Capítulo 8

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Familia

Aquello era imposible. Sentí deseos de aclararle que debía de tratarse de un error. No existía posibilidad alguna de que alguien torpe e impulsivo como yo pudiera descender de una criatura tan elegante y asombrosa. Su cabello se asemejaba a la seda mientras que el mío, como me habían señalado a menudo, parecía un estropajo de cocina. No era posible que existiera vínculo alguno entre nosotros.

—Vaya, veo que no te ha explicado nada —dijo—. Tu expresión de asombro indica que no me crees, pero permíteme asegurarte que no hay ningún error en lo que concierne a tu identidad. Escogí personalmente a la familia Seo para ti y fui yo misma quien te entregué. Christopher es el mejor rastreador que tenemos, por lo que no hay manera de que no seas mi hijo.

—Disculpe —dije mientras me movía nervioso en el sofá—, no pretendía cuestionarla, es sólo que…

—Lo entiendo, es que todavía estás muy acostumbrado a tu forma de ser humana. Pero eso cambiará muy pronto. ¿Te ha hablado Christopher sobre los Trylle?

—No mucho, en realidad —contesté con reservas porque no quería meterlo en problemas.

—Estoy segura de que tienes muchas preguntas. Permíteme explicártelo todo y si para entonces aún queda algo en lo que desees ahondar, podremos hablar de ello cuando termine de hablar. —La frialdad en la voz de Irene me hizo dudar de que alguna vez pudiera ahondar en algo con ella.

»Para la gente común, los Trylle son trols, pero ese es un término anticuado y peyorativo; como podrás ver, no nos hace justicia en lo más mínimo. —Irene se explayó al señalar con un ademán la majestuosidad y la elegancia del salón; asentí—. Somos seres semejantes a los humanos pero con una conexión más fuerte con nosotros mismos. Tenemos dones, inteligencia y belleza que sobrepasan a los suyos.

»Hay dos elementos de particular importancia que nos diferencian de los humanos —continuó Irene —. A nosotros nos agrada llevar una vida tranquila en comunión con la tierra y con nuestro interior. Trabajamos en el fortalecimiento de nuestras habilidades y las aprovechamos para mejorar nuestras vidas, protegernos y cuidar de lo que nos rodea. Todo lo que hacemos está relacionado con esos objetivos. Förening existe con el objetivo último de resguardar el estilo de vida Trylle.

»El otro elemento que nos distingue de ellos es el mecanismo que utilizamos para mantener ese estilo de vida, aunque en realidad en este aspecto no nos diferenciamos tanto como parece. —Irene miró pensativa por la ventana—. Los niños humanos van a la escuela, pero en esos lugares sólo los preparan para una vida de servidumbre. Nosotros no queremos eso. Queremos una vida de total y absoluta libertad, de ahí que potenciemos lo que se conoce como changelings o niños cambiados.

»La práctica de los changelings data de hace cientos, tal vez miles, de años —comenzó a explicar Irene en un tono adusto, y yo contuve las náuseas que sentía—. En un principio éramos habitantes de los bosques, mucho menos… industrializados de lo que ves ahora. Nuestros niños eran proclives a morir de hambre y a causa de problemas de salud, y no contábamos con un sistema educativo adecuado. Por eso empezamos a cambiarlos por los bebés de hogares humanos, para que tuvieran los beneficios que una infancia de ese tipo les podía ofrecer; cuando los niños Trylle ya habían crecido lo suficiente, regresaban a casa.

»Dicha práctica evolucionó a la par que nuestra cultura. Los changelings eran más sanos, recibían una mejor educación, y por supuesto poseían un estatus económico mejor que el de los niños Trylle que se quedaban con nosotros. Con el tiempo, a todo niño que nacía lo cambiábamos. Como te imaginarás, llegó un momento en que equiparamos las ventajas de la población humana. Pero ¿cuál era el propósito de todo ello? Antiguamente, para mantener el nivel de vida del que gozamos ahora, teníamos que abandonar la paz del complejo y pasar la vida realizando tareas menores; y eso, sencillamente, no era correcto.

1.Travesía - ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora