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-Entra hebreo, este será tu hogar desde hoy; ustedes los hebreos piensan que su Dios es superior a nuestros Dioses- El carcelero avienta a José en una celda donde se quedará está noche y las siguientes en compañía de otros prisioneros.

El como José llegó a la caldera, no lo logra entender; solo recuerda estar en la casa de su señor en busca de la señora Saty, entro a la cocina en su búsqueda y después...

Después de eso fue sacado a patadas y arrastrado a la caldera; según le dijo Abur fue acusado de violación.

-¡Esto debe ser un mal entendido, déjeme hablar con el señor Potifar!, estoy seguro que el me escuchará- el desespero está presente en su voz está aterrado el no debe estar en este lugar.

Los gritos del Beta son silenciados cuando el carcelero regresa harto de sus gritos y empieza a azotar al pobre Beta, esa noche fue de las más frías que ha vivido tirado en el piso sollozando en silencio.

Al amanecer fue llevado a dónde se encontraban trabajando otros prisioneros cuya sentencia fue trabajar en la caldera hasta el final de sus días; fue entregada una herramienta total mente desgastada por tanto uso, todos los objetos de trabajo eran de la peor calidad eran inservibles y gracias a eso el trabajó más complicado de realizar.

Unos días pasaron y el Beta ya se acostumbraba a la horrible comida que daban, como a las jornadas de trabajó al rayo del sol, mentiría si dijera que no estaba perdiendo peso gracias a qué a veces no comía por su mal sabor y olor que desprendía la comida.

-José..- el Beta volteo al escuchar su nombre pero una sonrisa apareció en sus labios al observar a Kelif del otro lado de una enorme roca -Que sorpresas depara el destino no hace mucho estabas en la cima y miramos a hora- su labor fue entre pláticas cortas de como Kelif termino en la caldera.

Esa noche en la celda, -Sabes José deberías dejar de alabar a ese Dios tuyo solo te a traído desgracias- José niega.

-No puedo, iría en contra de todos mis principios-
Kelif se acomoda en su lugar para estar más cómodo en el aspero suelo -algunas veces recuerdo mi vida antes de esto, a mi madre, mi padre... Esos momentos felices con mi familia-

Esa risa burlona de Kelif salió a rescatar -Y tus Hermanos que te vendieron como esclavo claro.. que familia es esa- dice mientras se rasca la cabeza.

-Realmente no me querían toda mi vida fui odiado por ellos pero nunca llegué a imaginar su rabia y odio los segara a tal grado de casi matarme, para después venderme como un animal algunas veces me hace falta mi madre, mi Hermanito Benjamin que debe tener 6 o 5 años, mi hermana Dina- el joven no soporta más dejando escapar algunas lágrimas su mente lo lleva a esos momentos cuando jugaban juntos ellos tres felices.

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-Llego la hora! hoy todo el mundo huye de esta prisión! - Los gritos de los presos corriendo por su vida y peleando para poder escapar; Kelif como siempre siendo el protagonista en cualquier disturbio causado en esa caldera.

El carcelero fue de los primeros en interferir en su escape logrando ser herido,los prisioneros están escapando algunos se encuentran heridos en su intento de escape otros están muertos, José trata de ayudar a algunos heridos el caos ya ha terminado el lugar se llena de quejidos de dolor; paredes llenas de sangre y feromonas en el aire.

-Tiene que mantenerse despierto, ayúdenme! Guardias!- José se encontraba ayudando al carcelero y algunos heridos para que los guardias pudieran llevarlos con algún Sun Nu.

Al día siguiente se informo que algunos de los prófugos fueron cacturados y azotados hasta la muerte, el Beta días después se enteró que Kelif logro escapar.

El Omega de Egipto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora