Capítulo 7

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Förening

Respiré hondo y por fin pude dejar de llorar. Aunque Christopher ya no me abrazaba, continuaba muy cerca de mí. Al parecer se había dado cuenta de ello y alejó su brazo todavía más.

—¿Qué es lo que pasa? —le pregunté—. ¿Quiénes eran esos? ¿Por qué hemos tenido que huir?

Christopher me miró durante un instante, y luego volvió la vista al camino y respiró hondo.

—La respuesta es demasiado extensa y creo que quien mejor podrá explicártelo será tu madre.

—¿Mi madre? —En ese momento no conseguí entender qué más podría saber Taeyeon acerca del asunto, pero en seguida comprendí que Christopher no se refería a ella, sino a mi verdadera madre—. ¿La vamos a ver? ¿Dónde está? ¿Adónde vamos?

—A Förening —me explicó Christopher—. Ahí es donde vivimos; allí está tu hogar. —Sonrió para tranquilizarme y en cierta forma lo logró, aunque fuera sólo un poco—. Aunque por desgracia queda a siete horas de distancia.

—¿Dónde está?

—En una zona muy escondida a lo largo del río Mississippi, en Minnesota —dijo.

—Y ese lugar, Förening, al que vamos, ¿qué es? —pregunté, sin quitarle la vista de encima.

—Es una especie de… pueblo —contestó—. Está considerado un complejo residencial, pero más bien al estilo de los Kennedy. Digamos que en realidad es una maravillosa comunidad amurallada.

—Entonces ¿también vive gente en ella? Humanos, quiero decir —pregunté con la intención de llevarme a Changbin a vivir conmigo.

—No, no como tú lo imaginas. —Vaciló antes de continuar y me miró con el rabillo del ojo—. Es una comunidad Trylle, de rastreadores y mänsklig, exclusivamente. Hay unos cinco mil habitantes en total y tenemos una gasolinera, una pequeña tienda de comestibles y una escuela. Es una comunidad muy pequeña y tranquila.

—¡Demonios! —exclamé, sumamente azorado—. ¿Quieres decir que hay un pueblo entero de… trols, en mitad de Minnesota? ¿Y nadie se ha dado cuenta?

—Somos una comunidad muy tranquila —reiteró Christopher—. Además, hay maneras de lograr que la gente no se dé cuenta de que estamos allí.

—Suena como si fueran de la mafia —comenté, y Christopher sonrió torciendo la boca—. O sea que ¿para mantener callada a la gente les hacen ofertas que no pueden rechazar?

—La persuasión es un don muy poderoso —dijo, y su sonrisa desapareció.

—O sea que ¿tú también puedes persuadir? —pregunté con cautela. Me pareció que algo le había molestado, y tal como esperaba, negó con la cabeza—. ¿Por qué no?

—Los rastreadores tenemos otras habilidades distintas. —Me miró y al darse cuenta de que no dejaría de hacer preguntas, prosiguió—: Son habilidades más adecuadas para encontrar a gente; la persuasión no nos serviría de mucho para eso.

—Y entonces ¿qué es lo que necesitáis? —insistí, y él suspiró agobiado.

—Es difícil explicarlo porque ni siquiera son habilidades reales en toda la extensión de la palabra. —Se movió un poco en su lugar, le estaba costando trabajo definirlo—. Tiene que ver con el instinto y la intuición. Es como la manera en que los perros siguen un rastro; la diferencia es que yo no lo puedo oler, sólo lo sé.

Se volvió para ver si lo estaba entendiendo, pero yo seguía impávido.

—Por ejemplo, la tarde que fuiste a visitar a esa mujer —con «esa mujer» se refería a la persona a la que había considerado mi madre durante toda mi vida—, supe que estabas muy lejos y que algo te había perturbado.

1.Travesía - ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora