En Todas Las Formas

Cómo nos conocimos

Un fan puede ser tan leal como un mejor amigo. Te seguirá y te apoyará en todo lo que hagas. Yo no fui la excepción. Khun Sam, apodo de Samanun Anuntrakul, ha estado en mi radar desde que tenía 9 años. La conocí por accidente en la escuela, literalmente. Estaba demasiado distraída jugando con un cachorro en medio de la carretera y no me di cuenta de que un coche estaba retrocediendo y me hubiera atropellado.

"¡DETENTE!" Khun Sam se interpuso entre el coche y yo. El conductor bajó la ventana, molesto por la niña que acababa de detenerlo en su camino a un lugar importante. Luego miró por el espejo retrovisor y me vio asustada y llorando mientras sostenía al perro.

"¡Lo siento mucho!" Gritó sin bajarse del coche. Khun Sam me ayudó a levantarme y caminamos hacia un banco en la acera. El conductor se fue tan rápido como se disculpó. Qué grosero.

"¿Estás bien, cariño?" No podía hablar. Todavía estaba en shock. Lo único que me sacó de mis pensamientos fue el cachorro lamiendo mis lágrimas. Me reí por el gesto.

"Estoy bien, ¡muchas gracias!"

"No, ¡gracias a ti! Encontraste a Singha. Lo he estado buscando por todas partes." Ella acarició la cabeza del perro, y él movió la cola emocionado.

"¡Aw, es tan lindo! Ojalá tuviera un cachorro."

"¡Mon!" Mi madre, también conocida como la Maestra Pohn, vino corriendo hacia nosotras. "¡Vi todo, pero estaba tan lejos y temía que te hubiera pasado algo!" Me besó en la frente y me abrazó.

"Estoy bien, mamá. Ella me salvó." Miré a la chica adolescente a mi lado. "Espera, todavía no sé tu nombre."

"Puedes llamarme Sam. ¿Y cómo te llamas tú?"

"Mi nombre es Mon, apodo de Kornkamon." Khun Sam me sonrió, y juro que mi corazón se derritió.

"Mucho gusto, Mon. Maestra Pohn, ¡qué bueno verla de nuevo!"

"¿Cómo estás, Lady Sam? ¿Todavía causando problemas con tus amigas?" Sam se sonrojó.

"Tal vez un poco." Se rió y bajó la mirada. Mi corazón está latiendo tan rápido, y no sé por qué. Dos chicas mayores que luego descubrí eran Engfa Waraha, la hermana mayor de Sam, y Charlotte Austin, la novia de Engfa, vinieron corriendo hacia nosotras llamando a Sam por su nombre.

"¡Sam! Hemos hablado de esto. No puedes quedarte con Singha. La abuela nos matará a ambas y lo sabes." Sam miró a la otra chica, Charlotte, suplicante.

"Oh no. No me mires así, cariño. Sabes que tu hermana tiene razón. Si mi mamá lo permitiera, yo misma me quedaría con Singha, pero sabes que mi papá es alérgico a los perros."

"Pero no quiero dárselo a un extraño. ¿Qué tal si lo maltratan?" Quería hacer cualquier cosa para asegurarme de que Sam volviera a sonreír, así que se me ocurrió una idea con la esperanza de que mi mamá estuviera de acuerdo.

"¿Qué tal si se queda con nosotras, mamá?" Mi mamá me miró sabiendo que no podía decir no a mi carita de súplica. Suspiró derrotada.

"Solo porque Lady Sam te salvó la vida, así que es lo menos que podemos hacer por ella."

"¿De verdad?!" Dijo Sam.

"¡Sí, puedes venir a visitarlo cuando quieras!" Me abrazó a mí y a mi mamá.

"¡Muchas gracias! Lo visitaré tan pronto como pueda." En ese momento, Engfa recibió una llamada telefónica.

"Sí, abuela, ¡ya vamos en camino!" Engfa tomó la mano de Charlotte. Qué lindo. "Cariño, tenemos que irnos. Sam, despídete. Vamos." Engfa abrazó a mi mamá. "¡Gracias de nuevo, Maestra Pohn!"

"De nada, cariño. ¡Cuida de Charlotte por mí! Sabes, todavía tengo estudiantes hablando de sus locuras del año pasado." Charlotte intentó esconderse detrás de su novia y Engfa se rió.

"Me aseguraré de mantenerla fuera de problemas. Nos vemos luego, pequeña. Sam, te esperaremos en el coche." Engfa y Charlotte se despidieron y se fueron. Todo este tiempo solo he estado mirando a Sam jugar con Singha.

"Espero verte pronto, Sam." Le sonreí dulcemente. Sam le entregó Singha a mi mamá y se paró frente a mí. Acarició mi cabeza mientras sonreía.

"Te veré pronto, Mon. Cuida a Singha por mí." Quería decir que lo cuidaría con mi vida, pero me contuve. Sam se despidió con la mano y se dirigió hacia donde estaba su hermana.

Esa fue la primera vez que vi a Khun Sam, pero ciertamente no será la última.