9|Hundido

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Rosa canina: simboliza el dolor.

CREED WEXLER

Pasado

Me planté delante del espejo, mirando mi cara y mi pecho desnudo. Me quedé mirando la cicatriz de mi barbilla y la que partía mi ceja. Extendí mis manos, tras tenerlas apretadas en puños, y visualicé las pequeñas cicatrices que tenía en mis dedos y nudillos. Después levanté un poco mi flequillo, que ahora tenía largo por dejarme el pelo crecer, y vi otra de mis horribles marcas, la fea cicatriz de mi frente me saludó con arrogancia cuando me fijé en ella, también la de mi costado izquierdo cuando bajé la mirada por el espejo.

Cerré los ojos al dirigir mis dedos a la abultada cicatriz de mi costado y pasarlos por ella. Breves momentos de ese día vinieron a mi mente como dagas lanzadas a mi cuerpo. Como giraba el volante con precisión, con rapidez... Derrapando... El cristal estallando después...

Abrí los ojos abruptamente cuando sentí un pinchazo en mi espalda, recordándome la última cicatriz que no podía ver en el espejo. La gran cicatriz que recorría mi ancha espalda.

Y eso solo me hizo recordar los insoportables meses antes de ese día... Mi sufrimiento. El sufrimiento de mis padres, de mi hermano, de Violet... de toda mi familia después de enterarse de lo ocurrido.

Y solo pude enfurecerme por mi acción.

Mi mandíbula se apretó y mis músculos se tensaron mientras trataba de controlarme, pero no pude. Un grito desgarrador emergió de mi garganta mientras agarraba con mis manos temblorosas lo primero que tenía delante y lo lanzaba contra la pared, haciéndolo añicos. Mi cabeza no paraba de pensar en ese día y en los anteriores. Era imposible que mis pensamientos se detuvieran. El calor subió por mi cuerpo, las manos me seguían temblando y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Me apoyé en la pared, dejándome caer hasta el suelo y me abracé las piernas. Abrí y cerré las manos en puños intentando que los temblores y el hormigueo se detuvieran, pero era inútil. Me llevé las manos a la cabeza agarrándome el pelo con fuerza, mientras las gruesas lágrimas caían de mis ojos y rodaban por mis mejillas hasta mi boca, dejándome sentir el sabor salado de éstas.

De repente escuché un fuerte ruido a mi lado. La puerta fue abierta de golpe y levanté la mirada, encontrándome con Violet seguida de mi hermano. Entraron con rapidez y se acercaron a mí, sentándose a mi lado. Violet me separó mis manos de mi pelo y las agarró entre las suyas, mientras Ian pasaba un brazo por mis hombros, abrazándome, y colocó su mano libre sobre mi rápido corazón.

—Estamos aquí, Creed —susurró Violet a mi lado—. Sabes que tu hermano y yo estamos contigo para lo que sea, y ahora no va a ser menos —apoyó su cabeza en mi hombro, acariciando mis menos tratando que dejaran de temblar.

—Q-quiero dejar de pensar en ese día. No quiero seguir así.

—Vamos a ayudarte. Si confías en nosotros podremos ayudarte, queremos que estés bien, Creed —habló mi hermano.

—Necesito ayuda...

—Conozco a alguien que puede ayudarte, le hablé de ella a tus padres y a Ian por si algún día decidías buscar ayuda.

—Gracias, Vi —apreté levemente su mano.

—Volverás a estar bien —afirmó Ian—. No estás solo.

El Significado De Las Flores (Amores Eternos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora