En Todas Las Formas

Valentía o estupidez

Nos despedimos de la abuela. No podía caminar más rápido hacia la puerta sin parecer que estoy huyendo. Exhalé una vez que estuvimos fuera.

«Sam, ¿qué debemos hacer?»

«¿Qué quieres decir?» ¿Es estúpido o algo así? «Somos socios de negocios. Ayúdame a pensar». Estamos comprometidos desde hace casi cinco años, el mismo tiempo que lleva ayudándome a mantener la empresa a flote.

"La única forma que se me ocurre de conseguir una ganancia de 50 millones de bahts en 1 año... es un atraco a un banco." Si no estuviéramos frente a la casa de la abuela, le habría dado una buena bofetada. No es el momento de hacer bromas estúpidas y ahí va él intentando hacerse el simpático. Respiré hondo tratando de ser paciente.

«Kirk, hablo en serio. Sabes lo mucho que me gusta esta empresa. No puedo casarme y ser una ama de casa. Puedo ser mucho más que eso. Sabes lo feliz que soy cuando estoy en el trabajo». Mis empleados nunca podrían notarlo, pero cuando estoy sola en mi oficina a veces sonrío por todo lo que he conseguido en los últimos años.

«Entonces, sigue trabajando. Yo seré tu marido que se queda en casa. ¿Qué te parece?» Realmente me gustaría poder atropellarlo con la Srta. Duanpen ahora mismo, pero acabo de detallarla, así que no quiero hacer un desastre.

"Grosero e inútil. Ya se me ocurrirá algo».

«Cálmate. Déjame decir esto como tu socio. No creo que lo que hemos estado haciendo durante los últimos 4 años esté funcionando bien. Creo que deberíamos hacer algo más. Quizá deberíamos usar nuevas plataformas».

«¿Nuevas plataformas?» Sólo usamos Facebook y hay muchas más plataformas y medios sociales que podrían hacer crecer nuestros beneficios. No es mala idea. Me subo al coche sin decir nada y me voy. Llego a casa y me doy un baño. Antes la presión era menor ya que tenía 5 años para conseguir las ganancias, pero ahora que sólo falta un año necesitaba más de los trabajadores. Envié un correo a todos fijando una reunión a las 9am.

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A las 8:59am todos estaban sentados con sus laptops y libretas listos para comenzar. Acerqué la pizarra hacia mí y los saludé.

«La empresa va a crear una nueva página web». Todos se quedaron boquiabiertos.

«Señora jefa, ¿acaba de decir que nuestra empresa va a crear una nueva página?». dijo Yha, mi secretaria.

"Sí, eso acabo de decir. ¿Por qué pides que te lo confirme?".

«Lo siento».

Puse los ojos en blanco con impaciencia. "Por si alguien no lo ha captado, escuchen con atención una vez más. Aparte de la página oficial de nuestra empresa 'Diversity', abriré una nueva. Se llamará 'Diversity Pop' y estará en Facebook». Les mostré el logotipo de la nueva página. «Esta página presentará contenidos diversos sobre tendencias populares actuales. Mi grupo objetivo son los adolescentes. Si tienen alguna idea que proponer, soy todo oídos. Quiero oír ideas que me sorprendan".

Pasamos tres horas en la sala de reuniones, pero seguía sin encontrar nada interesante en las ideas que me daban. El contenido que sugerían era el típico que tenían todas las demás páginas web. Necesitaba que me dieran ideas que hicieran que la nuestra fuera única y destacara. Nadie me las daba. Me estaba cansando de esto, y los ánimos de la reunión también estaban muy bajos.

"Discúlpeme. Creo que es difícil aportar alguna idea en este ambiente tan tenso». La recién contratada habló sobresaltando a todos, incluida yo misma. Se me cortó la respiración por un momento antes de recuperar la compostura.

«Entonces, ¿quieres que baile o cante para ti, para que estés más relajada?». ¿Quién demonios se cree que es para hablarme así?

"Lo que quería decir es que si puede, por favor, permita que todo el mundo se tome un descanso, para que puedan relajarse y trabajar en lo que les ha pedido. Si no, las ideas seguirán siendo rechazadas por usted, señora jefa. Pero si les da algo de tiempo, creo que se les ocurrirán ideas que a usted le gusten». Esta chica o es muy valiente o muy estúpida. Caminé hacia delante y me enfrenté a ella.

«Eres la nueva empleada, ¿verdad?» Pronto ex-empleada, habrán pensado algunos.

«Sí, su nombre es...» No quería oírlo de Noi, sino de la propia valiente.

«Se lo pregunto a ella, no a ti».

«Sí, me llamo Kornkamon». Miré a los demás.

«De acuerdo entonces. Todo el mundo a descansar. Srta. Kornkamon, venga a mi oficina".