Capítulo 15

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Educación

Después de que nos cambiáramos de ropa, Christopher me condujo a un pequeño salón del segundo piso, en el otro extremo del pasillo que llegaba hasta mi habitación. En el techo había una bóveda en la que se podía ver un mural de nubes, unicornios y ángeles; como contraste, el mobiliario era bastante moderno, a diferencia de las costosas antigüedades de la mayoría de los recintos de la casa.

Christopher me explicó que aquel había sido el cuarto de juegos infantiles de Wooyoung. Cuando había crecido y había perdido interés en el lugar, lo habían modificado para que lo pudiera usar con otros propósitos, pero rara vez lo visitaba.

Me recosté en el sofá y contemplé el techo con detenimiento. Christopher se sentó en un sillón bastante mullido enfrente de mí y abrió un libro que colocó en su regazo. En el suelo, junto a él, había pilas de textos: todo apuntaba a que Christopher tenía intención de darme un curso intensivo de historia de los Trylle. Por desgracia, a pesar de que se trataba de una raza de criaturas a las que yo había considerado míticas hasta hacía poco tiempo, su historia era igual de aburrida que la de los humanos.

—¿Qué papel desempeñan el markis y la marksinna? —preguntó Christopher a modo de test.

—No lo sé. Ninguno —contesté, tratando de parecer astuto.

—Felix, es necesario que te aprendas todo esto —suspiró Christopher—. En el baile tendrás que participar en conversaciones, y es tu deber aparentar que sabes de lo que hablas. Ya no cabe la posibilidad de que vuelvas a quedarte sentado sin aportar nada.

—Soy él príncipe, debería poder hacer lo que me viniera en gana —refunfuñé. Mis piernas colgaban del brazo del sillón y no dejaba de columpiar los pies.

—¿Qué papel desempeñan el markis y la marksinna? —repitió.

—El markis y la marksinna son la autoridad máxima en las provincias en las cuales ni el rey ni la reina están presentes. Son una especie de gobernadores —contesté, encogiéndome de hombros—. Cuando los reyes no están capacitados para cumplir con sus obligaciones, el markis puede hacerse valer y reemplazarlos. En lugares como Förening su título básicamente les sirve para poder decir que son mejores que los demás, pero en realidad no les otorga ningún poder.

—Eso último es verdad, pero no lo puedes mencionar —dijo Christopher y luego pasó una hoja del libro—. ¿Qué papel desempeña el canciller?

—El canciller es un funcionario al que elige el pueblo; es como el primer ministro en Inglaterra — respondí, sin esconder mi aburrimiento—. El monarca siempre tiene la última palabra y casi todo el poder, pero el canciller es una especie de consejero cuya función principal es que los Trylle comunes tengan voz en la forma en que se maneja el gobierno. Pero hay algo que no entiendo —le dije con mucha seriedad—: Si vivimos en Estados Unidos y Förening no es un país independiente, ¿no tendríamos que obedecer las leyes estadounidenses?

—En teoría, sí; y de hecho la mayor parte de las leyes Trylle coinciden con la legislación estadounidense; la diferencia es que nosotros tenemos más reglas. Por otra parte, vivimos de manera independiente. Tenemos nuestros propios recursos (es decir, dinero y persuasión), y podemos hacer que los funcionarios de Estados Unidos nos pasen por alto; de esa manera podemos seguir manejando nuestros asuntos en privado.

—Mmm. —Enredé un rizo en mi dedo y reflexioné sobre lo que Christopher me estaba diciendo—. ¿Tú lo sabes todo acerca de la sociedad Trylle? Cuando conversabas con Namjoon y Irene me dio la impresión de que no había una sola cosa de la que no estuvieras enterado.

Estaba seguro de que Christopher habría superado a los mismísimos Lee hablando de política, de habérselo propuesto, pero al parecer había decidido pasar desapercibido y por eso se había mantenido callado. Era obvio que en general era mucho más refinado que yo; tranquilo, inteligente, guapo, encantador y siempre pendiente de todo: Christopher tenía más aspecto de líder que yo de príncipe.

1.Travesía - ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora