Capítulo 23

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Después de los disturbios

En cuanto alcancé la baranda descubrí a Christopher flotando junto al borde; emitía un ruido quebrado al toser. Me quedé boquiabierto, demasiado impactado para creer que siguiera allí. Entonces se balanceó trabajosamente sobre la baranda y cayó con fuerza en el balcón.

Se recostó boca arriba y siguió tosiendo; me apresuré a llegar a su lado y me arrodillé junto a él. Le toqué el rostro para asegurarme de que era real y pude sentir la suavidad y el calor de su piel en mis manos.

—Esa maniobra ha sido muy arriesgada —declaró Minho detrás de mí y me di la vuelta para verlo. Había perdido la americana y su camisa estaba algo ensangrentada y quemada, pero aparte de eso no tenía demasiado mal aspecto.

—No, siempre acaba saliendo bien —exclamó Christopher. Entonces me di cuenta de que, cuando Christopher se había dejado caer por la baranda, Minho había usado su poder para atraparlo, traerlo de vuelta y depositarlo en un lugar seguro.

Me volví de nuevo para mirar a Christopher sin poder creer que estuviera vivo y a mi lado de nuevo. Le puse la mano en el pecho, justo por encima del corazón, para sentir cómo palpitaba, y él la acarició con dulzura. Luego se dirigió a Minho.

—¿Cómo van las cosas ahí dentro? —preguntó, señalando el interior de la casa con la cabeza.

—Se están retirando. —Minho caminó hasta nosotros—. Ha habido muchos heridos, pero Jennie ya los está ayudando a todos. Mi padre ha acabado con unas cuantas costillas rotas pero sobrevivirá. Por desgracia, a muchos otros Trylle no les ha ido tan bien.

—¿Ha habido muchas bajas? —preguntó Christopher en un tono sombrío.

—No podría asegurarlo, pero sí, algunos han muerto —expresó Minho con una mueca—. Podríamos haber evitado las muertes si los markis y las marksinnas hubieran aprendido a pelear. Han dejado toda la responsabilidad de su protección en manos de los rastreadores. Si tan sólo hubieran estado dispuestos a ensuciarse las manos… —Minho sacudió la cabeza antes de continuar—. Nadie habría muerto hoy.

—Bien. —Christopher suspiró aliviado y se volvió hacia mí—. ¿Qué sucede? ¿Estás bien? —Tocó mi costado, donde la sangre cubría el traje; hice un gesto de dolor, pero asentí con la cabeza.

—No es nada; estoy bien.

—Id a que os vea mi madre, ella os sanará —les indicó Minho, y al ver mi confusión explicó—: Jennie es una sanadora. Puede curar con el tacto; ese es su don.

—Vamos. —Christopher sonrió forzadamente y se puso en pie lentamente.

Trató de fingir que estaba bien, pero la verdad era que había recibido una paliza y sus movimientos así lo revelaban. Minho lo ayudó a incorporarse y luego me tomó de la mano y me levantó.

Pasé mi brazo por la cintura de Christopher, y él dejó caer con suavidad el suyo sobre mis hombros, negándose a dejar caer su peso en mí. Caminamos con cuidado sobre los vidrios rotos y entramos en la casa; Minho nos dio más detalles acerca del ataque.

Excepto por los rastreadores que estaban de guardia, la mayoría de los Trylle habían permanecido indefensos, y aquello me incluía a mí. Tal vez los Vittra no poseyeran tantas habilidades, pero eran diestros en el combate físico y superaban a los Trylle en ese aspecto.

Por suerte, algunos Trylle tan poderosos como Minho y Irene pudieron contraatacar y contrarrestaron su falta de destrezas físicas con el uso de unas habilidades avasalladoras. Sin embargo, Minho señaló con vehemencia que si todos los Trylle se hubieran levantado y hubieran utilizado sus habilidades, sin importar la capacidad, o por lo menos hubieran luchado con los puños, los Vittra no habrían tenido oportunidad alguna. Deberíamos haber ganado aquella batalla sin muertos ni heridos.

1.Travesía - ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora