Broma de Halloween

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Punto de vista de Engfa

Charlotte y yo apenas teníamos tiempo para hacer otra cosa que trabajar, dormir, comer y estar con Song. Song era el bebé más perfecto. Dormía la mayor parte del tiempo y solo lloraba cuando tenía hambre. Me recordaba mucho a Song. Ella también era así. A veces iba a verla cuando estaba en la cuna. Normalmente estaba despierta por la noche pero no lloraba ni nada. Sólo miraba al techo, jugaba con sus pies o con su patito de goma, que era uno de sus juguetes favoritos.

Esta noche, mi hijo decidió que no dormiría. Char tenía una reunión muy importante mañana, así que me ocupé de él. Lo intenté todo. Le cambié el pañal, le di un baño tibio, le di de comer, jugamos peak-a-boo, pero nada funcionó. Intenté mecerlo para que se durmiera con música, pero me dolía la garganta, así que era más como si un gallo intentara cantarle.

«Bueno, yo también necesito dormir, cariño, así que voy a contarte un cuento. Esto le pasó a tu tía Sam. ¿Recuerdas que te hablé de ella?» Había dejado de llorar y me miraba fijamente mientras yo hablaba. «Sam siempre había sido una niña valiente hasta el último Halloween que pasamos todos juntos. Sam, Song y yo estábamos planeando la mejor fiesta de Halloween para la familia. No podíamos invitar a amigos porque no era un evento formal, que es a lo único que asiste la realeza».

Empezaba a dormirse, así que continué la historia.

"Las tres elegimos un disfraz para llevar. Yo era un gladiador, Song era una boxeadora porque no quería gastar dinero en un disfraz, así que eligió ropa que ya tenía, y Sam se vistió de princesa. Jugamos al escondite, comimos dulces con nuestros padres e intercambiamos historias de fantasmas. Lo que Sam no sabía era que Song y yo íbamos a asustarla».

Lo llevé a la cuna acostándolo suavemente. Estuvo a punto de despertarse con el movimiento, pero le froté la barriga para que siguiera durmiendo.

«Cuando Sam se durmió, Song y yo empezamos nuestra travesura. Hay una leyenda en Tailandia sobre la Krasue. Se supone que es una mujer hermosa con los órganos colgando del cuello, lo que significa que no tiene cuerpo. Tu tía Sam tiene miedo de los fantasmas, pero sobre todo de la Krasue. Con una grabadora que pusimos debajo de su cama, se despertó con la canción de la Krasue. Sabía que era una broma, pero no sabía de dónde venía la canción».

Song ya estaba dormido, pero seguí contando la historia para mí.

«Song y yo estábamos en su armario, que era un vestidor, así que teníamos muchos sitios donde escondernos. Sam revisó casi toda su habitación excepto allí. Habíamos colocado un alambre en la puerta para que cuando Sam la abriera un maniquí, que pintamos para que pareciera la Krasue, se moviera hacia ella y la asustara, que es exactamente lo que pasó. Sam salió corriendo y gritando a todo pulmón. Mamá y papá se despertaron sobresaltados mientras Song y yo nos partíamos de risa».

Charlotte se había despertado y entró en la habitación. Se aseguró de que Song dormía. Palmeé mi regazo y ella se sentó en él mientras ambas estábamos en la mecedora junto a nuestro hijo. Me pidió que siguiera.

«Mamá y papá nos regañaron por asustar a Sam. Sam ni siquiera nos miró durante los dos días siguientes, incluso durmió con ellos. Pero Sam se vengó. Unos días más tarde con la ayuda de mamá y papá. Cavaron un agujero en el patio trasero. Todo lo que Song y yo oímos fue un grito que venía del jardín. Corrimos tan rápido como pudimos. Cuando nos acercamos, uno de los zapatos de Sam yacía sobre la tierra. Grité por Sam cuando la vi cubierta de tierra y con lo que parecía sangre en la cabeza. Entre Song y yo la levantamos y gritamos llamando a mamá y papá. Vinieron corriendo detrás de nosotras. Sam no se despertaba y estábamos muy asustadas".

«¿Fue sólo una broma?» preguntó Char.

«Una muy mala, sí. Mamá y papá le hicieron cosquillas a Sam que la hicieron reírse y abrir los ojos. Song y yo estábamos muy confundidas. Mamá frotó la mayor parte de la suciedad de Sam, mientras que papá usó una servilleta para limpiar su supuesta herida que era sólo salsa de tomate. Song y yo estábamos muy enfadadas, pero sabíamos que nos lo merecíamos. Nunca más tuvimos la oportunidad de molestar a Sam".

«Las echas de menos, ¿verdad?»

"Más de lo que podría decirte, pero sé que Sam estará bien. Es la más fuerte de las tres. Además, este niño me recuerda tanto a ellas cada día. Ojalá algún día pueda volver a ver a Sam».

«Lo haremos cariño». Ella depositó un suave beso en mis labios. «Ahora, vamos a la cama.»

«Pero ya no tengo sueño». Hice un puchero cuando se levantó y se dirigió hacia la puerta.

"¿Quién ha dicho dormir, mi pequeña bromista?". Sonrió con satisfacción y se dirigió a nuestro dormitorio. Me levanté rápidamente y volví a fijarme en Song.

«Buenas noches, hombrecito. Puede que mañana por la mañana tengas otro hermano». Me reí entre dientes, cerré la puerta tras de mí y corrí a nuestra habitación. Mi mujer me esperaba.

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