NINA HANNIGAN
En mi cabeza no dejaban de resonar las palabras que acababa de decir la mujer alta que tenía enfrente de mí <<Hoy se cumple un mes desde la muerte de mi abuela, y quiero dejar en su tumba un ramo de tulipanes rojos. Eran sus favoritos>>. Mi corazón estaba golpeando con fuerza dentro de mi pecho y sentía una pesadez en mi cuerpo que hacía mucho que no experimentaba.
Tanto la abuela de esa mujer como mi madre habían muerto, y la flor favorita de las dos era la misma. El tulipán rojo. La misma flor con la que siempre decoraba su tumba.
—¿Nina? —Dijo mi hermana agarrando mi mano derecha.
—¿Mmmh?
Era incapaz de articular una palabra. El recuerdo doloroso de la muerte de mamá había venido a mi cabeza inevitablemente.
—Perdona, enseguida vuelvo a atenderla —dijo mi hermana llevándome con ella. Solo pude escuchar un <<Tranquila>> de la mujer a la que debía estar atendiendo—. Ey, Nina.
—Perdón, Kels. No sé qué me pasa.
—¿Por qué no vas a por unos cafés a Deschamps y en cuanto vuelvas nos tomamos un descansito?
—No, —negué— debo atenderla y...
—Déjame que la atienda, tú sal a que te dé un poco el aire.
—Vale —susurré algo angustiada.
—Tranquila, —me dio un apretón en la mano— no pasa nada porque estés mal a veces, ¿lo sabes verdad?
—Sí...
Mi hermana me dio un asentimiento y fingió que no pasaba nada antes de dirigirse hacia la clienta. No me gustaba dejar sola a Kelsie en un momento así, porque sabía que, aunque había intentado hacerse la hermana mayor fuerte, sabía que las palabras de la mujer le habían llevado al mismo recuerdo que a mí. Pero también sabía que mi hermana no me iba a dejar quedarme allí, así que le hice caso y salí de la floristería. Una brisa de aire fresco me golpeó en la cara en cuanto di un par de pasos y respiré profundamente, tratando de volver en mí antes de cruzar la calle y entrar en Deschamps.
—¡Hola, mi niña! —Saludó efusivamente Kathrin con su característica sonrisa en los labios—. ¿Cómo está yendo el día?
—Bien —solté un suspiro.
—Eso me ha sonado peor de lo que me gustaría... Pero nada que no pueda arreglar un buen café y tus galletas favoritas, ¿verdad?
—Te lo agradecería —dije con voz queda—. ¿Podrías poner también un café para mi hermana? Todo para llevar, por favor.
—Marchando —dijo Jean con una sonrisita al pasar por mi lado, antes meterse detrás de la barra.
Estuve hablando con Kathrin y Jean mientras este último preparaba los cafés y Kathrin metía las galletas en una bolsita para llevar. Al parecer iban a cerrar unos días para volver a Francia a visitar a unos viejos amigos y estaban más que contentos por ello.
—Me quedaré sin mis galletas y café matutino de siempre. Pero espero que disfrutéis mucho.
—Lo haremos, y te traeremos algo de allí —contestó Jean—. Y sonríe, anda.
—Sí, Nina. No nos gusta verte sin esa bonita sonrisa —esbocé una pequeña sonrisa ante sus palabras.
Me despedí de ellos tras coger los cafés y la bolsita con las galletas, les prometí que me pasaría a verlos antes de que se fueran y me dirigí hacia la floristería. Cuando llegué, mi hermana parecía más animada y tenía una sonrisita siniestra en los labios que no me gustaba nada.
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El Significado De Las Flores (Amores Eternos #1)
Romantizm-Las flores tienen el objetivo de enseñarnos algo, como cada persona que aparece en nuestra vida- *** ¿Has experimentado alguna vez la sensación que provoca el contacto de un pequeño rayo de sol en tu piel cuando hace un frío invernal? Ese perfecto...