*8*

84 8 0
                                    

No estaba de humor para soportar al príncipe y sus excentricidades. Deidara había llegado de visitar sin avisar, lo cual la había molestado demasiado, Además hace dos semanas que Naruto había vuelto y este había dicho que no podrían verse debido a los entrenamientos, pero bien sabía que eran pretextos. Estaba asustado, por lo que había sucedido la última vez que se vieron.

Así que, se encontraba bastante irritada por la decision de ese atolondrado rubio, aunado al hecho de que estaba en esos días del mes en qué deseaba estar acostada y sin ser molestada. Le habían dado algunas infusiones pero aún le dolía bastante la parte baja de su vientre. De verdad solo quería estar recostada y no escuchando a ese imbécil.

- Ese cuadro, es magnífico, se vería muy bien en mi habitación. ¿Crees que tu padre nos lo quiera dar como regalo de bodas?

Miró de reojo el cuadro. Según ella era una reliquia familiar - Lo dudo mucho, mi padre atesora mucho las antigüedades de la casa.

- Apuesto a qué lo hará. Después de todo le estoy haciendo un gran favor casándome contigo, un cuadro no se compara con el sacrificio que estoy haciendo.

-¿Sacrificio? - como se atrevía ese mequetrefe a decir que casarse con ella era un sacrificio, sabía que era hermosa y además no era una cabeza hueca.

- Lo siento, pero no eres mi tipo.

- ¿Y quién es tu tipo? ¿Mi hermano por ejemplo?

Deidara se rió sosteniendo la copa en sus manos, dio un sorbo y regresó su mirada a Sasuke - tarde o temprano lo sabrías, pero estás en lo correcto.

- ¿Entonces sería justo pedir un trato?

-Seré claro contigo- dejó la copa un lado y se levantó para caminar hacia donde estaba ella. Tomó su mentón sin permiso y la obligó a verlo a la cara- tu único deber como mi futura esposa es que te mantengas casta y pura hasta el día en qué consumemos el matrimonio. Tus dos primeros hijos deberán ser míos, después de eso haz lo que plazca para complacerte. Pero si quedas embarazada de otro, esos niños se irán a la calle ¿Entendiste? , no pienso mantener bastardos.

- ¿Y podrás hacerlo ? - lo retó Sasuke. Deidara no entendió la pregunta y la miró con duda - me refiero a que si podrás engendrar algo conmigo ya que como yo no soy un hombre

- Eres una insolente- apretó con fuerza el mentón de Sasuke y la soltó con agresividad - está es mi última advertencia mocosa, o te comportas o anuló el compromiso y prepárate para vivir un infierno.

Tocaron a la puerta y ambos inmediatamente recuperaron la compostura, Sasuke intentó relajar su rostro pero le era muy difícil. Ese sujeto era demasiado insoportable. Deidara anunció que podían pasar, tras la puerta se encontraba se hermano, Itachi, quien saludó con efusividad al Príncipe y después se dirigió a su hermana.

-Me darías unos minutos con tú prometido Sasuke.

- Puedo darte el resto del tiempo - respondió sin pensar y fue cuando recibió para su sorpresa una mirada de desaprobación de parte de su hermano.

-Será mejor que te disculpes, Sasuke- le advirtió Itachi.

Eso sólo consiguió enfurecerla más, no podía creer que su hermano la estuviera reprendiendo de esa forma, jamás lo había hecho. Se levantó con la dignidad que le quedaba y procedió a disculparse.

- Una disculpa Príncipe, pero no me siento muy buen el día hoy y mi estado de ánimo se ha visto afectado por ello. Siento si mi comentario lo ofendió.

Deidara solo asintió y con ello Sasuke se retiró de la estancia con su orgullo arrastrando por los suelos.

..**..**..

Midnight LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora