En Todas Las Formas

Perdón

Terminamos acurrucadas en el sofá. La persona que me abraza con fuerza ha cambiado mi vida para bien y quiero asegurarme de hacer las cosas como es debido con ella. Mon se apartó de repente. Se levantó, se arregló el traje y se cruzó de brazos.

«¡¿Puedo recordarte, Samanun, que ayer fuiste una completa imbécil conmigo?!». De vuelta a la realidad...

"Mon, lo siento. De verdad que lo siento. No quise lastimarte y siento haberte alejado, literal y metafóricamente». Ella negó con la cabeza. No había notado sus ojeras hasta ahora.

"No te saldrás con la tuya tan fácilmente. Me dolieron mucho tus acciones, así que no te perdono. Pero gracias por las disculpas». Se miró rápidamente en el espejo y salió del despacho.

¡Maldita sea! Tengo que pensar en algo. No puedo permitir que Mon siga enfadada conmigo. No soporto la idea de haberla lastimado. ¡Uf! Samanun te metes en problemas y luego no sabes que hacer para solucionarlo.

Me senté en la silla de mi escritorio y di vueltas en ella esperando que se me ocurriera una idea por arte de magia. Yha entró en el despacho con unos documentos para que se los firmara. Ese es el trabajo de Mon.

«Umm Yha, ¿qué pasó con la señorita Kornkamon?»

"Lo siento, Señora Jefa. Dijo que terminaría su trabajo en casa y que me ocupara de todas sus necesidades. No se encontraba bien».

"Está bien, Yha. No es necesario. Tienes otras responsabilidades. Sigue trabajando en los detalles de la fiesta de la oficina». La despaché. Cerró la puerta y solté un gemido de frustración. Maldita sea, Sam.

Recogí mis cosas, le informé a Yha que tenía que ir a una reunión y que me llamara si pasaba algo. Conduje rápidamente hasta la casa de Mon. Una vez allí, me recibieron sus padres. Jugué con el pequeño Sam mientras esperaba a que Pohn llamara a su hija para que viniera a verme. Vi como Pohn volvía y se sentaba a mi lado. Miró a su marido sin saber qué hacer, pero yo sabía que Mon se había negado a bajar.

«No me iré hasta que hable conmigo, no importa el tiempo que tarde».

"Creo que es mejor que vuelva más tarde, Lady Sam. Mi hija es muy testaruda». Admitió Pohn.

"Lo sé. También sé que esta no es la forma correcta de decírselos, pero necesito que entiendan lo importante que ella es para mí. Estoy enamorada de su hija y metí la pata, y mucho».

«Sabía que había algo diferente en ella desde hace un par de semanas, pero Pohn no me creyó». Pohn golpeó a su marido Aon con el codo.

"¡Calla! Me alegro de que mi hija tenga tan buen gusto para su pareja, Lady Sam. Tenía la impresión de que estaba comprometida, pero le agradezco que nos lo haya dicho y no se preocupe, no nos importa en lo absoluto mientras Mon sea feliz."

«Pero ahora mismo no lo es». Bajé la mirada con tristeza mientras acariciaba la espalda del pequeño Sam.

"Las parejas tienen malas rachas. Tienen que hablar y superarlas juntas. Es la única forma de que cualquier relación funcione». Pohn aconsejó. Dejamos de hablar cuando vimos a Mon mirándonos desde las escaleras. Me miró, sacudió la cabeza y se dirigió a la cocina.

«Hablaré con ella». Me quedé a solas con Pohn.

«¿ Están seguros que les parece bien que salga con su hija?».

"Sólo nos importa la felicidad de nuestra hija y si esa felicidad es con usted, Lady Sam, Aon y yo no vamos a ir en contra de eso. Mon es adulta. Siempre ha sido la hija perfecta y ahora es su oportunidad de salir y encontrar su propia felicidad». Ella sonrió. Suena agradable tener unos padres que te apoyan en todo.

Mon y su padrastro salieron de la cocina. Ella se dirigió hacia las escaleras.

«Vamos». Me excusé y me llevé al pequeño Sam conmigo. Cerré la puerta y coloqué al pequeño Sam en el suelo. Abracé a Mon por detrás. "Debería irse, Lady Sam. No tengo nada más que decirle».

"Por favor, no me digas que me vaya. No puedo vivir sin ti, cariño. Ya no. Sé que ayer te hice sentir horrible y lo siento mucho».

«Sólo quería que te calmaras antes de que habláramos esa es la única razón por la que me iba con Nop.»

"Lo sé, lo sé. Estaba tan llena de rabia por lo que dijeron en la oficina, entonces te vi con Kirk y luego con Nop y me puse furiosa. Me encontré pensando que podrías estar saliendo con uno de ellos».

"¿Cuándo tendría tiempo para engañarte? Básicamente vivo en tu casa y si no, estoy aquí con mis padres. No hay nadie más».

"Ahora lo entiendo, cariño. Me pasaré el resto de mi vida pidiéndote perdón si es necesario. Sólo quiero que vuelvas a casa conmigo. Echo de menos tenerte allí». Me puse frente a Mon y me arrodillé. "Por favor. Te lo suplicaré si quieres. Seré Cham Cham. Cham Cham, el perro más leal y cariñoso, que sólo pertenece a Mon Mon». Me tocó la nariz.

«¿Mi Cham Cham?»

«Sólo tuya». Me levanté, la besé suavemente y pegué nuestras frentes. «Por favor, ven a casa conmigo». Ella asintió. «¿Sí?» Sonreí ampliamente. Ella se rió.

"Sí, Teerak. Me iré a casa contigo». La abracé con fuerza y suspiré. Sus abrazos son como un botón de reinicio. Inmediatamente me olvido de todo y siento felicidad.

«Te dejaré que recojas algo de ropa mientras bajo». Agarré mi teléfono. «Por cierto, le conté a tus padres lo nuestro». Me lanzó una almohada a la cara. La esquivé antes de que me diera.

«¡Sam!» Debí imaginármelo. Sonreí inocentemente esperando que no se enfadara. "Bajaré a hablar con ellos. Recoge algo de mi ropa. Intenta no soltar ningún otro secreto mientras estoy ausente». Le di un beso antes de que cerrara la puerta.

Llamé a la criada y le pedí que comprara flores, vino y que preparara camarones para la cena, sé que son los favoritos de Mon. Cuando volvió a entrar en la habitación, Mon me dio una bofetada en el brazo y luego me abrazó.

» Repito, juro que eras más dulce antes de que empezáramos a salir. Ahora me pegas todo el rato». Puso las manos en las caderas.

"¡Eso te pasa por decirle a mis padres! Menos mal que no se lo tomaron a mal». Le agarré las manos.

"Nadie nos va a separar. No lo permitiré». Me dio un beso y terminó de hacer la maleta. Revisé el informe de tráfico y nos daba tiempo suficiente para que la criada cocinara y preparara todo.

NOTA: Ya viene....👀