En Todas Las Formas

Dos mundos chocan

Punto de vista en 3ª persona

Un silencio incómodo se apoderó de la habitación. Sam estaba enojada, pero trató de mantenerse lo más profesional posible. Se aclaró la garganta antes de hablar.

"Por favor, siéntese Sra. Waraha. Ya que ha llegado temprano podemos empezar la reunión». Abrió su laptop y colocó ordenadamente el informe sobre el trabajo de Engfa a su lado. Engfa finalmente encontró su voz después de recibir tal shock.

«Sam, déjame explicarte». Sam le lanzó una mirada que le hizo saber que no estaba contenta.

"Por favor, dirígete a mí como Señora Jefa. Esto es una reunión de trabajo». Engfa recogió sus cosas del suelo. Estaba a punto de sentarse a unas sillas lejos de Sam cuando la oyó chasquear sus dedos. "Siéntate a mi lado. Sólo vamos a estar nosotras en esta reunión. No quiero estar gritándote».

«Sí, señora». Se sentó justo al lado de Sam, pero se sentía como sentada junto a un bloque de hielo. Ahora entendía los rumores que había oído sobre que su hermana pequeña era una persona fría y calculadora. Nunca había sentido la frialdad de Sam, ni siquiera cuando eran pequeñas. Esta era una nueva faceta de su hermana. «¿Hay algo específico de lo que quiera hablar conmigo?»

"Nada en particular. Me gusta conocer a todos mis empleados, especialmente a los que ayudan a mantener la empresa en un alto nivel." Engfa asintió. Sentía que no podía decir nada o Sam podría arrancarle la cabeza. "He leído el informe sobre todo el trabajo que has estado haciendo con la página de Diverse Beauty. Veo que hay que felicitarte. En tan poco tiempo, has tenido un gran impacto en la empresa».

"Gracias, Señora Jefa. Esta empresa es muy importante para mí y espero poder seguir ayudando a mejorarla cada día."

"¿Así que ahora es importante para usted, Sra. Waraha? Hace años, ni siquiera le importaba si la empresa sobrevivía o no. Incluso abandonó a sus hermanas y les dejó manejar una carga que no debía ser suya." Sam seguía mirando su computadora mientras decía esto. Engfa no sabía cómo afrontar la situación. Sabía que reunirse con su hermana sería duro, pero no así.

«En ese momento, sólo me preocupaba por mi propio bienestar, pero ahora he vuelto, y haré todo lo que pueda para ayudarte, Sam».

«Oh, ¿así que ahora quieres ayudarme?» Ella rió sarcásticamente. "¿Dónde estabas cuando Song murió? ¿Dónde estabas cuando me dieron un negocio familiar que ni siquiera me importaba y tuve que arreglar todo por mi cuenta eh? ¿Dónde estabas cuando la abuela me presionaba para que me casara con un hombre al que sólo quería como amigo? ¡¿Eh?! ¡¿DÓNDE ESTABAS P'FA?!" Engfa bajó la cabeza y suspiró. Sam tenía todo el derecho a estar enfadada. La habían dejado sola para llevar la carga sin nadie que la ayudara o la salvara después de la muerte de Song.

"Sam, lo siento. Tenía que irme. Viste lo que me hizo la abuela. No podía quedarme a vivir bajo sus creencias anticuadas». Sam se burló.

«¿Pero Song y yo podíamos?»

"No puedes echarme toda la culpa a mí. Era tan joven en aquel entonces. ¡¿Cómo habría cuidado de ustedes dos?! No tenía trabajo. No tenía dinero. ¡Apenas tenía un lugar donde quedarme si no fuera por los padres de Charlotte! Me echaron de mi familia». Las lágrimas se acumulaban en los ojos de ambas.

"Sí, es verdad. Pero, ¿por qué no volviste por nosotras cuando te estableciste?». Engfa no tenía respuesta para eso. Podría haber hecho algo. Los padres de Charlotte habrían estado más que felices de cuidar de todas ellas, incluso lo dijeron. "¡¿Realmente pensaste que las demandas de la abuela iban a parar después de que te fueras?! Te escapaste. Felicidades. Song y yo quedamos atrapadas con tu desastre. Song murió..." Sam ahora estaba llorando con fuerza. "¡Murió! La única persona que me quedaba que entendía el horror que era vivir con nuestra abuela. La mataron porque alguien quería este negocio familiar. Ella no merecía morir!"

"Lo siento Sam. Lo siento mucho, pero no puedo cambiar lo que pasó..."

"¿Cuándo te enteraste de la muerte de Song? ¿Acaso fuiste al funeral de nuestra hermana? ¡¿Siquiera pensaste en volver a verme después de que perdí no una, sino dos hermanas en el lapso de unos pocos meses?!"

«Los padres de Charlotte me contaron lo que pasó mientras vivíamos en Nueva York».

"¿En Nueva York? Seguro que te lo estabas pasando como nunca». Engfa ignoró el comentario porque sólo iba a seguir avivando el fuego que Sam había soltado.

"En cuanto me enteré volví. Fui al funeral. Pero no dejé que nadie me viera. Todavía estaba dolida por lo que hizo la abuela, así que no quería que supiera que estaba allí."

"¿Ah, sí? ¿Y qué hay de mí? ¿Por qué no querías que te viera?». De nuevo, Engfa no tuvo una respuesta válida. «Es la segunda vez que me abandonas y me acabo de enterar».

"No podía volver por ti en ese momento. Charlotte quedó embarazada así que se convirtió en mi prioridad, ella y mi hijo».

"Sí, me enteré de eso. Más felicitaciones para ti. Mientras tanto tu hermana pequeña a la que supuestamente adorabas se quedó con el extremo afilado del palo». Engfa se secó las lágrimas. Podía ver la decepción en los ojos de Sam y no podía soportarlo. "Pero no te preocupes por mí. Prosperé a mi manera. El negocio familiar sigue siendo un éxito, la abuela está bastante contenta con mis elecciones y no necesito que tú, ni nadie en realidad, me rescate." Sam se secó las lágrimas y cogió sus cosas.

"Espera Sam. Sigamos hablando, ¿vale? Quiero que vuelvas a mi vida y si me dejas quiero volver a estar en la tuya».

«Es un poco tarde para eso, ¿no crees?».

«Nunca es tarde para que volvamos a ser hermanas».

«Lo es para mí.» Sam se dirigió hacia la puerta. Se dio la vuelta antes de salir. "Si quieres seguir trabajando aquí, tenemos que informar de esto a Recursos Humanos. No quiero problemas con la junta directiva por tener a mi hermana trabajando bajo mis órdenes».

«Sam...»

«Disfrute de su día, Sra. Waraha.» Y sin más se marchó. Engfa golpeó la mesa con el puño, frustrada.

"Sé que no lo vas a poner fácil Sam, pero no voy a dejarte otra vez. Nunca más».