18|Candidato ideal

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CREED WEXLER

La canción aleatoria de One Direction que había sonado en la radio esa mañana, el ramo de flores que le había regalado un hombre a su mujer, la foto del gato gris en la comida de gato del supermercado... Absolutamente todo me recordaba a ella. Y lo último que me faltaba era encontrarme con una niña tan habladora y encantadora como ella.

—¡Hola, Ced!

Aparté la vista del paquete de fresas que había cogido y bajé la cabeza para fijar mis ojos en la pequeña rubia que llevaba una bolsa de Chetos en la mano derecha y en la izquierda un gato gris de peluche como el de su tía. Sus ojos verdosos me estudiaron con precisión, mirando los tatuajes de mis brazos como en el día de la exposición de Violet.

—Hola, Nora —me agaché para estar a su altura.

—Me alegra volver a verte, C. ¿Puedo llamarte así? Me cuesta un poquito decir tu nombre.

—Claro que puedes llamarme C.

—Vale —acarició la cabeza de su gatito.

—¿Qué haces por aquí sola?

—Mi papá me ha dejado coger algo para mí.

—¿Sola?

—Bueno... Papi dijo que cuando termináramos de coger las cosas iríamos, pero he visto esto —alzó su bolsa— y lo he cogido pero cuando me he dado la vuelta papá ya no estaba. Lo he perdido y he acabado aquí. Y como te he visto pensaba que me ayudarías a buscarlo.

—Encontraremos a tu papá, ¿vale? —Le aparté el mechón de pelo que le cubría el ojo derecho.

—¿De verdad?

De sus labios tiró una gran sonrisa, dejando a la vista sus pequeños dientes.

—Por supuesto —le tendí la mano cuando me erguí y no dudó en cogerla, abrazando a su gatito con el mismo brazo con el que cogía los chetos—. Ben debe estar preocupado.

—Pero ya no estoy solita, ahora que estoy contigo no estará tan preocupado.

—Pero él aún no lo sabe, Nora.

—Oh, es verdad.

Agachó su cabeza para mirar el peluche entre sus brazos antes de hablar:

—Mi tía me regaló este peluche porque me encanta su gatita. Y me ha prometido que me va a regalar un gatito a mí también, pero de verdad.

—¿Enserio?

—¡Sí! Aunque dice que mamá se va a enfadar, pero no importa porque a ella también le gusta Patitas y seguro que querrá al nuevo gatito. ¿A ti te gusta Patitas?

—No me gustan los gatos —se quedó boquiabierta.

—Eso está muy mal.

—Pero Patitas sí que me gusta.

—Entonces vale, porque si eres novio de mi tía tienen que gustarte los gatos.

—¿Qué?

—¿No eres su novio? —Negué.

—Siento decepcionarte.

—¿Y a que esperas para pedirle ser novios? Quiero tener un tío y tú eres perfecto para eso porque aunque no te gusten los gatos te gusta Patitas, tienes tatuajes molones, conduces un coche grande como los que me gustan, haces que mi tía sonría y le regalas flores con cartas bonitas como a ella le gusta.

—¿Así que soy el candidato ideal?

—No sé qué es canidato, pero seguro que lo eres —sonreí divertido.

El Significado De Las Flores (Amores Eternos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora