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Cómo lo había sospechado su padre consideró elegibles a dos prospectos, justo los que había mencionado Sakura. Lo que restaba de la tarde sería cansado, tendría que estar escuchando a esos dos individuos presumir sus riquezas, además de que seguro no pararían de adularla.

Se encontraba parada al borde de las escaleras, dejando que los minutos pasaran y así la velada fuera más corta.

-Te ves hermosa- habló una dulce voz a su espalda, se trataba de su madre, quien entrelazó su brazo con el suyo y así ambas bajaron las escaleras juntas.

-¿Qué tan malo es el matrimonio?- cuestionó a su progenitora.

-No todo es malo, Itachi y tú son el fruto de él.

-¿Y a mí padre, lo quieres?

-Sasuke, ¿cómo puedes preguntarme eso? - su madre parecía indignada, pero no pudo evitar hacerle aquella pregunta, cuando jamás los veía juntos a menos que se tratara de un evento y si hablaban a solas era para discutir.

- Después de que perdieras a los bebés, apenas y se miran en la mesa, siempre parecen dos extraños.

-Sólo es para guardar las apariencia frente a ustedes-bromeó su madre – tu padre tiene que atender asuntos, así que le debo dar su espacio.

-¿Cuando te casaste con él, lo amabas ?

- Sasuke, el amor no es como los cuentos de hadas.

Ni siquiera le gustaba ese tipo de lectura, cómo para que se madre lo usará en su contra. Si le hacía esa pregunta es porque había visto la alegría de Sakura y su pareja cada vez que se se encontraban. Además sabía que ella tenía esa alegría y un brillo especial en los ojos cada vez miraba a cierta persona; Sakura se había mofado de ella por eso.

-¿Entonces consideras que el Rey Shimura, es el indicado para mí ? - preguntó con insolencia a su madre.

- Tanto tu padre como yo apoyamos al príncipe Deidara- la Duquesa recibió una mirada contrariada de parte de su hija- lo vez , cuando no están ustedes si hablamos, sabemos los rumores sobre el Rey Shimura, pero tampoco podíamos deshacernos de él tan fácilmente.

Ya habían llegado al final de la escalera, por lo que no pudieron continuar conversando, además de que había mucha gente a su alrededor. Su madre le dio un cariñoso apretón antes de alejarse de ella y atravesar la enorme puerta del comedor. Por su parte, Sasuke respiró profundamente, antes de afrontar lo que estaba por venir.

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-La es escultura de Miguel Ángel es tan bella, espero pronto poder poseerla en mi colección.

El príncipe Deidara sólo hablaba de arte, lo único que había presumido en la cena era su vasta colección de pinturas y esculturas. Sasuke lo tomó como un punto a su favor, de casarse con él, por lo visto este no le pondría ni una pizca de atención y la dejaría en paz la mayor parte del tiempo. Era buen bailarín al menos, pero ya estaba cansada de no escuchar otro tema de conversación.

- Príncipe- llamó la atención de éste sin poder esconder su hastío.

- Supongo que ya te harté con mi tema de conversación.

-Así es - dijo Sasuke sinreparos, causando impresión en su pareja de baile.

- Mis padres me hicieron prometerles que buscaría esposa, de lo contrario dejarían de financiarme. Por fuera tu pareces la mujer perfecta que ellos aprobarían, pero tú actitud deja mucho que desear y así como mi persona es una obra de arte, también mi esposa debe de serlo. No me comprarás solo con tu cara bonita- advirtió el príncipe a Sasuke.

Midnight LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora