X

2.3K 330 11
                                    


En el viaje de regreso, por más que ambos se sentaron en el asiento de atrás, Quackity parecía apartado, miraba a la ventana, ignorando completamente a Luzu.

El castaño no se iba a quedar así, así que pasó al medio del asiento, tomando la mano de Quackity, haciendo que esté se sobresaltara, se giró hacia él y tardó un momento en dejarlo entrelazar sus dedos.

— Siento que tengo que pedirte perdón— murmuró Luzu—, no supe qué hacer, Quackity, lo siento.

El pelinegro sonrió un poco, conmovido por el gesto de su novio.

No estaba enojado, simplemente se sentía mal con sí mismo, y quería estar apartado.

Pero sabía que no podía librarse de su sobreprotector novio.

Quackity asintió, abrió la boca para hablar pero la cerró, alzó la mano e hizo una seña.

"Está bien".

Luzu pasó la vista de la mano de Quackity hacia su rostro, viendo lentamente los ojos de Quackity enrojecer mientras él intentaba a aguantar el llanto.

— No, bebé— dijo, aunque su tono fue un poco brusco—. Tú puedes, lo sabes.

Quackity negó, mordiéndose su labio con fuerza, su mirada bajó hacia su regazo.

Luzu tomó con suavidad su rostro, alzandolo, los brillantes ojitos de su novio lo miraron, quebrándole un poco el corazón.

— Esto ya te pasó una vez, Quackity, ¿Recuerdas? Cuando volvimos de campament— el castaño esperó hasta que el chico asintió—. Esto es como cada vez que vuelves a hablar en las mañanas, ¿Sí? Cuando me das los buenos días, ¿Está bien?

Quackity sólo lo miraba, sus ganas de llorar se habían ido a pesar de que sus lágrimas seguían en sus ojos.

— Sólo te pusiste nervioso, bebé— dijo Luzu, refiriéndose a lo que le había contado la fonoaudióloga—. Nos pasa a todos, está bien, pero sabes que puedes, ¿Lo dices? ¿Por mí?

Quackity sonrió un poco, cerrando sus ojos un momento, buscando, como todas las mañanas, el punto exacto en su pecho de donde sentía su voz.

Tomando aire, lo logró:

Bu-Buenos días.

Quackity rió un poco, los labios de Luzu sobre los suyos lo interrumpieron, dejando un beso corto pero con ganas, haciéndolo sonreír.

La madre los miró con ternura por el espejo, sonriendo ampliamente mientras estacionaba el auto frente a su hogar.

Loud ๑ Luckity ②Donde viven las historias. Descúbrelo ahora