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Los días transcurren al igual que los meses la comida empieza a acabarse nuevamente en un par de días más el alimento volverá a terminarse tendrán que ir por más a egipto los niños pelan por el pan Silpa está enferma y la pareja de uno de los hijos de Jacob está en cinta, no soportaran mucho tiempo tienen que regresar a egipto y rápido.

-No podemos esperar más, todo lo que trajimos ya se acabó- la misma conversación de hace días Jacob insiste que solo vallan y compren más trigo -El gobernador fue muy claro no les será permitido estar en su presencia hasta que el hermano más joven valla con nosotros-

-Benjamin no irá!- podría ser un hombre de la tercera edad pero aún así se respetaba su de desicion.

El pequeño decide hablar suplicando a su padre para acompañar a sus hermanos y que no se preocupe el estará bien.

-Por que me hacen esto, porque contaron que tenían un hermano más joven- Benjamin estaba junto a su padre y Jacob sostenía su callado con fuerza para no desplomarse.

-el hombre pregunto por nuestra familia y respondimos, quien pensaría que nos pediría que lo lleváramos con nosotros, es nuestra única esperanza de sobrevivir, padre reflexiona tú decisión-

-Yo me haré responsable de Benjamin, lo cuidaremos danos tu voto de confianza padre- Rubén será el responsable si algo llega a pasar y cumplirá su palabra.

-Padre yo deseó acompañarlos y ayudar no seré un niño toda mi vida para que cuides de mi un día me presentaré cómo un Beta o Alfa y también tendre una familia... regresaremos todos ten fé padre- el pequeño pose la suficiente madurez para tranquilizar a su padre sin ninguna duda su hijo se convertirá en un hombre de principios y educado.

Su viaje a egipto se realizará después de preparar a los burros y un poco de alimento para su viaje Benjamin estaba ansioso por salir del campamento también llevarían regalos para el gobernador como muestra de amistad y también llevarían la plata y el bronce que regresaron la otra vez.

Los días por el desierto fueron un tormento pero trataban de que Benjamin no se desidratara y en la noche montaban guardia, por fin llegaron a egipto el pequeño estaba fascinado con todo a su alrededor ver las construcciones y las personas con tantos olores diferentes.

-Es muy diferente verdad, miren esas casas son enormes no lo creen hermanos- el niño andaba de un lado para otro; Rubén trataba de no perderlo de vista y se dirigieron a ver al gobernador.










En el palacio real se encontraba el omega en compañía de su pequeño y su alfa, el pensamiento sobre sus hermanos lo atormenta no han regresado en estos meses seguramente jamás volverán y teme no poder cumplir su palabra y ordenar la muerte de su hermano.

-Luz de mis ojos... mírame, yo estoy aquí juntua a ti al igual que nuestro pequeño guerrero- el soberano acaricia la mejilla de su pareja le duele verlo así quisiera que esa angustia desparesiera de sus ojos esos ojos dónde antes estaban llenos de alegría ahora no la tenían, el soberano prometió no interferir con respecto a la decisión que tomaría el Omega para Simeón pero si era necesario él mismo dictará la orden.

-Perdon, mi cabeza tiene mucho en que pensar no te preocupes- besa la palma de la mano del soberano esa misma que acaricia su rostro y después deposita un beso en Asim.

-No podría tener otro nombre tan bonito "El protector del pueblo" estoy seguro que cuando hacienda al trono su reinado será magnífico- Su felicidad es el resultado de un camino de conflictos empezando con cierta omaga que fue decapitada por tratar de envenenar al soberano de las dos coronas y al heredero real; su ambición la segó dando como resultado que cavara su propia tumba llevándose con ella a algunos sirvientes que le servían fiel mente.

El Omega de Egipto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora