II

3.2K 387 54
                                    

— ¿Tu cumpleaños no es como dentro de un mes, Quackity?— preguntó Rubius, sin quitar la vista del juego.

— respondió Quackity sin más.

Se habían juntado en casa de Vegetta para jugar con la Playstation y comer chatarra hasta que no pudieran más, y llevan al menos dos horas haciendo eso.

Para ese punto Rubius y Vegetta habían jugado al menos tres partidas y estaban muy emocionados, a menos de un metro de la tele, moviendo el mando con furia mientras intentaban matar a la mayor cantidad de soldados del equipo contrario y sin ser aniquilados.

Por su parte, ni Luzu ni Quackity estaban interesados en pelear por jugar (ya que ninguno de los chicos dejaba el mando sin pelear por continuar), así que se habían acomodado en el sillón, con Quackity acostado sobre el mismo y con la cabeza descansando en las piernas de su novio.

— ¿Diecisiete, verdad?— preguntó Vegetta.

— respondió de nuevo el pelinegro, cerró los ojos cuando sintió los dedos de Luzu acariciar su cabello, haciéndolo sonreír.

— ¿Cómo te acuerdas que será el cumpleaños de Quackity y olvidaste el mío?— preguntó Vegetta, ofendido, mirando a Rubius con el ceño fruncido.

— Recuerdo el cumpleaños de Quackity porque sé que es como un mes después que el tuyo— respondió.

— Un mes y doce días— corrigió Luzu.

— Hasta Luzu recuerda mí cumpleaños, y ni siquiera es mí novio— murmuró Vegetta, ofendida.

— Bah— masculló Rubius—. Como si supieras mí cumpleaños...

— Trece de febrero— respondió automáticamente.

— Tú tienes mejor memoria que yo— se objetó el otro—. Y si tanto quieres a Luzu porque recuerda tu cumpleaños que sea él tu novio.

— Luzu, ¿Quieres ser mí novio?

Luzu frunció el ceño, mirándolo con una mueca, no podía imaginar salir con el chico, pero al ver que el chico se giraba hacia él, haciendo un gesto con la cabeza hacia Rubius y le guiñaba un ojo para que siguiera el juego, el castaño comprendió.

— Me encantaría, Vegetta— dijo—. Pero no podría dejar a Quackity, ¿Te importaría una relación de tres?

— Ni un poco— respondió el chico en la silla, con una sonrisa divertida.

— ¿A ti, bebé?— Luzu miró a Quackity, quien intentaba no reírse en voz alta por lo absurdo de la situación.

El pelinegro negó, sonriendo con gracia.

— Genial, desde hoy es el día del Luckitygetta— dijo Vegetta, un poco más alto de lo normal para que Rubius los escuchara claramente.

El rubio estaba ofendido, apretó el mando con algo de enojo, voltéandose para verlos con el ceño fruncido.

— Genial, que lindos amigos, dejándome afuera de los tríos, malditos-

— ¡Te mataron!— canturreó Vegetta, al ver la mitad de la pantalla de la televisión, que correspondía al mando de Rubius, en color rojo con el cartel de "Game Over", y no pudo evitar reír al escuchar al chico insultar con palabrotas que jamás había escuchado en su vida por un estúpido juego.

Loud ๑ Luckity ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora