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El Marqués cumplió su promesa y le encontró una oportunidad de trabajo a Sasuke. Debía de aceptar que se sentía algo emocionada, aunque le dolía que de concretarse no podría estar todo el día con su hija.

-¿Segura que quieres trabajar?-la cuestionó Sakura con mala cara, mirando como Sasuke terminaba de arreglarse, aunque aún era muy tope para peinarse, por lo que Sakura se levantó para ayudarla.

-¿Por qué lo preguntas de esa manera?-le reclamó Sasuke.

-Porque se nota que jamás has trabajado en tu vida, de lo contrario no estarías tan emocionada. Además ya te dije que no debías de preocuparte.

-No quiero ser una carga, ya te lo he dicho.

-Mitaku- dijo Sakura con firmeza y tomó unas hebras del cabello de Sasuke - Tu esposo- susurró - le dio suficiente dinero a Sasori para tus gastos y los de tu hija, así que no hay necesidad.

Era extraño pensar en Deidara como su esposo, era más alguien con quien había compartido habitación en ocasiones y a quien besó en contadas ocasiones, sin mencionar que rara vez hablaron de manera civilizada. Estaba segura de que había motivos ocultos de porque Deidara la había ayudado tanto, conforme pasaba el tiempo y lo meditaba se daba cuenta que seguramente debía de haber tenido sentimientos por su hermano, sólo esperaba que Itachi no haya accedido a corresponderlos de alguna manera.

-Aún así, parte de ese dinero es de ustedes por haberme ayudado- Se sentía encerrada y eso le molestaba, lo cierto es que jamás había sido libre, pero últimamente eso le molestaba demasiado.

-¿Qué sucede ?-la cuestionó Sakura al verla con la frente arrugada y con la mirada pérdida.

-Nada, ¿de verdad a tu esposo no le molesta Yume?

Sakura negó con la cabeza-por supuesto que no, además se alegra que Yuta tenga con quien jugar, le gustan demasiado los niños -Sakura se sintió cansada y se sentó al borde de la cama de Sasuke.

-Eso puedo verlo-se burló de Sakura mientras se colocaba sus zarcillos-también le gusta como hacerlos-le dijo de manera picarona y sólo consiguió que quien antes era su dama de compañía se coloreara de las mejillas.

-Mi Lady...-habló apenada Sakura y miró hacia otro lado.

-Ambas lo hemos hecho, no se de que te avergüenzas.

De pronto Yume entró a la habitación gritando alegramente por su madre, Sakura agradeció para poder relajarse. Sasuke, mientras tanto, giró con alegría en dirección a su pequeña, pero pronto se horrorizó al ver su vestido roto y sucio.

-¡Yume!-le reclamó Sasuke-!Deja de destruir tus vestidos!, ¿qué les haces?

-Ni intentes cambiarla, te ensuciaras -le advirtió Sakura y esta le habló a Yume para que fuera hacia ella - Yume, cariño, no puedes seguir siendo tan imprudente.

-¿Impu..?-la cuestionó la niña y tanto Sakura como Sasuke rieron.

-Se refiere a que no puedes seguir destruyendo tus vestidos. Son costosos y no podemos estarte comprando nuevos cada semana.

-Intenté subí a un árbol- se quejó la niña-pero me caí.

-Yume, también debes ser más cuidadosa, podrías lastimarte y ¿sabes que sucederá si eso te pasa?- cuestionó Sasuke a su hija, mientras le llevaba otro vestido a Sakura. Su adorada hija solo negó con la cabeza- ya no podrás seguir jugando- le advirtió a hija, quien se asustó ante el comentario de su madre, pero Sasuke sabía que sólo se calmaría por unos días y después volvería a lo mismo.

-Tú dijite que papá me cuidaba-dijo haciendo un puchero y mirando hacía el suelo.

Sasuke suspiró profundamente, sí le daba esté tipo de contestaciones ahora que era pequeña, que le esperaba cuando fuera mayor- Sí, te dije que él te cuidaba, pero tú padre era un poco torpe, así que tu debes ayudarle no haciendo cosas tan peligrosas.

Midnight LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora