En Todas Las Formas

Bajo presión

He tenido un par de años difíciles. Mis padres y Song murieron. Engfa me dejó sola con la abuela y ahora soy la dueña y directora ejecutiva de una empresa que nunca quise. Ser rica no significa necesariamente que tengas responsabilidades. Podrías haber ganado la lotería y básicamente vivir con lo que tienes sin afectar a otras personas. Formar parte de una familia real sí significaba tener ciertas responsabilidades con la sociedad, pero eso sólo ocurría cuando estabas en la línea de sucesión al trono. Es curioso cómo pueden cambiar las cosas en un abrir y cerrar de ojos.

Hace unos años, tenía todo lo que quería, y mi única preocupación era si podía tocar correctamente una canción en clase de piano. Ahora tengo que preocuparme de que si cometo el más mínimo error toda la empresa podría estar en peligro y cientos de personas serían despedidas.

Ser directora ejecutiva no es tan malo. Es mucho trabajo, pero puedo manejarlo, y además la gente que trabaja para mí es muy diligente. La abuela se aseguró de ello antes de ceder las riendas de la empresa. Cada vez que tenemos que contratar a alguien nuevo, es agotador. Tienen que encajar perfectamente; no podemos contratar a cualquiera.

Hemos pasado semanas buscando al trabajador perfecto. Prácticamente tenían que ser Einstein para incorporarse a la empresa. Cuando vi los currículos, todos parecían suficientemente competentes, pero por alguna razón me sentí atraída por esta chica. No tenía experiencia laboral, pero había estudiado en la misma escuela secundaria y universidad que yo. También estudió marketing unos años después que yo, lo que significaba que sabía lo que hacía. Le entregué su currículum a Noi, la mujer de recursos humanos. Noi me miró incrédula.

«¿Está segura, señora jefa?». Asentí y la despaché.

Todo el mundo me tenía miedo. Eso era exactamente lo que yo quería. No quería que nadie pensara que no era lo suficientemente buena para soportar la presión, así que les di mi imagen de alguien a quien debían temer, y así lo hicieron. Mientras que la empresa funcionaba sin problemas, con algunas torceduras aquí y allá, mi relación con la abuela empeoraba cada vez más. Me presionaba mucho, como es comprensible, pero también parecía olvidar que soy la única nieta que le queda. Tengo 29 años y apenas sé lo que quiero en mi vida.

Tras graduarme en la universidad, lo primero que hice fue hacerme cargo del negocio familiar, lo cual fue un poco agitado, pero ahora todo está bajo control. La siguiente idea brillante de la abuela es que debería casarme y empezar a tener hijos. ¿Quién en su sano juicio puede pensar en eso cuando tengo todas estas cosas que hacer? La idea de casarme nunca se me pasó por la cabeza. Apenas había tenido tiempo de asimilar la muerte de mis padres y la de Song antes de que me empezaran a meter responsabilidades sin parar.

Todas las responsabilidades recayeron sobre P'Fa cuando nuestros padres murieron y ella nunca las quiso, pero esa no fue la razón por la que nos dejó solas a Song y a mí. Se fue porque la abuela se enteró de su relación con Charlotte.

La abuela es muy conservadora. Tenemos que seguir todas las reglas y todo lo que vaya en contra de ellas está prohibido. La idea de que Engfa fuera lesbiana y además saliera con una Austin era demasiado. Que la abuela le pidiera que dejara a Charlotte y se casara con un hombre fue todo lo que Engfa necesitó oír para coger sus cosas e irse. No fue la única. Charlotte también se fue.

La abuela ni siquiera intentó buscarla. Actuó como si Engfa nunca hubiera existido. Así que toda la presión recayó sobre Song. A Song no le importaba en lo absoluto. Al principio parecía que todo podía ser manejado por ella, y estaba casi lista para hacerse cargo de la empresa también. Fue entonces cuando la policía nos llamó...

Song volvía a casa de la empresa cuando un coche chocó contra ellos y la camioneta en la que viajaba volcó. Llevaron a Song al hospital, pero como no contactaron con nosotras a tiempo, murió a causa de sus heridas. La abuela soltó el teléfono cuando se enteró de lo ocurrido y empezó a sollozar desconsoladamente. Empezó a gritar el nombre de Song y ni siquiera tuve que preguntarle qué había pasado. Ya me había dado cuenta de que estaba completamente sola. Sin padres, sin hermanas, solo yo, la abuela y un negocio que nunca pensé que tendría que dirigir.

Todo lo que se necesita es un momento, un solo acontecimiento que puede cambiarlo todo para una persona. En mi caso, fueron tres acontecimientos y todos sucedieron en un par de meses. Lo que quedaba de mi corazón y mis sentimientos los escondí como Fa me había enseñado. Sonrió cuando estoy enojada, triste y cualquier otra emoción. Y cuando estoy feliz... ¿A quién quiero engañar? No he sido feliz desde que tenía 16 años.