19|Wexlie

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NINA HANNIGAN

Mi mañana se había basado en una sola cosa: ayudar a decorar el sitio que la señora Hill había alquilado para el evento que organizaba para la protectora junto a Ian, Violet y Creed. Después de decorar todo el lugar con pancartas y fotos y colocar cada puesto de información en distintas partes del local, los cuatro habíamos venido a la protectora, pero Ian y Violet se habían marchado hacía unos minutos a casa.

—¿Cómo no puede gustarte esta cosita?

Le acerqué a Creed a la cara el pequeño gato blanco que tenía entre mis manos. El gatito ni siquiera tenía nombre y apenas tenía cinco meses.

—Porque son agresivos y arañan. Y pasan de todo, los perros son diferentes, por eso me gustan.

—Pero Patitas te gusta.

—Tu gata te obliga a ser gustada.

—Puede que gracias a ella te empiecen a gustar los gatos.

—Con uno es suficiente.

Rodé los ojos y le pasé el gato a uno de los cuidadores para que lo volviera a dejar con los otros gatos.

—Muchísimas gracias por la ayuda, chicos —dijo la señora Hill acercándose a nosotros con una amplia sonrisa en sus labios.

—No es nada, lo que sea por ayudar a estos preciosos animales que tienes a que encuentren una buena casa —señalé a los gatitos que estaban dormidos en su cama y otros jugando entre ellos.

—Igualmente, gracias. Con vuestra ayuda el trabajo ha sido más fácil.

—Para eso somos voluntarios en la protectora, ¿no? —habló Creed a mi lado.

—Bueno sí... —sonrió—. Y tú que Creed, ¿vas a animarte de una vez a adoptar al pequeño Wexlie?

—Señora Hill...

—¡Eso mismo le he dicho antes! —exclamé.

—No seáis insistentes.

—Es que es la oportunidad perfecta, Creed. ¿Y qué mejor forma de enseñar a la gente lo que es adoptar y lo bonito que es?

—Puedo enseñarle a la gente lo que es la adopción con palabras, Nina.

—Dejémonos de rodeos. Tú quieres a Wexlie y él te quiere a ti, así que es simple: adóptalo. Él estará con quien quiere de verdad, tú sabrás que se va a un buen lugar y los dos seréis felices.

—Estoy totalmente de acuerdo con ella —dijo la señora Hill mirando a Creed.

—Pues siento deciros a las dos que no vais a conseguir convencerme de nada.

—Eres un aguafiestas —dije cruzándome de brazos. Me giré y me encaminé hacia la zona en la que se encontraban los perros, donde unos voluntarios estaba jugando con algunos de ellos.

Escuché unos pasos detrás de mí, pero los ignoré y me puse de cuclillas para poder acariciar y dar mimos a todos los perros de mejor forma. Hasta que Wexlie apareció trotando y acabó poniéndose a dos patas, apoyando las dos delanteras sobre mis rodillas, para poder lamerme la cara a su antojo, sacándome una carcajada.

—¿Te has enfadado? —Escuché la voz de Creed cerca de mi oído mientras ponía una mano en la cabeza de Wexlie y se la acariciaba.

—No —lo miré—. Solo he venido a darle mimos a este pequeño porque no he conseguido convencerte de que te lo lleves y estará triste.

—Ya te dije que no puedo cuidarlo...

—Lo sé, solo quería intentarlo una última vez, ¿vale? Es que veo como de bien estáis juntos y es inevitable pensar que no es perro, es como si fueras el dueño ideal para él. Pero sé que no debo entrometerme, perdón por insistir.

Con la mirada de vuelta en Wexlie, podía sentir los ojos de Creed sobre mí. Su mirada era tan intensa que podía sentirla en cada poro de mi piel.

—Lo pensaré.

—¿Qué? —Giré rápidamente mi cabeza para enfrentarlo.

—Que tienes razón con lo que dices. Y voy a pensar de nuevo lo de la adopción —una enorme sonrisa comenzó a aparecer en mis labios mientras Creed negaba con la cabeza—. No te emociones, no significaba que vaya a decir que sí.

—Pero a lo mejor sucede —contesté, feliz.

Me lancé hacia atrás para abrazarlo por los hombros, haciendo que los dos cayéramos al suelo y que Wexlie se subiera encima de nuestros cuerpos.

—¡Puede que te haya encontrado un papi, pequeño Wexlie!

El Beauceron soltó un ladrido antes de lamer la cara de Creed y sentí como sus hombros se sacudían contra mi brazo al soltar una risa silenciosa antes de soltar una carcajada cerca de mi oído cuando Wexlie se giró y empezó a barrernos con su cola la cara.

Me sentía feliz allí. Con él. Con Wexlie. Escuchándolo reír de verdad. Pudiendo imaginar en mi cabeza sus preciosos hoyuelos apareciendo en sus mejillas sin necesidad de mirarlo.

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¡Holaa!

Estamos de vuelta con las actualizaciones, muy prontito, subiré esta historia al completo y tendréis noticias de nuevas cositas...

Estamos de vuelta con las actualizaciones, muy prontito, subiré esta historia al completo y tendréis noticias de nuevas cositas

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El Significado De Las Flores (Amores Eternos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora