Heechul ( Libro 6- serie 7 novios)

capitulo 24

—El señorito Kim no está aquí —dijo Beth.

—¿A qué hora espera que regrese? —Siwon se había mantenido alejado durante tres días, pero ya no podía aguantar más. Por mucho que Heechul no quisiera verlo, él necesitaba hacerlo. Ya no podía dormir ni comer ni trabajar. Su vida se estaba derrumbando, y todo debido a su hechicero pelirrojo llegado de Nueva Inglaterra.

—No va a regresar.

—¿De qué está hablando? —preguntó Siwon.

—La señorita Settle le despidió y el se fue.

Siwon se sintió aturdido. Nunca se había imaginado algo así. Se sentía atrapado entre la rabia hacia la señorita Settle y la preocupación por Heechul.

—¿Cuándo se fue?

—El día siguiente al baile.

Ya hacía todo un día que se había ido y Siwon no sabía nada. Le dieron ganas de darse un golpe. Heechul no tenía dinero y tampoco tenía adónde ir. Era posible que hubiese regresado a Massachusetts. Impulsado por la impresión y la rabia, salió como un rayo del dormitorio, recorrió el sendero que llevaba al edificio principal y entró. Debían estar en un momento de cambio de clases, porque había jovencitas por todas partes, que corrían en distintas direcciones.

—¿Dónde está la oficina de la señorita Settle? —le preguntó a una niña.

—Allí —dijo la alumna, y señaló una puerta cerrada que había al fondo del corredor. Siwon irrumpió en la oficina sin llamar antes. Pasó frente a una secretaria que lo miró con ojos desorbitados y abrió de par en par la puerta de la oficina, donde encontró a Clara Rabin y a la señorita Settle, sumidas en una profunda conversación. Ambas se quedaron calladas de inmediato. Mientras hacía caso omiso de Clara, Siwon se dirigió al escritorio de la señorita Settle y se plantó frente a ella.

—¿Dónde está Heechul Kim? ¿Y por qué demonios lo despidió?

La señorita Settle se quedó mirándolo con la boca abierta. Clara se recuperó primero; el brillo de sus ojos contradecía la sonrisa que esbozaban sus labios.

—No puedo creer que estés tan interesado en el paradero de un simple niñero —dijo con una sonrisa que parecía cada vez más falsa—. Y menos después de la forma en que el te dio la espalda en el baile.

—¡Largo, Clara! —gruñó Siwon—. He venido a hablar con la señorita Settle, no a oír tus comentarios ponzoñosos.

—Yo estaba aquí antes —dijo Clara—. Y no tengo intención de irme antes de terminar.

—Si no te marchas por las buenas, te saco por las malas.

—¡Señor Choi! —dijo la señorita Settle, al tiempo que comenzaba a levantarse de la silla—. Usted no puede entrar aquí y...

—¡Siéntese! —Siwon dio una palmada sobre el escritorio para subrayar su orden y la señorita Settle se sentó—. ¡Largo de aquí, Clara! Y si descubro que has tenido algo que ver en esto, tendrás que preocuparte por cosas más serias que no haber podido terminar tu conversación.

Clara Rabin lo fulminó con la mirada; sus ojos brillaban con odio, pero Siwon también vio una chispa de miedo. Tal como sospechaba, Clara debía estar involucrada en todo aquel asunto.

—Volveré más tarde, Eleanor —le dijo Clara a la señorita Settle, en un intento por salir lo más airosa posible—. Tal vez entonces no nos interrumpan.

Siwon miró a Clara para apresurar su salida y luego dirigió su furia hacia la señorita Settle.

—Ahora —dijo inclinándose sobre el escritorio de la directora hasta que sus caras quedaron a unos pocos centímetros de distancia—, quiero saber por qué despidió al señorito Kim.