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A Jacob se le prometió una descendencia tan grande como las estrellas del cielo o la arena del mar por esa razón su primera esposa Lea una preciosa Alfa, qué dio a luz a sus primeros hijos los cuales fueron llamados Rubén, Simeón, Leví y Judá su casta fue Alfa. Cuando Raquel la segunda esposa y la más amada vio que no estaba quedando embarazada, fue la razón de su tristeza qué dio a Jacob su sierva Bilha una hermosa Beta, y Bilha tuvo dos hijos llamados Dan y Neftalí quienes sorprendentemente también fueron Alfas. Entonces Lea también dio a Jacob su sierva Zilpa una bella Alfa, y Zilpa dio a luz a Gad y Aser también fueron Alfas. Finalmente Lea tuvo otros dos hijos, Isacar y Zabulón igualmente Alfas también tuvo una niña llamada Dina la cuál se determino cómo una Beta. Al paso de los años el momento más feliz de Jacob al fin llegó.

Había nacido el primer hijo de Raquel ella a diferencia de su hermana era una Beta pero era la más amada por Jacob a pesar de que el ya posee 10 hijos de casta dominante y una hija que era beta, con la diferencia de ser de diferentes madres, este niño sería muy especial no solo por la razón de ser de su esposa más amada sino por ser bendecido por Dios.

Con el pasar de los años a José sus hermanos le tuvieron recelo por ser el más querido de su padre, para ellos ya no tenía tiempo solo estaba para José, a sus 14 años de vida era conciente de todas las responsabilidades que se debía llevar acabo juntos a sus hermanos aunque al final el terminará por hacer todo y al no poder soportar esa injusticia iba con su madre la cuál le contaba a Jacob las maldades de sus otros hijos, esto hacía más grande el rencor y odio hacia José quien asta este entonces se presentó como un Beta.

-Hermanos las ovejas se están alejando.. ayúdeme se perderán si no las cuidamos hermanos!- José corre detrás de las ovejas tratando de que no se alejen.

- Déjalas José no irán lejos- decía Simeon para después entrar al río con sus demás hermanos.

José después de lograr el control del rebaño regreso al campamento, para evitar problemas con sus hermanos decidió no ir con su padre y visitar a su madre la cuál se encontraba en cinta.

- Mamá ya regresé, ¿cómo te encuentras?- pregunta sentándose junto al telar donde se encontraba su madre.

- José hijo, me encuentro bien te extrañe mucho y también tu hermano menor- dice acariciando su vientre abultado.

- Madre.....porque mis otros hermanos no me quieren?- pregunta un poco afligido recargando el hombro de su madre - Es que no puedo hacer nada para agradarles un poco siquiera-

- No estés triste hijo tus hermanos solo son un poco inmaduros al pensar que ellos no son queridos del mismo modo que tú, pero no es culpa tuya- acaricia su cabeza tranquilizando al menor.

En la tarde se presentó un hombre del pueblo vecino con el propósito de invitar a la familia de Jacob al festejo que se realizaría, ellos gustosos aceptaron tal oferta para crear una alianza entré sus pueblos.

Los hijos mayores de Jacob se encontraban divirtiéndose y bebiendo licor hasta más no poder, sus planes eran embriagarse pero su padre al recordar sus malas actitudes decidió que no merecían ser premiados, decidió que al terminar la fiesta ellos irían con las ovejas a pastar y volverían en la mañana, esto los molesto mucho pero no pudieron protestar su coraje fue peor al ver a José divirtiéndose y bailando al lado de su hermana Dina, se acercaron solo para molestar a José el cuál decidió mejor retirarse al campamento ya que su madre se quedó por el embarazo así que prefirió su compañía estaba tan metido en sus pensamientos que no noto que su hermana lo seguía pero se distrajo y lo perdió de vista.

El Omega de Egipto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora