Loud ๑ Luckity ②

XXVIII

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Pasaron la mañana acomodando el poco equipaje que tenían, aunque sólo había que hacer un lugar para los pocos regalos que había recibido Quackity por parte de su familia, ya que la mayoría le había dado dinero.

Para el mediodía ya tenían todo listo, y Quackity tenía más ganas de volver que en todo el viaje.

Luego de su último almuerzo, el padre de Quackity salió a comprar helado, para celebrar su última cena ahí, ya que pensaban volver antes de la cena. Para cuando regresó, ya habían quitado toda la mesa, y aguardaban con cucharas y copas de helado.

— Quackity, adivina a quién me encontré— fue lo primero que dijo el hombre al entrar, sonriendo ampliamente, detrás de él apareció un chico tan sonriente como él, Quackity lo miró sin reconocerlo.

El chico castaño sonrió con vergüenza, acomodando su pelo castaño claro hacia atrás, Luzu lo miró casi con desconfianza, era más bajo que él y bastante delgado, aquel desconocido rió con nervios, miró al hombre esperando que le dijera.

Quackity vió al chico encoger su hombro por un segundo, en un tic, sintió que lo conocía, aunque no caía aún.

— ¿Ya olvidaste a Charlie?

Quackity abrió los ojos ampliamente al escuchar ese nombre, se levantó en seguida de la mesa para abrazarlo.

Luzu los vió sonreír con tanta felicidad, abrazarse con tanto cariño que sintió cómo una parte de su interior de estrujaba de celos.

— ¿Cómo has estado, Quackity?— preguntó Charlie, separaron el abrazo, pero Quackity mantuvo sus manos en los hombros del chico y el otro aún tenía sus manos en la cintura del pelinegro.

Luzu mordió sus labios con fuerza.

— Me dijo tu padre que puedes hablar.

— Sip— dijo el chico, sonriendo hermosamente, aunque había sonado como un "Chip" que había llenado de ternura a Charlie.

Luzu notó de nuevo ese tic de su hombro, al reír, este pareció aumentar un poco su fuerza.

El chico saludó a la madre de Quackity, también con un cálido abrazo, luego fue hacia la tía Alice hasta terminar con Luzu, quien tenía el ceño fruncido al ser abrazado.

Quackity volvió a sentarse a su lado, y el castaño tomó su mano, entrelazando sus dedos, en un acto más posesivo que tierno.

Charlie pareció no verlo, y se sentó al otro lado de Quackity.

— Ha pasado un tiempo, Charlie— dijo la madre de Quackity, el muchacho asintió—. Quackity y Charlie eran compañeros de escuela— dijo la mujer, mirando a Luzu—. Y veo que tú Tourette ha disminuido.

Charlie asintió, sonriendo un poco.

— Comencé a tomar medicamentos para calmarlos— explicó, sin dejar de ser interrumpido por el tic del hombro—. Empeoraron desde el año pasado, pero ahora están mejor.

La mujer asintió, pareció no querer tocar el tema, así que lo ignoró, cambiando el rumbo de la conversación.

— Aún recuerdo cuando Quackity recién había empezado en la escuela— dijo, con una sonrisa—, él tenía siete años y tú nueve, y al terminar las clases te me acercaste para darte permiso para salir con mi Quackity.

Quackity se ruborizó, Charlie cubrió su rostro con vergüenza.

Luzu frunció el ceño.

— Quackity era muy lindo— dijo, se volteó un poco hacia él, mirándolo con una sonrisa—, lo sigue siendo.

Luzu se sintió aún peor, sin querer se acercó más a Quackity, abrazándolo por la espalda.

— Oh, oh, novio celoso en la mira— dijo la tía Alice, para que los demás rieran un poco.

Charlie asintió.

— Ya veo— dijo el de ojos verdes—. No te preocupes, Quackity no es más mí tipo.

Luzu se obligó a calmarse, pero Quackity estaba divertido por la situación.