capitulo26

215 16 15
                                    

La mano de Siwon se detuvo a medio camino, cuando se llevaba la taza a los labios. Al oír aquellas palabras la bajó lentamente y la depositó sobre el plato. Desde el mismo instante en que decidió que tenía que encontrar a Heechul, desde que decidió que lo seguiría hasta Leadville, sabía que ese momento tenía que llegar. Había soñado con que llegara. Había hecho todo lo posible para asegurarse de que llegara. Sin embargo, ahora que estaba frente a él, experimentó su más que conocida sensación de duda, de vacilación.

—Me puedo ir a la recepción del hotel. No es necesario que me quede aquí —dijo.

—Yo quiero que te quedes. —Al ver que Siwon miraba de reojo hacia la alcoba, Heechul agregó—: Ya no soy un jovencito. Sé perfectamente lo que te estoy pidiendo. También sé que solo hay una cama. Quiero que la compartas conmigo. Quiero que me hagas el amor. Quiero hacerte el amor.

Por fin Siwon sabría, de una vez por todas, que podían amarlo a pesar de su mutilación. Heechul lo había visto sin camisa y no se había echado atrás, como sí lo hizo  Wilcox. Heechul había cuidado a su hermano. Estaba familiarizado con la apariencia de un cuerpo como el suyo. Pero Siwon no quería que el no se echara atrás solo porque sabía qué esperar. Quería que el lo amara como si él no tuviera ningún defecto. Siwon sabía que eso era una esperanza poco razonable, pero de todas maneras lo deseaba. De la manga desocupada se desprendían demasiados problemas más. Pero si podía superar ese temor, tal vez pudiera manejar los otros problemas. Su padre lo había tachado de cobarde, le había dicho que era medio hombre. Su brazo siempre lo había hecho sentirse como si fuera medio hombre. Siwon nunca podría olvidar que habían perdido la guerra, que había perdido su casa, porque se sentía como si se hubiese perdido él mismo, como si hubiese perdido a la persona que él era.

De repente tenía una oportunidad de deshacerse de todos esos demonios y estaba asustado. Si no lo lograba, no creía que volviera a tener el coraje de intentarlo otra vez. Buscar un esposo en Virginia no sería solución. Él no quería amar, y nunca podría amar, a alguien que no fuese aquel yanqui. Si el no podía amarlo de la forma en que él necesitaba que lo amaran, ya nada le importaría en la vida.

—¿Estás seguro? —preguntó Siwon—. Si lo hacemos, no habrá vuelta atrás.

—Espero que no. No quiero que vuelvas a pensar que alguien importante para ti se preocupa más por tu brazo que por ti mismo. Quiero que sientas que tienes derecho a ser amado, como todo el mundo.

—¿Tú me amas?

—Te amo desde hace mucho tiempo.

—Jinki dijo que me amabas.

—¿Qué más dijo Jinki?

—Dijo que yo te amo.

—¿Y me amas?

—Sí.

—¿Aunque sea un yanqui?

Siwon tuvo que sonreír. No era el único que tenía dudas. Entonces tomó la taza de Heechul y la puso sobre la mesa. Luego se cambió de lugar para sentarse cerca de el y le cogió la mano.

—Creo que te amo más debido a que eres un yanqui.

Heechul cerró los ojos y sacudió la cabeza como si no estuviera seguro de haber oído bien.

—Vas a tener que explicarme eso. Pensé que el problema era precisamente que soy yanqui.

—Lo era, al principio. Estaba horrorizado de pensar que, pese a ello, me gustabas. Pero ya te amaba tanto que no pude evitarlo. Incluso el hecho de confesárselo a mi familia era menos terrible que la posibilidad de perderte. ¿Me harás una promesa?

—¿Qué promesa?

—Dime que te casarás conmigo si me quedo esta noche.

—Solo si dentro de una semana todavía sientes lo mismo.

Heechul   ( Libro 6- serie 7 novios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora