Las aves cantaban fervientemente, empolladas en su nido que estaba apoyado de uno de los árboles en la casa de la familia Park. Todo estaba llendo de aquí para allá, flores, comida, limpieza, orden.
Desde tres días anteriores, los empleados en verdad sentían más responsabilidad que de costumbre, solo habían vivido este tipo de tensión cuando la señora Park estaba embarazada de su único hijo, y de eso ya habían pasado casi tres décadas.
Sin lugar a duda, se estaba repitiendo la historia, pero está vez no era por un embarazo, era por el compromiso del que en aquel entonces era un bebé. Para todos era una gran sorpresa, volverían a ver al más pequeño de la familia nuevamente en casa, pero aún dudaban sobre si tal matrimonio se llevaría a cabo. Pues conocían de la gran rivalidad entre las familias que supuestamente se unirían pronto.
Durante el vuelo Jimin había despertado varias veces asustado. En verdad que su regreso le causaba escalofríos y un gran temor. Pero siempre sostenía con fuerza el anillo en su dedo anular. Respiraba hondo y nuevamente intentaba descansar.
Cuando observó las calles ya siendo alumbradas debido al atardecer en Corea, se sintió nuevamente en un sueño, hacia bastante tiempo que no había vuelto. Pero tenía cosas importantes por hacer. Entre ellos, una boda con la persona que más amaba.
El taxi arribó al lugar que solicitó al subir, se encargó de pagar y con cuidado bajo acomodando su abrigo para alisar cualquier arruga que se le hubiera hecho en el camino. Bien, estaba frente a su antigua casa.
Con temor dió los suficientes pasos para llegar a la puerta y abrir con las llaves que aún conservaba. Su sorpresa fue ver a su padre tranquilo bebiendo té en la sala de estar, mientras leía un libro que sostenía con bastante tranquilidad e interés.
— Jimin, mi niño has vuelto... — dijo su padre con cariño dejando el libro a un lado.— Mírate, estás tan hermoso.
— Gracias papá. Yo... Solo estaba aquí para saludar y...
— ¿Y tus maletas? Jimin, ¿Dónde están?
— Sí... Sobre eso...
Jimin tragó saliva, no sabía cómo plantearía las cosas exactamente. Pero, había una pequeña cosa que no había hablado con su familia. Y esa era que, al volver no lo haría para estar en la casa que lo albergó durante sus primeros años de vida.
Pues él ya era alguien independiente, tenía su propio dinero, quizá no mucho, pero era suficiente para hospedarse en un hotel por el momento y comenzar a buscar un lugar para definitivamente establecerse. Claro, el lugar sería uno donde Jungkook y él pudieran estar juntos.
— Jiminnie... — dijo con cariño su hermano.—
— Yoonie... — sonrió.—
Sintió ese cálido abrazo de su hermano envolverlo, lo agradecía porque eso lo calmaba un poco antes de poder decir que no volvería a casa. Yoongi tenía ese efecto de darle valor en momentos difíciles.
— Ya veo que me hizo caso... — dijo mirando el anillo de Jimin y rió.— ¿Y mamá?
— No tardará en bajar, amaneció con un ligero dolor de cabeza. Nada grave. Pero Jimin ¿Tu equipaje?
— Ah... Se me había olvidado comentarte padre, Jimin se quedará en mi departamento.
— ¿Por qué? Jimin sabes que está es tu casa también.
— Y el lo sabe, pero necesitaba que...
— No puedo quedarme está vez papá, verás...
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~ Tócame | "kookmin„
FanfictionJungkook convenció a su mejor amigo Jimin para jugar a los retos, con el único objetivo de terminar follándose al lindo chico y así confesar sus sentimientos. Pero ¿Quién dice que solo será una noche de juegos? - Contenido vulgar. +18 - Boy X Boy...