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ACTO DOS | CAPÍTULO 22
 Plan 

La mañana había comenzado y con eso, el pobre rey había despertado.

No pudo dormir bien debido a que Caspian estuvo toda la noche moviéndose y murmurando cosas sin sentido.. Zylan supuso que estaba teniendo una pesadilla así que simplemente se dedico a abrazarlo y transmitirle algo de paz con su calidez.

Se levanto con algo de dolor en su cuerpo, estaba desacostumbrado a dormir con alguien y tener que compartir su lugar de descanso.

Se estiro con algo de pereza y observo a su lado, Caspian seguía durmiendo tan pacíficamente que le tenia algo de envidia.

El casi no podía dormir seguido, y cuando realmente lo hacia, pareciera como si su mente estuviera en su contra y terminaba soñando con muy malas pesadillas.

— Necesito un vaso de agua.. —murmuro para si mismo.

Se encamino fuera de la habitación y recorrió todo el lugar en busca de alguien que lo dirigiera a la cocina. Sin embargo, estaba tan distraído que choco con un pecho firme.

— Oh, lo siento —se disculpo con aquel centauro.

— No se preocupe, su majestad — comento Glenstorm.

El rey alzo la vista para verlo mejor, quizá era 20 centímetros mas alto que el.

— ¿Como dormiste?

— Muy bien, su majestad. ¿Usted como durmió? 

— Algo torcido, pero bien —sonrió.

—Me alegro, su majestad. Espero más tarde a que su plan esté listo.

— Si, cuando el príncipe despierte veré si esta de acuerdo con mi versión, después avisaremos a los otros.

— Entendido, majestad —dijo, haciendo una  leve reverencia a su rey, y despidiéndose de él.

El rey suspiro, seguía agotado por no haber dormido bien, sin embargo, aún así se encamino al salón de planes.

— ¡Yo propongo atacar y tomar las cosas! —escucho.

— Si no tienes una maniobra, te asesinaran al instante —comento en voz alta mientras entraba a aquel salón.

— Su majestad..

— Buen día —saludo amablemente— Espero hayan descansado bien.

El rey se situó en medio del salón y por lo tanto, situándose en medio del circulo de las criaturas.

— Como saben, el día de ayer el príncipe Caspian declaro que iba a recuperar lo que nos quitaron los telmarinos, su pueblo —escucho un par de murmullos pero le dio poca importancia— El plan es simple, el primer grupo de enanos ira en busca de armas, lo mas presumible es que algunos soldados sigan despiertos o se levanten a hacer algo, así que el grupo de espadachines atacara pero solo si los telmarinos dan un paso sucio. Después de conseguir las armas daré la señal de retirada inmediatamente y volveremos aquí.

— Mi señor, ¿no seria más fácil asesinarlos? —hablo un oso.

— En mi opinión, es humillante para un caballero u soldado morir mientras duermes, así que prefiero que luchen por su vida.

— ¿Y si fallamos?

— No lo harán, confió plenamente en ustedes para lograr la victoria. ¿Quedo entendido el plan?

— ¡Si, señor! —las criaturas gritaron con emoción.

— Bien, cuando el príncipe Caspian despierte deben llamarme, estaré practicando detrás del Altozano.

Y con esa pequeña orden, el rey les sonrió a las criaturas y salio de aquel salón.

Como lo había dicho, se dirigió detrás del Altozano de Aslan y se tiro al césped.

Observo el esplendido cielo. Las nubes danzaban con tranquilidad, el viento fluía con un maravilloso ritmo y los pájaros dejaban escuchar sus hermosas armonías.

Suspiro pesadamente.

Detestaba tener que estar en guerras, pero así era la vida de un rey, dar ordenes, cuidar a sus ciudadanos y atacar a los enemigos.

Se levanto con cansancio y alzo sus manos dejando salir las llamas de fuego. Tarareando, una canción de la antigua narnia sonaba en su cabeza, dejándose llevar por tal belleza, su fuego salia con tal gracia y belleza.

— Eso es asombroso.. —se escucho un murmuro.

Sin embargo, el rey escucho aquello y volteo su mirada encontrándose con el príncipe.

— Gracias, supongo. ¿Descansaste bien? —pregunto acercándose a él.

— Si.. Buscatrufas me hablo de tu plan.. me parece perfecto lo que dijiste.

— Hm.

EL rey simplemente asintió.

— Uhm, oye.. ¿me enseñas a practicar con las espadas? no soy muy bueno en eso.. —lo miro avergonzado.

— ¿Eh?

El rey lo observo confundido. Paso mucho tiempo observando a los telmarinos al igual que a Caspian y muchas veces admitió que era muy bueno con la espada, un excelente espadachín. 

En cambio, el príncipe miraba ansioso al rey. No supo porque dijo aquello, lo único que sabia era que quería pasar tiempo junto a él.

— No puedo, tengo que ver algunas cosas con Glenstorm.

— Oh..

La mirada del príncipe decayó. El pobre rey se puso nervioso, no quería tener al príncipe así.

— Lo lamento.

— No te preocupes. Eres un rango mas alto que yo, tienes mas responsabilidades y eso es entendible.

— Puedo mostrarte después de conseguir las cosas, no creo tener ocupaciones luego de eso.

— ¡Oh, bien! —sonrió.

Definitivamente la actitud de Caspian cambiaba cuando estaba junto a Zylan.

— Bien, te veo después.

— Hasta luego —se despidió con su característica sonrisa.

El rey se fue rápidamente de ahí, teniendo un solo pensamiento en su mente.

Veía a Edmund en lugar de a Caspian.


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FÉNIX ||  Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora