Heechul ( Libro 6- serie 7 novios)

capitulo 9

Siwon sonrió, mientras Heechul lo miraba fijamente, con la boca un poco abierta para seguir respirando sin ahogarse. Después de recorrer su cara, los ojos de Heechul se clavaron en el triángulo de piel que se le veía a través de la abertura de la bata.

—¿Nunca va a aprender a anunciarse antes de salir del baño? —preguntó Heechul con voz débil.

—La culpa es de sus palabras. Su elocuencia me hizo olvidar que debía anunciarme.

—Estoy seguro de que eso no es cierto. No he dicho nada importante.

Heechul parecía incómodo por el hecho de que ese hombre hubiese escuchado sus palabras. Pero su turbación no era mayor que la sorpresa de Siwon. No porque esperara que HEechul sintiera lo mismo que Clara Rabin. Clara era una mujer egoísta que obligaba a su marido a ganar más y más dinero para alimentar sus ambiciones sociales. A Siwon le importaba un bledo lo que Clara pensara de él y Clara lo sabía. Después de tener un acalorado enfrentamiento varios años atrás, Clara había decidido mantenerse alejada de Siwon. Pero estaba sorprendido de que Heechul lo hubiese defendido. Aunque no estaba seguro, tenía el presentimiento de que el albergaba un profundo rencor hacia el Sur.

—Nunca había oído a nadie hablar así —dijo Siwon—. La mayoría del tiempo la gente prefiere hacer caso omiso de que me falta un brazo o fingen que no hay nada raro. Incluso a mi familia le gustaría olvidarlo.

—Es difícil pretender recordar y olvidar al mismo tiempo.

Siwon detestaba los acertijos.

—¿Qué demonios se supone que significa eso?

Heechul sonrió. Era asombroso ver cómo sus ojos parecían cambiar de color de acuerdo con su estado de ánimo. No era que cambiasen de color exactamente, pero pasaban de un cafe oscuro, casi negro, a un cafe más claro. Era fácil para un hombre olvidar que el era un yanqui y recordar solo que era un doncel hermoso.

—No pretendo conocer a las bellezas sureñas tanto como usted —dijo Heechul—, pero supongo que tendrá usted que pulir un poco sus modales si encuentra a ese dechado de virtudes que está buscando como esposo. Es hosco y grosero y tiene la tendencia a maldecir cada vez que algo le molesta.

—Pues no parece que eso le moleste mucho.

—¿Cambiaría usted si yo me quejara?

—No —dijo Siwon.

—Entonces me alegro de no haber dicho nada.

Siwon no tenía intención de enzarzarse en otro duelo verbal con el. Heechul ya había demostrado que podía ser un excelente rival.

—Todavía no me ha explicado su comentario.

—No le va a gustar lo que tengo que decir.

—Casi nunca me gusta.

Heechul lo miró con ojos dubitativos y respiró hondo.

—Su mutilación ha puesto a su familia en una posición muy difícil. Lo sé porque yo también pasé por eso. Es imposible olvidar algo como lo que le pasó. Eso sería injusto y poco amable. Olvidarlo por completo sería como olvidar su sacrificio, negarle el mérito y el respeto que se merece por lo que hizo. También significaría pasar por alto el esfuerzo extra que usted debe hacer para lograr lo que todos los demás hacemos con más facilidad, olvidar las ofensas y los comentarios despectivos que tiene que soportar de gente como la madre de Betty Sue Rabin. También significaría que ellos olvidaran la entereza de carácter que usted ha desarrollado para lidiar con todo eso.

—No hable de mí como si yo fuera una especie de santo.

Al ver que Heechul volvía a sonreír, Siwon pensó que le gustaría que el dejara de hacer eso. La sonrisa de aquel hombre acababa con su control. En lo único en lo que podía pensar era en que la boca de Heechul parecía maravillosamente invitadora.