XII

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Con la llegada del postre, un simple pero agradable helado en copa, se dispersaron un poco de la mesa, llendo algunos hacia la sala o a la cocina, quedando en la mesa unos pocos, los más ancianos que no podían moverse demasiado, t un temeroso Quackity que revolvía el helado con la cuchara sin comer un bocado, escuchando a sus familiares hablar, aunque sin verlos, tenía la vista clavada en el postre.

Luzu lo había dejado, ya que estaba ayudando a la tía Alice con los platos y cubiertos y demás hacia la cocina, Luka se había ido por lo mismo, aunque a él lo tenían fregando.

Así que estaba refugiado detrás de su madre, sin decir nada.

— Hacia años que no lo veía, desde que se mudaron, está más delgado.

— Quackity creció mucho— dijo su madre, con una sonrisa orgullosa.

Los tres ancianos asintieron, Quackity sintió las miradas sobre él, sintiéndose incómodo y algo acalorado.

— ¿Y cómo está con el tema de su tumor?— preguntó, Quackity reconoció la voz de su tía abuela, la misma que había dicho ese doloroso "Al menos habla".

Quackity frunció un poco los labios, no le gustaba hablar del tema, a su madre tampoco.

— Bien— dijo la mujer—, está controlado, no es maligno, así que no es tan grave como suena.

Quackity admiraba a su madre muchísimo, hablaba con tanta facilidad de un tema que los tocaba a ambos demasiado.

— Y con este chico...— la vieja dejó la oración en el aire, esperando que la mujer le entendiera.

El chico se sintió enojado, ya estaban hablando de su novio, no quería que se metieran con él.

Esas personas no conocían lo maravilloso que era su chico, y sólo dirían cualquier cosa, los conocía.

— ¿Luzu?— preguntó su madre, quien era muy amable y se le notaba demasiado en el tono de voz, al punto que su hijo no supo si estaba fingiendo ser algo tonta por no ver a qué llevaría la conversación—. Es uno de los mejores chicos que conocí en toda mi vida, es como el hijo que nunca tuve, hasta vive conmigo, lo adoramos.

— Oh, ¿Lo adoptaste?— preguntó un hombre mayor, del cual Quackity no recordaba qué tipo de relación sanguínea tenía.

— Algo así— contestó su madre, con una sonrisa—. Tuvo un problemita... Y vino con nosotros, me ayuda con las cosas de la casa, comparte cuarto con Quackity y lo cuida y quiere muchísimo, es muy buen chico.

— ¿Comparten habitación?— dijo su tía abuela, abriendo los ojos ampliamente.

Quackity rodó un poco los ojos, de todo lo que habían dicho ella se había quedado sólo con eso.

— ¿No te asusta lo que puedan hacer? Ya sabes, son dos adolescentes sólos y- —la mujer agitó sus manos, como si todo explotara en caos.

— ¿Qué podrían hacer? ¿Hablas de el tema de las relaciones sexuales?— dijo su madre, la mujer asintió, como si fuera algo obvio—. Disculpe, pero lo dice como si fuera algo terrible, sabiendo que usted también tuvo relaciones sexuales— la mujer se encogió de hombros—. Si Quackity quiere tener relaciones sexuales con su novio está en todo su derecho en hacerlo, no me preocupo por eso, a demás de que conozco a Luzu, es un buen chico.

>> No hay nada terrible que puedan hacer dos chicos, novios, en una habitación; no planean asesinatos o bombas o apocalipsis... Hacen exactamente lo mismo que hizo en su momento usted con su marido, y no es nada raro, ni para preocuparse.

La mujer negó.

— Esas cosas antinaturales, son muy diferentes a lo que yo podría haber hecho— dijo la señora—. A demás todas las enfermedades que corren por ahí, que se contagian por esas cosas homosexuales, que mueren, el tema del SIDA y eso...— la mujer volvió a negar—. Son señales de Dios para que se extingan.

Tanto la madre de Quackity como este mismo la miraron con el ceño fruncido, una sonrisa forzada y falsa aún permanecía en el rostro de su madre, Quackity no sonreía ni un poco.

— Ton-ta— murmuró Quackity, levantándose, dejó la copa de helado sobre la mesa, con un poco más de fuerza de la necesaria, ya que el golpe hizo a varios voltear.

Con vergüenza, Quackity fue hacia la cocina, donde Luzu secaba un plato para colocarlo en una pila de otro montón de platos idénticos, mientras hablaba amenamente con Luka, quién tallaba círculos con la esponja sobre la porcelana.

— L-Luzu— habló Quackity, con inseguridad, llamando la atención del castaño, quién dejó lo que tenía en las manos para ir hacia él.

— ¿Pasa algo, bebé?— murmuró, mirando los ojos algo brillantes en lágrimas de su novio.

¿P-Podemos s-salir?— pidió, con voz temblorosa.

— Claro que sí, lindo— Luzu dejó un pequeño beso sobre su frente—. Quédate aquí con Luka un momento, iré a buscar nuestros abrigos, hace algo de frío afuera— murmuró, antes de salir de la cocina.

























Todos necesitamos a un Luzu en nuestras vidas😿














Mama de Quackity supremacy🛐




Baysss❤️

Loud ๑ Luckity ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora