Midnight Lovers

*11*

Conforme se besaban, Naruto colocó sus manos debajo de los glúteos de ella y la cargó para recostarla en la cama.

Se colocó en cuatro encima de Sasuke y decidió observarla por unos segundos. Estaba embobado por ese rostro, era hermoso y delicado, cualquiera pensaría que detrás de el había una fina, amable, refinada y sumisa dama; lo cual no era el caso , Sasuke era todo menos sumisa y no ocultaba lo que realmente pensaba de otros.

Verla así con su cabello suelto y admirando esas perlas negras de sus ojos iluminadas por la luz cálida de una lámpara de la habitación, lo hizo desear que ese momento durará para siempre.

Sasuke por su parte sentía demasiadas emociones en su interior. Odiaba tener que pensar en todas las posibilidades, sentía que le impediría disfrutar el momento. Su madre le había dicho que el acto era doloroso las primeras veces, pero con el pasar del tiempo se volvía disfrutable; aunque no parecía muy convencida. También le había preguntado a Mei, quien no desmintió lo que dijo su madre pero agreó que ella lo disfrutaba bastante, incluso había sonreído y perdido un momento en sus pensamientos al decirle eso, como si se hubiera detenido a tener un grato recuerdo, eso lo considero buena señal.

No era tonta para saber que todo mundo cuestionaba el porque se había fijado en Naruto, cuando su familia tenía un amplio círculo de nobles bien parecidos. Pero le encantaban los ojos de ese Dobe, además de que siempre lograba sacarle una risa con los disparates y cosas tontas que hacía. Él no escondía quien era a diferencia de su círculo de conocidos, incluso su familia. Si había un culpable de que ella no actuará acordé a los preceptos de la sociedad era él, porque desde que Naruto llegó a su vida este siempre decía cosas impropias. Y en cuanto a lo físico,como había dicho Sakura, el tiempo había sido generoso con él, poseía una espalda ancha y su brazos estaban trabajados , consecuencia de los trabajos que realizaba todos los días y aunado a los entrenamientos, su cuerpo estaba cada vez más tonificado.

Naruto la besó, habían pasado días desde que no se veían y todas las noches soñaba con besarla. Sasuke rodeó su cuello con sus brazos para atraerlo y ambos separaron sus labios para que sus lenguas juguetearan una con la otra. La mano de ella se fue a desfajar la camisa de Naruto y la alzó hasta que pudo escabullirse por debajo de esta. La piel de Naruto era tan cálida y suave, notó algunos relieves en esta, seguro se trataba de cicatrices de todas aquellas veces que se había caído mientras trabajaba.

Naruto fue el que cortó el beso y se enderezó para quitarse la ropa de arriba de la cintura pues comenzaba a hacer calor en la habitación. Sasuke lo observó detenidamente y tragó saliva al ver el torso descubierto de Naruto y entonces supo que quería hacer más que solo acariciarlo. Continuaron besándose, ella enfocada en acariciar tanto el pecho como la espalda de Naruto, mientras que el había alzado el camisón, dejando al descubierto sus piernas y acariciándolas lentamente.

La mano de Naruto fue subiendo lentamente por la pierna derecha de Sasuke, no se había dado cuenta de que no había nada debajo del camisón hasta que su mano toco las caderas de ellas. Se separó sorprendido de Sasuke y entonces observó detenidamente el cuerpo de ella, fue cuando se percató de que debajo del camisón no había nada, sus mejillas se encendieron al centrarse en sus pechos y poder vislumbrar los pezones por debajo de la tela.

Comenzó a sentir punzadas en su parte inferior, así que se apresuró a quitarse la ropa que le quedaba. Cuando quedó completamente desnudo, Sasuke lo miraba asombrada, ahora entendía porque la otra noche había sentido aquel roce cerca de su intimidad. Y fue cuando comenzó a comprender porqué el sexo podría ser doloroso. Ella sabía que no podía quedarse atrás así que se sentó de cuclillas en su cama y se quitó el ligero camisón de encima. Sintió de inmediato la mirada de Naruto recorrerla, pero no le incómodo, al contrario. Tomó el antebrazo de él y lo atrajo de nuevo a donde estaba ella. Ambos volvieron a recostarse, se besaron y pudieron sentir sus cuerpos rozando una contra el otro.