Midnight Lovers

*10*

Se estaba volviendo loco.

No podía dejar de pensar en él. Creía haberlo superado hace años, pero todo había regresado, el volver a tenerlo tan cerca había reavivado esos sentimientos. Llevaba dos semanas sin poder disfrutar de los placeres carnales como lo hacía cotidianamente. Odiaba a esa mocosa, odiaba que tuviera que casarse con ella. La primera vez que la vio, pensó que sería sencillo, ella era tan parecida a Itachi que tal vez ayudaría a que el compromiso fuera más llevadero, pero no. Sasuke sería parecida a su hermano por afuera pero por dentro era una mocosa engreída.

Sus padres no paraban de enaltecer su belleza, querían que el matrimonio se adelantará y fuera lo más pronto posible. Eran unos superficiales, ni siquiera la habían conocido en persona, pero ya la adoraban simplemente por su bello rostro.

Hoy se llevaría a cabo la cena dónde sus padres la conocerían, al fin verían el ser tan repugnante que era ella. Si había aceptado el compromiso era por Itachi, este le había rogado que lo hiciera y que a cambio le daría lo que él pidiera. Sonrió al recordarlo decir esas palabras, porque él ya estaba seguro de lo pediría y ahora Itachi no podría negarse.

Los Uchiha llegaron, pero sólo enfocó su atención en uno, al hijo mayor. Itachi era una obra de arte por si solo. Era apuesto, alto, estilizado, recatado, su voz tan grave y profunda que demostraba la gran sabiduría que había detrás de ella. Además, era intrépido, valiente, amable y seria una gran padre, como envidiaba a su esposa y más por como Itachi la miraba, con tanta devoción, una mirada que hubiera deseado fuera para él.

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Durante la cena, Sasuke se comportó como toda una dama, incluso soltaba risas tímidas ante los comentarios sobre su belleza que el Rey Basuto le hacía.

-No me cabe duda que me darás unos nietos hermosos- dijo el padre de Deidara.

- Así es, no lo defraudaré, Rey Basuto.

Deidara sonrió, Sasuke acaba de demostrar lo engreída que era, lo poca humildad que había en su interior.

- Me agrada su seguridad Lady Uchiha, ¿Y si mis nietos no son hermoso como lo ha prometido?

-Eso será imposible, mi Rey, o tal vez no sería mi culpa.

Su padre se rió del comentario de Sasuke. Maldita sea tenía a los reyes en el bolsillo. Y como no, sus padres sabían de sus prácticas con otros hombres, así que suponían que si el matrimonio no funcionaba, sería por su culpa.

- ¿Nuestro hijo la trata bien Lady Uchiha? - preguntó la Reina y Deidara supo de inmediato que está cena y el periodo de prueba no eran por Sasuke, eran por él.

-Sí, él siempre es muy amable conmigo - Sasuke lo miró de reojo y supo que esa mocosa le pediría algo a cambio después de está cena - pero creo que es un poco tímido.

Sus padres lo miraron, más bien lo asesinaron con la mirada. Maldita Sasuke, en una sola oración había logrado halagarlo pero también exponerlo. Sabía que una vez que se fueran los Uchiha, sus padres le reclamarían.

Su padre se rió - ¿Es que quién no sería tímido con una joven tan hermosa como usted? , pero ya verá Lady Sasuke, mi hijo será un buen hombre para usted y cumplirá con sus deberes de esposo, como es debido.

No rompió la copa que tenía en sus manos, porque se controlo, no podía darse el lujo de hacer una escena. Estaba tan equivocado, Sasuke pudo haberse comportado como siempre y aún sus padres la aprobarían, después de todo ella les estaba haciendo un favor al casarse con su hijo que tenía gustos por los hombres.

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Después de la cena, todos se fueron a sus habitaciones, incluyendo los invitados. Deidara sabía que debía aprovechar el momento, así que pasada la media noche tocó a la habitación donde estaba Itachi. Su corazón se aceleró al escuchar su grave voz permitiéndole pasar.