Primera Parte
Pasadas las festividades de fin de año, todos volvieron a la normalidad con sus rutinas el trabajo y demás.
Los padres de Gabriel le llamaban con frecuencia, aún sentían ese arrepentimiento por su actitud inmadura al traer a Diana sin avisar.
Enero fue un mes de arduo labor, el Centro Comercial seguía creciendo, en definitiva, era la atracción de San Andrés. En la mente del joven De Angelis había un centenar de ideas, entusiasta y siempre con miras al futuro.
Isabella, culminó sus estudios online de manera avanzada, aprendió lo suficiente y con ello logró concretar un enorme crecimiento profesional y en su tienda, lo cual le permitió contratar personas que trabajaren para ella, y durante ése tiempo los acompañó lo suficiente para que durante alguna ausencia le garantizaran absoluta confianza y desempeño en el manejo de la misma.
Ese primer mes fue ajetreado y sacrificado, ambos llegaban exhaustos cada noche, pues pasaron semanas enteras laborando hasta tarde, y no perdían de vista la idea de tomarse unas vacaciones.14 de febrero, cumpleaños de Gabriel y día de San Valentín.
Por primera vez en años, no había organizado una gran fiesta para festejar, lo consideraba innecesario, por lo cual prefirió celebrarlo junto a Isabella y algunos allegados. Lejos de las apariciones públicas, con un perfil un poco más bajo, planeó una cena de cumpleaños sencilla pero apetitosa, invitando a Enzo y también a sus empleados.- Enzo, pensé que no llegarías.
- No iba a perderme éste banquete, es solo que me quedé hasta tarde en la oficina y fuí por tu obsequio ¡Feliz cumpleaños Gabriel!
- Gracias, y gracias por venir.
- Por cierto ¿Isabella?
- Está por llegar, salió muy temprano hoy.
- ¿Ha estado fuera de casa todo el día?
- Sí, fue por la tienda, debía solucionar algunas cuestiones pues, nos pensamos tomarnos unas vacaciones o simplemente un descanso, ya sabes; también tenía algo más que hacer por fuera aunque no me dijo qué, además de una buenas horas de spa que le regalé con motivo de San Valentín, quería consentirla.
- Vaya, que mujer tan ocupada. Aunque es un poco tarde, deberías preocuparte.
- Sabe como cuidarse, es una mujer maravillosa. Un momento, creo que acaba de llegar.
- ¿Conduce?
- Y no sabes cómo.Isabella ingresó a la sala con un vestido negro, chaqueta de jeans y zapatillas de plataforma, su cabello brillante extra lacio y su piel deslumbrante.
- I: ¡Llegué!
- G: Mi pequeña, hablabamos de tí.
- I: Espero que bien ¡Hola Enzo!
- E: Isabella, te ves muy hermosa hoy.
G: Oye, deja de admirar tanto a mi prometida.
E: Quizá no sea el único que la mira así, en verdad, te ves muy bien.
I: Muchas gracias Enzo.
G: ¿Porqué tardaste? Creí me llamarías.
I: Lo siento, de verdad. Ha sido un día muy largo, estoy algo cansada, a pesar de mi sesión de spa, fue excelente, gracias, lo disfruté mucho. Y eso no es todo. Tengo una sorpresa para tí -tomando una pequeña bolsa de colores brillante que contenía un sobre en su interior-.
G: ¿Qué es ésto?
I: Ábrelo.
G: ¿Un sobre? Me pregunto que...No comprendía nada, pero abrió aquel sobre y en él un informe de laboratorio.
- G: ¿Qué significa ésto?
- I: Son los resultados de unos análisis.
- ¿Estás enferma?
- No precisamente.
- ¿Entonces? No lo entiendo.
- (Sonriendo) Vas a ser padre.
- G: ¿Qué? ¿Estás?
- I: ¡Sí, estoy embarazada!
- G: ¡No puede ser! No puede ser posible ¿Escucharon eso? ¡Voy a ser padre!
- E: ¡Muchas felicidades a los dos! Ésto es un gran motivo para festejar, un excelente regalo de cumpleaños.El abrazo entre los tres era la nota perfecta de una escena enternecedora.
- E: Voy a tomarme el atrevimiento de proclamarme padrino de ese niño o niña y no aceptaré un 'no' como respuesta.
- G: Por supuesto que sí Enzo, serás un gran padrino. Gracias, gracias. Estoy tan feliz. Realmente no lo esperaba ¡Voy a ser padre! ¡Dios! Es el día más feliz de mi vida. Debo contárselo al Padre Miguel.
- E: Serás toda la novedad en los medios locales.
- G: No lo había pensado, pero no me importa, voy a ser padre gracias a la mujer que amo. Quisiera poder compartir ésto con Grace.
- I: Estoy joven aún, seguro me regañaría.
- G: No pienses eso. Estaría muy orgullosa de tí, serás una gran madre como lo fue contigo. Que no decaiga, ésto es motivo de una gran celebración. Muy pronto serás mi esposa, habremos de cerrar nuestro círculo, todo será perfecto.
- E: Bueno, que no se les olvide seré padrino del bebé y de su boda también.
- I: Nada nos haría más felices que eso. Gracias Enzo -abrazandolo.Enzo sentía en su piel el peso de tantas emociones juntas, nunca dejó de amar en silencio a Isabella, sin embargo, anhelaba su felicidad más que nada en este mundo.
- E: No hay de que. Y por cierto ¿Cuándo será la boda? -nudo en la garganta y voz entrecortada disimulada con un suave carraspeo.
- G: Bueno, aún no hemos puesto una fecha y es algo que tenemos pendiente. Será muy pronto seguramente, debo hablar con el Padre Miguel así me aparte un lugar, quiero que ésto sea muy especial para mí, para Isabella y para todos.
- E: Oye, y respecto a la fiesta...
- G: A decir verdad, las cosas han cambiado mucho últimamente y mantuve un perfil lo suficientemente bajo ante la sociedad lejos de las noticias y demás, pensaba organizar algo privado, tranquilo, pero... he considerado esa idea y pues, como uno no se casa todos los días con el amor de su vida, entonces, quiero que ésta sea una boda de ensueño para mi futura esposa, algo inolvidable y para eso se necesita movimiento, ruido, un poco de prensa, ya sabes, el gran Gabriel siempre dió de qué hablar.
- E: Preparate entonces para las primeras planas.
- I: Oh, sí, todos debemos prepararnos mentalmente, serán días agitados y de mucha presión, estar con alguien como tú no resulta tan fácil de llevar.
- G: No debes preocuparte por nada.
- I: Está bien. Vamos a festejar, yo también estoy muy feliz, un poco asustada nada más.
- E: Manten la calma, todo estará bien, Gabriel siempre estará a tu lado y puedes contar conmigo también.El clima hogareño mantenía en jubilo a todos ante la noticia, el tiempo se había encargado de acomodar cada cosa en su lugar.
Segunda Parte
Domingo por la mañana. Gabriel asistió junto a Isabella y sus guardaespaldas a la misa de las diez. Una vez finalizada, Gabriel se dió un momento para charlar con el Padre Miguel mientras Isabella rezaba en el interior de la Capilla.
- Isabella, vuelvo en un momento, debo hablar con el Padre.
- Oh, está bien, aquí te espero.
- Robinson se quedará contigo.
- No demores por favor.
- ¿Me extrañarás?
- Siempre.
- Ahora vuelvo.Gabriel se apresuró para alcanzar al Padre, quién apenas se dirigía al despacho.
- ¡Padre!
- Gabriel ¡Tanto tiempo!
- Sí, he estado trabajando duro, cansado, lo siento.
- Comprendo hijo, no voy a cuestionarte nada, mientras no dejes de lado tu fé en el Señor.
- Por supuesto que no.
- Ven entremos, anhelo saber que te trae por aquí. Toma asiento.
- Bueno. A decir verdad... Pasaron cosas, muchas.
- Cuéntame.
- Seré breve, no tengo demasiado tiempo, solo diré, que gracias a sus consejos mi vida cambió completamente. Trabajé duro en el proyecto del Centro Comercial, luché por el amor de la persona que amo y lo conseguí, obtuve su perdón y nos dimos una oportunidad. Hace un pequeño tiempo atrás le propuse ser mi esposa, aceptó y ésta semana me sorprendió la noticia de que voy a convertirme en padre.
- Mi muchacho, no sabes lo feliz que me hace saberlo ¡Bendito seas, Gabriel!
- ¡Amén!
- Un cierre perfecto de telenovela. Lo lograste Gabriel.
- Al fin, si. Y muy pronto, nos casaremos aquí, mi mejor amigo Enzo, lo acepté nuestro padrino de bodas. Será un gran día.
- Te lo mereces. Por cierto, he tenido algunas noticias de la Hermana María. Bueno, ex Hermana, me cuesta todavía.
- María.
- Sí, supe que se volvió rebelde.
- ¿Rebelde?
- Sí, como lo oyes, de hecho, ha sido arrestada un par de veces por ebriedad y desorden en la vía pública.
- No lo puedo creer, no supe nada de ello, estuve tan concentrado en mi trabajo.
- Lo sé. Ella, ya no es alguien fiable, hay que tener cuidado. Nunca supe la razón por la cual se fue, dejó de lado la fé y se marchó, no me lo explicó, algo grave, muy grave supongo.
- Seguramente. Bueno, dejé a mi prometida esperando. En la próxima visita se la presentaré. Ha sido un placer verlo, Padre, siempre será bueno.
- Gracias a tí por venir. Las puertas siempre estarán abiertas.
- En la semana le enviaré algo de dinero.
- Dios te bendiga, hijo.
- Adiós.
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GABRIEL ¿Ángel o demonio?
RomanceEl empresario multimillonario más joven de la ciudad, se destaca por su poder, fama y atributos físicos a los cuales nadie ha podido resistir. Sus malas costumbres pondrán en juego su figura pública. Cuando el amor toque su puerta sentirá como todo...