Midnight Lovers

*13*

Al atardecer había ido a buscarlo a los establos. Cuando llegó, lo encontró con el torso descubierto; seguro por el calor que hacía, de hecho ella ya esperaba con ansias poder quitarse el vestido que llevaba puesto y ponerse su ropa de dormir.

Los entrenamientos le habían sentado bastante bien a ese atolondrado, tan bien que cuando Naruto volteó se topó con ella mirándolo fijamente con los labios ligeramente separados.

Él se rió de su reacción, lo que hizo que Sasuke recuperará la compostura y su rostro se tornará serio como siempre. De pronto algo le dolió en su pecho, se dio cuenta de que querría despertar y encontrarse con el rostro de Sasuke todas las mañanas y eso parecía cada vez más imposible.

- No estabas cuando desperté el otro día- le reclamó Sasuke conforme iba caminando hacia él.

- No quisiera imaginar el susto que hubiera recibido Sakura, además de que seguro me iba a echar agua fría encima para sacarme de la cama.

Sasuke le sonrió con melancolía.

-¿Estás bien? - preguntó preocupado, podía notar que Sasuke se veía triste por más que quisiera ocultarlo detrás de un rostro inexpresivo, pero sus ojos la delataban. Conforme se fue acercando notó que los tenía ligeramente rojos y un poco hinchados, como si hubiera estado llorando.

-Sí, ¿no te has enterado? Soy tía - dijo intentando sonar alegre y haciendo lo posible por deshacerse de ese nudo en la garganta. No quería llorar frente a Naruto, de nada serviría, nada cambiaría.

- ¿Por fin nació el hijo de Lord Itachi ? - dijo con sorpresa- tardó mucho.

Sasuke se rió – Dobe, tardó nueve meses, lo normal ¿o acaso no lo sabías ?

- ¡¿Nueve meses ?!

- No puedo creer que sepas cómo hacer ciertas cosas - habló refiriéndose al sexo - y no cuanto dura un embarazo- continúo sonriéndole, pero poco a poco ya no pudo sostener la sonrisa y las lágrimas brotaron de sus ojos.

-Sasuke...- soltó la paja que traía en la mano y fue hacia ella para abrazarla. Sasuke escondió su rostro en el pecho de él y ya no pudo evitar contener el llanto, comenzó a sollozar con fuerza, sintiendo como seguía abrazándola y acariciaba su cabello.

Generalmente el mismo se consideraba un idiota, pero en cuanto a los sentimientos de Sasuke siempre había sido muy perceptivo. Obvio que sabía cuánto duraba un embarazo, solo había actuado como que no, para hacerla reír al menos. Tenía una idea del porque del estado de ella, seguramente ver a ese niño la hizo pensar en lo que ella tendría que pasar con ese príncipe en poco tiempo.

De pronto por su cabeza, paso el llevarse a Sasuke una noche sin decirle nada, pero recordó lo firme que ella había sido en que se casaría con ese hombre por el bien de su familia. Si se la llevaba en contra de su voluntad seguro ella lo acabaría odiando.

- Si cambias de opinión, solo házmelo saber- fue lo que le dijo en un intento con reconfortarla. Pero solo hizo que Sasuke se aferrara más a él y sus lágrimas mojaran más su vieja camisa.

Sasuke se regañó a ella misma, debía de calmarse, nada iba cambiar con ella llorando a cada rato. Pensaba en lo que le habla dicho Mei y no le parecía mala idea, claro que lo consultaría con Naruto, no quería tomar la decisión por si sola, al final afectaría a ambos.

Naruto aligeró sus brazos al sentir que Sasuke quería terminar el abrazo. Ella se limpió las lágrimas y volvió a sonreírle, mostrándose más serena.

-Me dejaste marcas – cambió de tema.

Esa afirmación tomó a Naruto por sorpresa, quien no captaba de lo que le estaban hablando. Sasuke de pronto se bajó un poco el escote de su vestido lo que hizo que el rostro de Naruto se pintara de rojo.