VI

2.6K 319 7
                                    


— Algún día tendrás que decirles, Quackity— dijo Luzu, de brazos cruzados.

Hacía como una hora que Quackity había convencido a Rubius de que el tema de los medicamentos no tenía importancia.

Ahora, ambos estaban en casa, y Quackity estaba en su tercer intento de pasar la pastilla, con las mejillas infladas y el ceño fruncido por las palabras de su novio.

Tragó con fuerza lo que tenía en la boca y bebió unos cuantos sorbos más para quitarse el sabor de la pastilla de la boca, al terminar, dejó la botella de agua sobre la mesa, con la vista baja.

— Quackity, ¿Recuerdas cuando yo me enteré de eso?— dijo Luzu con suavidad.

Quackity asintió, por alguna razón se sentía como avergonzado, o culpable, quizás por haber visto tan mal a Luzu por ese tema.

— Hay cosas que deben decirse, ¿Recuerdas?.... Por más tristes que sean.

Quackity no respondió, frunció el ceño, algo molesto.

A él no le gustaba hablar de eso, y creía que Luzu debía respetarlo.

En su pequeño enojo, no notó que Luzu se había acercado a él, pasando un brazo sobre sus hombros en gesto protector, el castaño dejó un pequeño beso en su mejilla para que le prestará atención, Quackity alzó la vista hacia él, fijándose en los ojos gatunos que lo miraban con algo de tristeza.

— Sólo digo, Quackity, no te pongas así— dijo, en tono suave—. Pero cuando yo me enteré... No fue el mejor momento, no sé sintió bien y en serio tuve mucho miedo de perderte... No digo que si me lo hubieras dicho antes no me habría sentido así, pero... Quizás me habría ahorrado algo de desesperación— hizo una mueca, insatisfecho con las palabras.

No podía decir correctamente las cosas, esperando que Quackity lo hubiera entendido; porque simplemente no podía decirle "Quizás hubiera estado un poco más preparado", porque sonaría horrible, pero era lo más cercano a lo que sentía.

— Si lo que pasa es que no te gusta hablar de eso, dilo también— continuó—. Pero lo que tienes es importante— la vista de Luzu subió de los ojos de Quackity hacia su cabeza, acariciando su cabello con cariño—, creo que como tus mejores amigos, merecen saberlo.

Quackity se sentía repentinamente mal, por más que una parte de él quería seguir sin decir nada, sabía que no podría guardarlo por siempre, y Luzu tenía razón.

Prefería decírselo a los dos chicos sentados cómodamente en alguna de sus juntadas antes de tener que enterarse en una sala de hospital o con su llorona madre (por más que no quería que algo así pasará de nuevo, no podía olvidar la posibilidad).

Quackity prefería ver todas las opciones negativas, para estar preparado para cualquier cosa que pudiera ocurrir, para no sentirse tan mal después.

Luzu limpió una lágrima que había escapado, que Quackity no había sentido, eso lo había hecho despertar un poco, irguiéndose de golpe, negando, borrando la idea de llorar.

El castaño se apartó un poco de él con ese gesto, pero volvió a acercarse cuando Quackity lo miró, luego de haberse frotado el rostro con las mangas de su buzo.

— ¿Estás bien, bebé?

Quackity asintió y forzó una pequeña sonrisa que Luzu apenas creyó.

Loud ๑ Luckity ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora