Midnight Lovers

*27*

 — ¿Estás pensando en romper el compromiso?

Le preguntó a la Duquesa Senju al ver cómo miraba el periódico una y otra vez pero sin cambiar de página.

— No— respondió y dejó a un lado el papel que sostenía entre sus manos— ¿Por qué la pregunta?—posó sus ojos en ella y le dedico una melancólica sonrisa.

— Te noto muy distraído. Pareciera que tienes una batalla interna contigo mismo. Se que no soy tu madre — eso último lo susurro— pero puedes verme como una y decirme lo que te acongoja.

Suspiró y se puso de pie para caminar hasta la mujer que lo había rescatado y dado una nueva vida.

— Pensé que el fantasma de ella ya estaba enterrado, pero ayer...— se sentó en la silla de un lado y coloco sus antebrazos sobre sus rodillas — Creo que aún no puedo dejar de ver su rostro en todas partes. Sé que es ridículo que esté enamorado de un fantasma, pero no logro sacarla de mi mente, ni un día.

— Ya veo. Me hubiera gustado conocerla, debió de ser una chica con mucha paciencia y un gran corazón.

— ¿Por qué lo dices ?—cuestionó con el ceño fruncido.

— Porque tu también tienes un gran corazón y pienso que no te hubieras enamorado de alguien que no. En cuanto a la paciencia, eres una persona testaruda, aun recuerdo lo difícil que fue mostrarte modales.

Sonrió genuinamente, la Duquesa tenía razón— Era perfecta, a pesar de que le gustaba burlarse de mí. La amo mucho y por más que hayan pasado los años, sigo sin creer que ella haya fallecido y no solo ella, también nuestra hija.

— La vida ha sido muy dura contigo.

—No entiendo porque sigo con vida, pensé que había sobrevivido para poder regresar, buscarla y casarme con ella y más cuando tú decidiste ayudarme, pero resultó que regresé y ella ya no estaba. No me perdono el que no me haya podido despedir de ella. Jamás me perdonaré el no haber estado a su lado en sus últimos días, de no haber ido a la guerra...Juro que muchas veces cuando me voy a dormir, ruego con no despertar.

—Mi niño, siento no tener las respuestas para tus dudas, yo también quisiera entenderlo, pero sí seguiste viviendo fue por algo, es de lo único que estoy segura—lo tomó de las manos e hizo que los ojos de él la miraran—si te incentivé a salir y buscar una esposa, fue porque necesitabas salir de esta casa y encontrar alguien que haga que no desees morirte cada noche. Has aprendido muy bien sobre los deberes de un Duque, pero eso no ha servido para calmar tu alma.

—Hinata es una chica muy dulce y cariñosa.

—¿Sientes algo por ella?

Desvió su mirada— no más que lo que podría sentir por una amiga.

Ella le dirigió una media sonrisa — Entonces no la desposes, o hazlo hasta que estés seguro. No merece que le des menos de lo que ella te ofrecerá.

—Pero sé que le daré lo que me pida, la cuidaré, procuraré. Buscaré hacerla feliz.

—Mi niño, eso suena bien cuando no tienes otra opción que un matrimonio arreglado, pero tú no estas obligado a eso y por ende tampoco deberías arrastrar a alguien a ello.

—Sasuke era mi vida, jamás la olvidare. Soy un muerto en vida, nunca encontraré a una mujer que despierte en mí, los sentimientos que ella me provocaba.

—Tal vez no fue buena idea, hacer que leyeras tantos libros, te has vuelto algo dramático. Piensa lo que dije. Sal a tomar un poco de aire, no te haría mal.