XI

2.2K 333 59
                                    

En casa, Luzu se sorprendió un poco cuando Quackity tomó su mano, sin decirle nada, tomó un par de toallas del estante, dejándolas sobre el pecho del castaño para que las sostuviera.

— ¿Qué? ¿Para qué-?— Luzu dejó de hablar cuando notó que Quackity se dirigía hacia el baño.

De repente, la idea de lo que su chico quería apareció en su mente, y quiso irse y a la vez no.

Quackity lo hizo pasar al baño, cerrando la puerta detrás de él.

— ¿Quackity? ¿Q-Quieres que n-nos...?

Quackity rió ante lo ruborizado que estaba Luzu, quien había apretado las toallas con fuerza sin darse cuenta, todo gracias a lo nervioso que estaba.

El pelinegro tomó ambas toallas para colgarlas en los ganchos de la pared.

Se acercó a Luzu para dejar un pequeño beso sobre sus labios, miró los ojos del chico nervioso frente a él.

Baño de novios— respondió simplemente.

—¿Tú... En serio quieres...?— Luzu no podía creer a su lindo chico, aquel tímido que lo obligaba a voltearse para cambiarse y que era muy protector sobre su intimidad hacer algo así.

Quackity comprendió la sorpresa de su novio por lo que estaba haciendo, él no era de hacer esas cosas.

Soltó un pequeño suspiro, no quería decirlo, pero se sentía muy nervioso desde que había tenido su ataque de pánico, y la presencia de Luzu lo calmaba.

No quería separarse de él por el miedo a sentirse tan asustado como lo había estado, pero también se sentía sucio, quería borrar los recuerdos con una ducha, como si pudiera quitárselos así de fácil, necesitaba un baño.

Sonriendo de forma tímida, volvió a alzar la vista hacia Luzu.

Quiero... Estar contigo— dijo, bajo—. Y también quiero bañar-me— añadió, sin querer decir más.

Luzu respiró profundamente, intentando bajar sus pulsaciones.

— Está bien si así lo quieres, Quackity—dijo, acarició un poco el cabello del chico—. Sólo me puse nervioso porque creí que querías... Hacer algo.

Quackity tardó un momento en entender a lo que se refería, y Luzu rió con ternura hacia su inocente novio.

Al comprender, Quackity abrió los ojos como si se hubiera asustado, se ruborizó hasta las orejas y escondió el rostro en el pecho de Luzu, quien lo abrazó con algo de gracia.

— Está bien, bebé, no haremos nada, no te preocupes— dijo el castaño, frotando la espalda de Quackity.

Soy inocente— lo escuchó murmurar en su pecho.

— Claro que lo eres, amor.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★


que malinterpretaron lo que quería Quackity cochinotes (⁠☞⁠ ͡⁠°⁠ ͜⁠ʖ⁠ ͡⁠°⁠)⁠☞

Loud ๑ Luckity ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora