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-Lady Mitaku Uzumaki, ¿acepta al Marqués Gaara Sabaku como su futuro esposo, para amarlo por la eternidad o hasta que la muerte los separe?

-Acepto-respondió Sasuke rebozando de alegría.

-Marqués, ¿acepta usted a Sasuke Uchiha como su futura esposa, para amarla por toda la eternidad o hasta que la muerte los separe?

-Acepto.

Abrió los ojos, respiró profundamente y miró hacia el lado derecho para encontrarse con una mata de cabello rojizo. Sonrió y se acomodó la sábana para tapar su desnudez. Ya casi cumplía el año de casada con Gaara, pero aun soñaba con ese momento, sólo que siempre con la diferencia de que Gaara la aceptaba con su antiguo nombre.

De pronto sintió como un brazo la rodeaba y el cuerpo de él se acercó al suyo. Sonrió con los ojos cerrados y esperó a que Gaara entrelazara su mano con la suya. Sintió como besaba sus espalda y meditó por unos minutos, quería sucumbir pero en alguien debía de existir la prudencia.

-No podemos, debemos de prepararnos para irnos-le recordó, aunque se arrepintió de inmediato.

-Tenemos unos minutos-le dijo él sin despegarse de su cuerpo.

-Necesitamos más que unos minutos-le dijo Sasuke malhumorada y se levantó aventado la sábana de manera cariñosa a Gaara. Se colocó su bata y se levantó para volver a su habitación.

**..**..**

Se sentía plena, muy feliz y dichosa. No era la vida que había imaginado; lejos de su familia, habiendo perdido su primer amor y criando a su hija ahora con otro hombre. Era cierto que para Yume estaba siendo un poco complicado, Gaara estaba poniendo todo de su parte para ser amable como ella y criarla como su hija, pero Yume aún estaba comprendiéndolo.

-¿Segura que no tienes problema con que me ausente tanto tiempo?-le preguntó Gaara en el carruaje.

Sasuke negó con la cabeza- Es tan sólo un mes, estaré bien. Estaré cuidando a Sakura y a los niños. No debes de que preocuparte.

-Pero mi primo y yo nos iremos, se quedaran solas.

Sasuke miró con incredulidad a Gaara- Los sirvientes se quedaran, así como los oficiales que tiene tu primo para cuidar su propiedad- Estaremos bien, ¿no es así Yume?-Sasuke volteó hacia su hija quien sujetaba con todas sus fuerzas un juguete de un perrito que Gaara le había regalado, últimamente era su juguete favorito.

-Sí-respondió algo desanimada y eso preocupó a Sasuke.

Llegaron al que antes fue su hogar, para sorpresa de Sasuke, Yume no salió corriendo del carruaje para ir enseguida a jugar con Yuta, al contrario se quedó a su lado, se veía bastante nerviosa. Sasuke tomó su pequeña mano y caminó con ella hasta llegar a la puerta donde el Conde Sasori los estaba esperando.

-Disculpen a mi esposa, pero este embarazo esta siendo más complicado que los anteriores. Esta bien, pero debe guardar reposo.

Se acercó a darle un abrazo a su primo y después besó la mano de Sasuke como saludo. Cuando ya entraron y ambos hombres comenzaron a hablar, Sasuke se detuvo y se aisló de ellos junto con Yume.

-¿Qué sucede cariño?-le preguntó Sasuke poniéndose de cuclillas y susurrándole a su hija.

Yume solo negó con la cabeza y se aferró con fuerza a su muñeco, Sasuke pudo ver como sus ojos comenzaban a dejar ver esas lágrimas que estaban por salir.

-¿Te sientes mal?-cuestionó Sasuke a su hija ya bastante preocupada.

De nuevo la niña negó- Es...es...-Yume se veía tan nerviosa que Sasuke comenzó a imaginar lo peor- es...-no decía nada más y miraba la suelo-es...¿papá tardara mucho en volver?

Midnight LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora