En Todas Las Formas

La importancia de Singha

Dejar a Singha fue un poco más fácil sabiendo que la Maestra Pohn y Mon lo cuidarán. Me subí al coche que la abuela envió para recogernos en la escuela. Engfa y Charlotte estaban en su propio mundo, siendo amorosas, y yo simplemente miraba por la ventana preguntándome por qué todo era tan complicado. Apenas tengo 12 años y ya siento la presión que la abuela pone en toda la familia.

Mis padres me regalaron un perro antes de dejarnos bajo el cuidado de la abuela. La abuela odiaba a Singha a pesar de que se comportaba muy bien. Singha había estado con nosotros los últimos meses, incluso si la abuela gritaba a mis padres por traerlo a nuestras vidas. Singha se convirtió en mi mejor amigo. El único que nunca me pedía nada. No tenía que fingir ser alguien que no soy con Singha. Estaba profundamente en mis pensamientos cuando sentí que alguien me tocó el brazo con su codo.

"¡Hey, niña! ¿No te vas a despedir?" Habíamos llegado a la casa de Charlotte y ni siquiera me di cuenta. Ojalá pudiera vivir aquí. Sus padres eran tan despreocupados y divertidos. Aceptaron la relación de Engfa y Charlotte desde el principio. Eso es algo que la abuela nunca hará.

"Lo siento, estaba pensando en Singha." La abracé y le di un beso en la mejilla. Charlotte me despeinó, haciéndome reír.

"Estará bien. Podemos ir a visitarlo pronto, ¿de acuerdo?" Asentí feliz. Engfa y Charlotte se dieron un beso. Siempre siento mariposas en el estómago cuando las veo hacer eso. Supongo que solo estoy feliz de que mi hermana esté feliz. Engfa volvió al coche, y nos dirigimos a la casa de la abuela.

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Extrañaba mi verdadero hogar. Tuvimos que quedarnos con la abuela durante los próximos meses porque mamá y papá están haciendo negocios en el extranjero. Singha fue su regalo de despedida para todos nosotros, pero principalmente para mí. Le pedí a papá que si podía tener una mascota hace unos meses y él dijo que si me portaba muy bien y sacaba las mejores notas posibles, me conseguiría una. Mamá estaba dudosa al respecto. Dijo que era una responsabilidad muy grande. Le supliqué que me dejara demostrar que podía ser muy responsable. Al final, estuvo de acuerdo.

El día que obtuve a Singha fue el día más feliz y triste. Mamá y papá nos dijeron que nos mudaríamos con la abuela, un hecho que Engfa odiaba mucho. Song, mi segunda hermana mayor, tampoco estaba muy contenta, pero solo asintió y abrazó a mamá y papá. No me importaba dónde viviera, solo no quería que mamá y papá se fueran. Rara vez los veíamos y ahora se iban a los Estados Unidos para abrir una nueva sucursal en el negocio familiar, lo cual tomaría meses.

"¿Tenemos que quedarnos con la abuela? Apuesto a que la familia de Charlotte nos acogería."

"Fa, ya sabes cómo se siente tu abuela acerca de los Austins, especialmente de Charlotte, así que la única opción es quedarnos aquí con ella. Solo será por un par de meses." Engfa suspiró y asintió.

"¿Podré seguir practicando deportes? Sabes que a la abuela no le parece femenino." Song tenía otras prioridades.

"Hablamos con tu abuela sobre eso. Tus rutinas no van a cambiar, solo estarás en un lugar diferente mientras estemos fuera." Dijo mamá.

"¡Qué bien! Estamos entrenando muy duro para ir a los nacionales y no quiero perderme eso." Song era la deportista de la familia. Jugaba baloncesto y fútbol. Lo mejor era ir a sus partidos y animarla. Después de los partidos, ganaran o perdieran, siempre íbamos al cine y a tomar helado. Era una muy buena tradición familiar.

"Recibirás una gran recompensa si ganas el próximo partido, ¿de acuerdo?" Ofreció papá.

"¡Ohh, no puedo esperar!" Song saltó emocionada.

Engfa era la mayor y toda la responsabilidad y las exigencias de la abuela recaían sobre sus hombros. La única vez que vi su sonrisa genuina fue cuando estaba con Charlotte. Es por eso que la abuela siempre lo desaprobó. Dijo que no era lo suficientemente femenina y que se estaba volviendo como los hijos de los Austins, groseros, descuidados y problemáticos.

Song, siendo la segunda hija, nunca fue empujada para cumplir con el mismo nivel de expectativas que Engfa, por lo que tenía una vida un poco más relajada. Era brillante en los deportes, pero no quería seguir los pasos de mamá y papá, y eso estaba bien para ellos. Mamá y papá dijeron que harían lo que sea necesario para que todos fuéramos felices. Mi vida se basaba en el colegio y seguir siendo la niña de papá. Siempre he sido la más mimada de la familia, pero si me porto mal, no recibiré una golosina o algo que quiero.

En resumen, Singha fue la última sorpresa que recibí antes de que mamá y papá se fueran. Tuvimos que encontrarle un lugar, ya que la abuela no lo permitiría. Lo extraño mucho, pero sé que estará bien. Y si mamá y papá preguntan cómo estoy cuidando de él, podré decirles todo con una sonrisa en la cara.