Pensamiento malva: simboliza la nostalgia
de un amor perdido.
NINA HANNIGAN
—¿Dónde dejaste tu lista, mamá? —murmuré estresada, rebuscando de nuevo entre algunas de las cajas con dibujos de mamá.
Había venido a casa a cenar con papá después del trabajo, como solía hacer unas cuantas veces a la semana, sin contar la usual comida de los domingos con mi hermana, mi cuñado y mi sobrina. Al terminar de cenar, papá había ido al baño, así que había aprovechado y me había escapado a la antigua habitación de trabajo de mamá. Ella solía pintar ahí, era su sitio sagrado.
Kelsie vivía con Ben y Nora en su propia casa, y yo vivía en un pequeño piso con mi gata, mientras que papá seguía viviendo en la casa de nuestra infancia, aunque después de tantos años con compañía, ahora vivía solo. Pero igualmente, nunca le faltaba compañía, muchas tardes las pasaba con Nora, ya que solía recogerla del colegio y disfrutaba de su nieta a más no poder. Y tanto Kelsie como yo, pasábamos mucho a verlo. A pesar de que cada uno vivía en un sitio, los tres habíamos decidido dejar la habitación en la que mamá trabajaba en sus cuadros intacta, esa era su habitación, le daba un toque a la casa entera, un pedacito de su esencia, y no queríamos quitarle eso a la casa, aunque en el fondo, siempre, había pensado que el hecho de deshacerse de sus cosas, o de la mayoría de ellas, era aceptar finalmente que se había ido para siempre y, nosotros, aún no las habíamos quitado porque no lo habíamos aceptado del todo.
—Mierda. —espeté cuando una caja se me cayó al suelo. Unos cuantos papeles quedaron esparcidos en el suelo y aproveche para mirar entre ellos en busca de la lista. Pero nada.
Mi plan era tratar de ahorrar el dinero suficiente para viajar a Tahití, pero además del dinero, había una cosa imprescindible que necesitaba para poder viajar hacia allí. La lista de mamá. La lista en la que ella, antes de morir, había plasmado cada pedacito de sueño. Había prometido que sin esa lista no cogería ningún avión a Tahití, para mí no tenía sentido hacer ese viaje si no podía saber que era lo que mamá deseaba hacer allí para cumplir nuestro sueño de verdad. Pero aunque me esforzaba por encontrarla, nunca lo conseguía.
—He mirado en las cajas de dibujos — hablando conmigo misma, me llevé las manos a la cabeza andando en círculos por la habitación—. Y no hay nada entre esos papeles, como siempre. He mirado detrás de sus cuadros por si lo hubiera escondido y nada...
—¿Nina? —oí la voz de papá, proveniente del pasillo. Mientras me dirigía hacia el viejo escritorio de mamá, vi como mi padre asomaba su cabeza por el hueco de la puerta entreabierta, que chirrió cuando la abrió por completo—. Cariño, ¿qué haces aquí?
—Busco su lista, papá. —comencé a revisar cada cajón frenéticamente hasta que las manos de papá, que se había acercado, me frenaron.
—Detente —un pequeño nudo se había formado en mi garganta y empezaba a respirar con algo de dificultad—. Respira, cariño. Inhala, exhala.
—No encuentro la lista. Sigo sin hacerlo. —noté como mis ojos se llenaban de lágrimas mientras él me alejaba del escritorio.
—Lo harás. Tiene que estar en algún sitio. Pero ahora...
—¡NO! —grité, haciendo que papá diera un pequeño salto en su sitio—. No lo haré, llevo meses buscando esa maldita lista y siempre obtengo lo mismo... —sollocé— nada. Absolutamente nada.
Las lágrimas caían como riachuelos por mis mejillas y mis rodillas fallaron hasta dejarme en el suelo. Totalmente rendida.
Con las manos ahora en la cara, llorando como una niña desolada, noté como papá se agachaba por el leve crujido de sus rodillas al hacerlo.
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El Significado De Las Flores (Amores Eternos #1)
Romance-Las flores tienen el objetivo de enseñarnos algo, como cada persona que aparece en nuestra vida- *** ¿Has experimentado alguna vez la sensación que provoca el contacto de un pequeño rayo de sol en tu piel cuando hace un frío invernal? Ese perfecto...