El Significado De Las Flores (Amores Eternos #1)

30|Por primera vez

CREED WEXLER

Entré con rapidez al taller, ocultándome bajo mi gorra y sin siquiera saludar a Ronnie que se encontraba tomándose un café y me metí en el despacho.

Ni siquiera pasó un minuto cuando se abrió la puerta detrás de mí y no tuve que girarme para saber quién era.

—Si vienes a echarme la bronca, puede irte por donde has venido.

—Vale, estás molesto como intuía.

—No estoy molesto —espeté.

—Lo estás y lo entiendo, pero no debes seguir machacándote, Creed.

—¿Y qué quieres que haga, Ian? —Me giré, enfrentándolo—. ¿Me pongo a reír y bailar?

—Quiero que te calmes, y digas lo que sientes, joder, que lo sueltes todo de una vez. No puedes reprimirte siempre. Entiendo que estés mal por lo que ha ocurrido pero deja de pensar en lo que has hecho y piensa en lo que puedes hacer para resolverlo.

Respiré pesadamente un par de veces y me llevé las manos a la cara.

—Le he mandado mensajes, le he enviado flores... y nada, ni una respuesta.

—Está dolida, Creed. Dale tiempo, solo necesita tiempo.

—Me está matando no verla, no saber cómo está... Y lo peor es que sé que es mi culpa.

—Ella está bien —me dio un leve apretón en el hombro.

Apreté la mandíbula durante unos segundos.

—¿Por qué parece que sabes algo que yo no?

—Violet habló con ella y... hoy van a verse —mi corazón se aceleró notablemente—. No... no parecía estar nada bien cuando hablaron, pero parece que hoy se encontraba mejor y Violet la ha invitado a pasar el día juntas.

Sabes algo más de ella me hizo suspirar con algo de alivio.

—Estoy harto de tener tanto miedo, Ian.

—¿A qué le temes?

—Me acojona el compromiso, no ser un buen novio...

—Creed, —me cortó mi hermano— prácticamente has actuado como si fueras novio de Nina desde siempre, y abundaba la felicidad en ella tanto como en ti, ¿cómo puedes temerle a eso?

—Yo... No sé, Ian, no lo veía así. Yo simplemente actuaba como yo mismo, no pensaba en actuar como si fuéramos pareja ni nada.

—Es que cuando tienes una pareja tienes que actuar como tú mismo, nada más. Pero... ¿A qué más le temes, Creed? Sé que hay algo que no me estás diciendo.

—Temo.... Temía que se acabara, y lo ha hecho. Por mi culpa. Todo lo bueno que aparece en mi vida se esfuma.

—Dime que esto no viene por el accidente —apreté mis labios en una fina línea, sabiendo que era exactamente por eso—. No, Creed. Olvídate de eso, fueron buenos momentos, sí, ¿pero realmente piensas que todo fue bueno?

—No. No todo.

—Las cosas no pueden ser siempre como esperas, tú no esperabas que tu carrera deportiva te acabara destrozando la cual creías estupenda en un principio, ni esperabas tener un accidente, pero debes aprender de ello.

—Pero hubo momentos buenos, y se jodieron todos.

—¿Y qué? Piensa en lo que has conseguido hasta ahora, en quien te has convertido y sobre todo en cuáles son tus sueños actuales, Creed.

Repiqueteé los dedos sobre mi pierna, con nerviosismo, sin saber que decir.

—Dime la verdad, ¿no crees que realmente acabar con tu carrera deportiva fue lo mejor, que todo lo que te agobiaba y angustiaba se ha ido y eres más feliz?

—Puede que solo haya pensado en cuando todo era estupendo y eso sea con lo que me he quedado, aunque tienes razón, dejarlo fue lo mejor y estoy feliz de haber abierto el taller contigo, pero ahora mismo no soy feliz de todo. La he jodido increíblemente porque soy un completo capullo y no sé cómo manejar esto de las relaciones, Ian. ¿Por qué es tan fácil para ti?

—No fue nada fácil al principio. Sabes cuanto me gustaba Violet y el miedo que tenía de decírselo y que toda nuestra amistad se echara a perder, pero me arriesgué. La vida se trata de tomar riesgos y no quedarse con la incertidumbre, debes intentar no dejar escapar ninguna oportunidad y por muy asustado que estaba por decirle a Violet que deseaba estar con ella, lo hice porque al fin y al cabo no podía perder la oportunidad de saber cómo sería tener un posible futuro con la mujer que amaba por mucho que pensara en lo peor, en que me rechazaría. Pero míranos ahora, si no le hubiera confesado mi amor por ella y Violet no se hubiera atrevido a decirme que ella también lo sentía, no estaríamos a punto de ampliar nuestra familia, ni estaría casado con mi mejor amiga y seguramente ni siquiera sería tan feliz como lo soy ahora.

—Me gusta mucho, Ian. Pero ella dijo que estaba enamorada de mí, y yo no sé lo que es estar enamorado. ¿Cómo voy a saberlo?

—Cuando lo sabes lo sabes, Creed.

—Que gran respuesta, eres la solución a mis problemas, —me crucé de brazos—gracias. Muy eficiente.

—Lo que quiero decir es que cuando estás enamorado lo sabes porque es algo que sientes. Tú mismo te das cuenta que es diferente a lo que has sentido antes por otras personas.

—Con ella me pasan cosas que ni siquiera puedo explicar. Jamás había me había sentido tan extrañamente bien con nadie, adoro oírla reír y más si he podido ser el motivo de ello, se me acelera el corazón de una forma loca cuando estoy con ella incluso si es por hacer la cosa más simple del mundo y joder, podría estar escuchándola hablar durante mil horas y no me aburriría ni un segundo... Podría decirte tantas cosas que tendríamos para largo, Ian.

Mi hermano carcajeó llevándose una mano a la frente y negando con la cabeza.

—Y con esto que acabas de decirme, ¿no crees que te respondes a ti mismo? —Preguntó con una pequeña sonrisa—. Piénsalo, Creed. Y después de eso, haz lo que desees, lo que sientas. Aún estás a tiempo de arreglarlo.

—Entonces... esto tan excitante y extraño que he estado sintiendo por meses es... estar enamorado.

—¿Lo afirmas o lo preguntas?

Suspiré eliminando la pesadez e incertidumbre de dentro de mí, y hablé con seguridad:

—Me parece que estoy enamorado por primera vez en mi vida y es de Nina Hannigan.

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Los miedos muchas veces nos ciegan y nos hacen echarlo todo a perder, ¿pero quien dice que las cosas no pueden intentar arreglarse si superas tus miedos?