiendo a un nivel que les corta la respiración, corriéndose juntos con fuerza, soltando un suspiro de cansancio a la vez.

El mayor se sale, tirándose en el lado contrario a Taehyung. Ambos se miran, riéndose levemente totalmente cómplices, entrelazando las manos.

- Ya hemos estrenado la casa hyung – Sonríe el menor.

- Nos quedan muchos más sitios que estrenar – Yoongi le guiña – Pero ¿Sabes qué?

- Dime, Yoonie hyung.

- Tenemos toda la vida para hacerlo – El mayor le mira con cariño, derritiendo su corazón.

Ambos rostros se acercan y se besan, dándose el beso tierno que debían darse antes, diciéndose con él, lo mucho que se aman.

En ese momento, el timbre suena, sacándolos a ambos del beso que compartían, fruncen el ceño, sin saber quién puede ser a esas horas. Con lentitud, se visten de nuevo y andan a la puerta, llevándose una gran sorpresa cuando la abren.

Una cajita de cartón, con una pequeña y adorable bola de pelos en ella, que los mira curiosos, Holly se acerca, moviendo el rabito a hacerlo.

A Taehyung se le suben los colores a la cara y Yoongi sonríe en grande, ahí tienen al cuarto miembro de su pequeña familia, no saben quién ha sido, pero les agradece con toda su alma que su nuevo bebé este entre ellos.

Ahora están plenos, contentos y felices, dispuestos a pasar juntos hasta el último de sus días.