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Se aferraba con fuerza al presente que llevaba en su regazo. Ella no había elaborado, aún así, se sentía nerviosa al saber que tendría que dárselo al Duque. Había practicado en su mente las palabras que le diría al entregárselo, aunque también sabía que estaba la posibilidad de que ni siquiera tuviera que verlo y sólo dejara el regalo con algún sirviente.

Bajó del carruaje y tocó la puerta, todo podría terminarse con solo decir que se lo entregaran al Duque Senju, pero Hinata había sido muy específica en pedirle que se asegurará que él lo recibiría ese día, por lo que la única manera de lograrlo era haciéndolo ella misma.

La puerta se abrió, tragó saliva para calmar la aceleración de su corazón y sonar lo más indiferente posible.

- Buenos días, quisiera ver al Duque Senju. Le he traido un obsequio de parte de su prometida- fue consiente de que había sonado más a orden que a un aviso o permiso, pero ya no podía remediarlo.

- ¿Cuál es su nombre Mi Lady? - dijo amablemente el sirviente.

-Puede decirle que lo busca la Marquesa Sabaku- al mencionar su apellido, algo se detonó en ella, un extraño sentimiento de advertencia, de que lo mejor era que se fuera de allí, pero lo ignoró cuando la invitaron a entrar a la propiedad.

Apenas entró, el mozo la llevó hasta la sala y la invitó a tomar asiento, este hizo una reverencia para despedirse, de pronto escuchó la voz de una mujer que enseguida cuestionó al sirviente sobre quien había llamado a la puerta.

-Entiendo. Regresa a tu actividades, yo me encargo de atenderla.

Sasuke se levantó enseguida y se sintió enseguida en alerta. Por la autoridad que había demostrado esa voz, seguramente se trataba de la que fuera un familiar del Duque, tal vez era su madre, de ser así, sus esperanzas desaparecerían.

-Buenos días Marquesa Sabaku -saludó una mujer de cabellos rubios y ojos castaño claro -soy la Duquesa Senju, madre del Duque.

Esas últimas palabras fueron de gran impacto para Sasuke.

-Mucho gusto-respondió Sasuke educadamente y con una sonrisa-siento molestar, pero Lady Hyuuga me pidió encarecidamente que entregará este regalo al Duque.

-Me alegra saber que Lady Hyuuga tenga tan buenas amistades, hay quienes lo hubieran mandando con algún sirviente para no tener que molestarse.

-Como usted misma ha mencionado, habemos nuestras excepciones.

-Mi hijo se encuentra en su despacho, sigame para que cumpla con su promesa.

-Muchas gracias -Sentía un vació en la boca del estómago, sabía lo que significaba eso, estaba nerviosa y no debía de estarlo, no tenía derecho a estarlo.

-No me gusta sentir que siguen mis pasos, ¿por qué no caminas a mi lado?-le sugirió la Duquesa y Sasuke de inmediato acelero sus pasos hasta alcanzarla -¿Naciste aquí?-le preguntó con la intención de hacer el camino más cómodo.

-No-respondió Sasuke - la guerra me orilló a mudarme aquí.

-Ya veo, a nosotros igual.

Sasuke notó que la Duquesa había dicho esas palabras con cierta incomodidad, lo que la hizo sentir curiosidad sobre lo que podía haber perdido, tal vez a su esposo, pensó, lo que en cierta manera la hizo sentirse identificada con ella.

La Duquesa Senju se detuvo frente a una hermosa puerta de madera, trabajada detalladamente con grecas. Fue cuando Sasuke respiró profundamente para mantener la calma.

-Hijo-dijo la Duquesa al entrar y Sasuke la siguió.

Conforme entraron a al estancia Sasuke solo se topó con varios estantes de libros, el Duque debería de leer demasiado, lo cual era una prueba irrefutable de que no podría tratarse de Naruto, el jamás había tomado un libro en su vida; que ella recordase.

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⏰ Última actualización: Sep 22 ⏰

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