"Cuando las apariencias ganan y no el amor, las promesas se vuelven falsas, la confianza se pierde y la relación se destruye". Eso leía Jimin en primera plana de una revista local, mientras bebía café americano en aquella tienda de conveniencia a la cuatro de la mañana.
Ya había pasado casi un mes desde su regreso, por fin se estaba acoplando a su nuevo ritmo de vida, el hospital privado donde trabajaría estaba casi a cuarenta minutos de camino en auto, pero se encontraba satisfecho con desempeñar lo que más le gustaba. Eso y lo de su nuevo hogar, un departamento modesto y agradable que podía alquilar sin inconveniente con el dinero que había traído consigo de Estados Unidos junto a Jungkook.
Porque sí, ellos seguían viviendo juntos.
Jungkook también había establecido un buen trabajo en el mismo hospital que Jimin, a diferencia del horario, y por supuesto ya había comenzado con el caso de Lee SuJin, heredera de las empresas Lee en China.
A Jimin no le molestaba en absoluto el trato especial que tenía Jungkook con ella, pues entendía que al ser una amiga de la familia debía mostrarse así. Además lo habían hablado y si lo hacía era por Jeon Sunhye.
Su relación parecía ir en un buen sentido, es decir, su compromiso continuaba. Sus citas permanecían siendo tal y como la primera, sus momentos juntos seguían siendo igual o más intensos que antes. Y ese fin de semana finalmente ambas familias se reunirían para fijar una fecha de matrimonio.
Quizá por ello Jimin estaba navegando un su cabeza que tipo de ropa usar, ¿Qué sería lo apropiado para los Jeon? ¿Por qué tenía esa idea de desastre en su cabeza? Cuando llegó al hospital el guardia de seguridad le saludó amablemente y una vez estacionó el auto soltó un gran suspiro.
Definitivamente tenía que dejar de sobrepensar las cosas.
- ¿Sí amor?
- Buenos días amor. - dijo sonriendo al otro lado de la línea.- ¿Ya has llegado cariño?
- Sí, ya estoy aquí... - tomó su maletín.- Te veo en la entrada ¿Vale?
- Está bien.
Cuando bajó del auto, un mareo le hizo sujetar su cabeza, así que solo respiró y sobo su cuello, quizá estaba agotado mentalmente, colocó la alarma y siguió su camino hacia la entrada principal del hospital más tranquilo.
- Buenos días mi amor... - Jimin se colocó en puntas y dió un beso en su mejilla.- Toma, llaves del auto, tú desayuno está en el refrigerador listo. Hice galletas también, están en la segunda gaveta de la alacena, te amo.
- ¿De casualidad me voy a casar con el pediatra más hermoso del mundo? - sujetó sus manos y dió un beso en sus nudillos.-
- Sí. - sonrió.- Pero ahora tu futuro esposo debe irse a trabajar.
- Bien...
Después de mirar hacia los lados y no ver a más gente alrededor acarició su mandíbula y dió un beso con suavidad pero necesitado al más bajo, que correspondía a cada movimiento lento que sus bocas unidas hacían. Y cuando el aire faltó se separaron con una sonrisa de complicidad.
- Ahora sí son buenos días amor. -sonrió el más alto. -
- Ya vete a casa, debes descansar te amo. - dió un piquito y soltó sus manos.-
Jungkook admiró al más bajo adentrarse al hospital con una sonrisa, definitivamente estaba perdidamente enamorado de Jimin.
Al llegar a casa, se dirigió a la ducha y cuando salió ya cepillado de dientes y con el cabello seco, se quedó profundamente dormido, el aroma en las sábanas de Jimin estaba sutilmente, dándole esa paz que necesitaba para poder conciliar el sueño.
Cuando el reloj marcó las once de la mañana despertó bastante descansado. Sentado en la cama sacudió la cabeza a los lados y se puso de pie para poder desayunar y degustar las galletas que había preparado con amor Jimin para él. Observó que podía hacer para comer para ambos. Así que se esforzó mucho para que Jimin comiera saludablemente.
El timbre del departamento sonó y se acercó a mirar el monitor de seguridad, se trataba de su hermana y dejando todo de forma segura bajo para escuchar lo que tenía que decir.
- Sunsun ¿Qué pasa?
- Vine a decirte que hoy es mi cumpleaños hermanito. - dijo un poco sarcástica.- Tienes que ir a casa, los dos quieren que vayas.
- Pero tú no, así que no iré.
- No es eso... - suspiró frustrada.- Hoy me buscarán un "buen partido".
Jungkook se sorprendió al escuchar de la boca de su hermana esas palabras, no sabía que decir.
- Ya sé, no sabes que decir. Descuida. Al menos tu fuiste más valiente, no sabes cuánto daría por irme lejos también... En fin, yo cumplí con venir a decirte que fueras, pero si quieres no vayas. - guiñó un ojo y dió una sonrisa para marcharse.- Ah, se me olvidaba, Lee me dijo que te diera sus saludos hoy.
- Gracias feliz cumpleaños.
- Adiós.
Subió al auto que estaba al frente y se marchó dejando pensando en sus palabras al azabache, ¿El era valiente? ¿Desde cuándo? Lamentaba tanto la situación que estaba atravesando su hermana. Suspiró con gran pesadez y regresó al departamento para continuar lo que había dejado.
Miró con anhelo una de las fotografías de cuando eran muy jóvenes, sonrió y colocó nuevamente en su lugar el retrato. Cuando finalmente formarán una familia en unos años, su historia de amor quizá fuese una anécdota tan inesperada por sus hijos. Y eso le hizo reír incrédulo al pensar en un futuro tan próspero junto a su lindo Jimin.
Se preparó para regresar al hospital, no sin antes recibir un mensaje de la persona que tenía en la mente en ese momento.
Amor 🐥💕🥴
"Estoy hambriento, ya quiero ir a casa amor".Estoy por ir amor, espérame 😘
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Hola ya volví 💀
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~ Tócame | "kookmin„
FanfictionJungkook convenció a su mejor amigo Jimin para jugar a los retos, con el único objetivo de terminar follándose al lindo chico y así confesar sus sentimientos. Pero ¿Quién dice que solo será una noche de juegos? - Contenido vulgar. +18 - Boy X Boy...