ÉXITO Y GLORIA (COMPLETA)

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NICOLAS 

BARCELONA. AÑOS DESPUÉS DE LA BODA.

—Él bebe está en perfecto estado señora Labriska...—la castaña asintió con una sonrisa de lado a lado mientras la doctora le pasaba un pañuelo para limpiarse el gel—¿Están seguros de no querer saber el género?

—Aún no, es mejor que sea sorpresa...

—¿Usted opina lo mismo señor Labriska?

—Lo que mi esposa diga debo acatarlo...

—Más le vale que haga caso...—la castaña enarcó una ceja en mi dirección y la ginecobstetra soltó una carcajada

Salimos de la consulta con los medicamentos necesarios, algunos cambios en la dieta y sobre todo una fecha tentativa para el día del parto.

—Jamás imaginé que volvería a ser mamá después de los treinta...

—¿La edad que tiene de malo? —con mi pregunta me gane un golpe en mi brazo—A mi me parece genial...

—Por dios Nicolas, tenemos un hijo preadolescente de casi doce años...

—¿Y eso qué tiene de malo?

—Se llevarán muchos años de diferencia ¿y si no se llevan bien por eso?—rodé los ojos con el montón de ideas que soltaba la castaña—Noah se podría poner celoso y alejarse además está en una nueva etapa y....

—Tranquila, las cosas saldrán bien, además ¿y si él bebe es niña?... —de reojo la observe tenía el ceño fruncido—Si es niña él me ayudará a cuidar de su hermana...

—Podría ser un niño...

—Yo presiento que será una niña pero todo es posible...

Después de nuestra boda lo hablamos por más de un año y no logramos ponernos de acuerdo sobre la idea de tener más familia, lo entendí porque la castaña no quería volver a embarazarse y eso estaba bien para mí, seguimos enfocados por algunos años más solo en Noah pero al término de mis estudios en medicina y tras mudarnos a Barcelona por nuestra nueva vida el tema volvió a salir, las cosas ahora eran distintas, había más tranquilidad gozando de nuestras carreras y sin duda estábamos más estables, llegó un punto en que tanto ella como yo empezamos a fantasear con la idea, se nos ocurrió ir a una revisión de rutina debido a los fuertes dolores de cabeza, mareos y la señal más segura, el vómito que no fue sorpresa cuando la ginecóloga nos lo confirmó. La castaña tenía en ese momento dos meses de embarazo y ahora solo faltan un par de semanas.

—Mama...—Noah apareció en la cocina, tenía el cabello revuelto, estaba sudoroso y lo mas seguro es que venía de jugar futbol

—Cariño, ven...—la castaña medio lo abrazo a causa de su enorme barriga y al separarse él se acercó a mi

—¿Cómo te fue?—le revolví más el cabello a lo que él se quejó y como respuesta alzó ambos pulgares—Tu madre y yo tenemos un dilema, ella dice que será niño y yo no sé pensar ¿tu que dices?—le pasé un brazo por los hombros y lo vi formar una mueca en los labios, se quedó pensativo mirando fijamente a su madre

—Niña—fue su respuesta

—¿Por qué lo dices?

—Google dice que si es niña come muchas cosas dulces y mamá no ha soltado el tarro de galletas en los últimos cuatro días incluido hoy...—señaló el frasco que la castañal sostenía entre su dedos como si en eso se le fuera la vida, apenada lo pasó detrás de su espalda, Noah giró la cara en mi dirección y sonrió de lado

—Que sabio... —con mis palabras mi hijo rodó los ojos exasperado y dio media vuelta paras salir de la cocina

El preadolescente que tengo como hijo cada vez me enseña más cosas, últimamente me doy cuenta que no sé qué esperar, en ratos tiene buen humor, después nos odia y como todos tiene ratos de tristeza, lo admito para hablar con él de ciertos temas hemos buscado ayuda sobre cómo guiarlo y que tome buenas decisiones.

Después de la cena entre mi copia a escala y yo recogimos todo lo de la cocina, lavamos los trastes usados y dejamos todo recogido, es la forma más buena en que ayudamos a los pies hinchados de la castaña, con tal de dejarla descansar nos pusimos a ver un rato del torneo grabado donde jugó Darek, se llevó el abierto de Australia y va por el de Francia en las próximas semanas, toda la familia está detrás apoyándolo, Arabella y Octavio sobre todo, si no fuera porque la castaña tiene prohibido volar estaríamos con ellos.

Cuando acabó el partido Noah subió a su habitación y yo hice lo mismo, abrí ligeramente la puerta pero todo estaba oscuro si no por la televisión, sobre la cama y hecha ovillo la castaña dormía profundamente, me quede a su costado pero lo que se reproducía en la televisión llamó mi atención. Eran fragmentos grabados de la niñez de Noah, sabía de la existencia de esos videos y Astrid muchas veces quiso que los viera pero nunca tuve la fuerza para hacerlo porque me causaban remordimiento al imaginar que nunca estuve ahí y que pude estarlo en su momento. Apareció uno donde la castaña lucía su enorme barriga y detrás de ella Valentina le enseñaba dos vestidos, después otro en lo que supongo era el Baby Shower en Austin, estaban con ella sus padres, hermanos y familia, el siguiente fragmento era abriendo regalos y algunos minutos después era el del día que Noah nació, un bulto pequeño, bien envuelto en un manta azul pasaba por los brazos de Octavio y Arabella y después con los gemelos, con verlo me creció un nudo en la garganta.

Los imágenes siguieron corriendo hasta una más prolongada donde la castaña tarareaba una canción, Noah lloriqueaba muy bajito y ella lo mecía de un lado a otro, distinguí la letra de la canción como Rockabye de Clean Bandit parecía que las lo calmaban.

—Nicolas...—su voz soñolienta me sacó de mis ideas—¿Estás bien?—se levantó y se acomodó a mi costado

—Si...—mi respuesta fue un susurro, puse una mano en su rodilla—Creo que tendré que aprender esa canción...

—Era su favorita... —su mano se entrelaza a la mía—¿Creí que nunca te gustaría ver esos videos?

—De algún lado debo sacar recuerdos que contarle al bebe...—mi mano se movió a su vientre dándole un ligero masaje—Tal vez no estuve ahí con Noah pero no me perdonaré que eso se repita ahora...

—Eso no pasará porque ahora estamos juntos...—su frente se pegó a la mía y no podía estar mas de acuerdo con esa frase.